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CATEQUESIS DE LA ORACIÓN. 17 ) la oración de cada día. Por favor, no toques el ratón.
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CATEQUESIS DE LA ORACIÓN 17 ) la oración de cada día Por favor, no toques el ratón.
La oración practicada de forma regular, prepara el terreno para las horas cumbres de la oración; las horas en las que Dios sale de repente a nuestro encuentro y nos sugiere una palabra al oído que decide toda una etapa de nuestra vida.
Pasada esta “hora de Dios” la transformación de la vida se consigue con la oración de cada día, para que el gris amanecer del trabajo y la fatiga de la tarde estén iluminados por un destello de eternidad.
Sólo cuando el fuego del Espíritu, que descendió hasta nosotros en una hora de dicha, se fragmenta y alumbra en pequeñas centellas de luz y calor las horas de cada día en la oración, sólo entonces abarca de verdad el fuego del Espíritu toda nuestra vida.
Así, la oración de cada día, es la condición previa y la natural expansión de las horas cumbres de la gracia en la vida del cristiano.
Debemos buscar y hallar a Dios en la monotonía, el trabajo, las decepciones, fracasos, y humillaciones de cada día.
Si el hombre frenara su egoísmo y entrara en esta pedagogía cotidiana de Dios, despertaría por sí mismo al amor infinito, sosegado y tranquilo.
En esta pedagogía del cada día , va cayendo el muro que levanta nuestro Yo para defenderse del amor de Dios, y cuando el hombre queda al descubierto, advierte de pronto que ya no necesita defenderse, que no es infeliz cuando la vida le arrebata algo, que no está todo perdido cuando fracasa.
En en esta escuela “del cada día” el hombre aprende …
Amado, amando.
Entonces se siente desinteresado y libre.
Entonces , cada día ya no es cada día, ES ORACIÓN, retorno a la unidad con Dios, a la vida eterna.
