8.- Barroco en Espa a

1. 1 8.- Barroco en Espa�a 4.- Pintura Caracter�sticas Parte del tenebrismo y naturalismo de Caravaggio Llena de contrastes Estatismo y dinamismo Luces y sombras Representa la realidad que es a la vez bella y horrible Realista y a la vez llena de simbolismo y misticismo

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3. 3 8.- Barroco en Espa�a Ribera �El Espa�oleto� (1591 � 1652) Pintor barroco perteneciente a la Escuela valenciana de la primera mitad del S.XVII, Jos� de Ribera ha sido considerado como el punto de arranque del movimiento naturalista en Espa�a, aunque la mayor parte de su vida la pas� en Italia. Influida por Caravaggio, su pintura presenta unos marcad�simos contrastes tenebristas, con abundancia de negras sombras, suavizados en su madurez por la inclusi�n de un colorido y una luz estudiados de los maestros venecianos. Poseedora, adem�s, de unas calidades tan cercanas al realismo que se hacen t�ctiles en telas y pieles, su obra se caracteriza por una fuerza sorprendente y un verismo que no omite ning�n aspecto de la realidad, por m�s cruel o desagradable que sea.

4. 4 8.- Barroco en Espa�a En estas obras: Arqu�medes Inmaculada de las Agustinas de Salamanca Se puede apreciar la evoluci�n de la pintura de Ribera en cuanto al color y la luz

5. 5 8.- Barroco en Espa�a Clasificaci�n San Andr�s Ribera Barroco. S. XVII Contexto Ficha 2 y 3 del arte barroco Ficha 2 del arte barroco en Espa�a Ficha 1, 2, y 3 de este archivo Tema El cuadro representa a S. Andr�s. Sufri� martirio. La cruz en la que fue martirizado tiene forma de aspa y as� aparece a la derecha del cuadro.

6. 6 8.- Barroco en Espa�a An�lisis La figura se recorta en un fondo neutro mediante una luz intensa, tenebrista. Ribera recibi� en Italia la influencia de Caravaggio y la trajo a Espa�a. El tenebrismo y naturalismo del pintor italiano influir�n en los pintores de la escuela sevillana: Vel�zquez, Zurbar�n, Murillo, Vald�s Leal... En esta obra la luz cruza en diagonal y desde arriba ilumina fuertemente el rostro envejecido, el pelo y la barba canosa y desordenada, los ojos hundidos, pero sobretodo un cuerpo escu�lido, con la piel arrugada, consecuencia del ascetismo y de la penitencia. La luz como elemento simb�lico religioso.

7. 7 8.- Barroco en Espa�a Contenido De esta forma interpreta Ribera el sentimiento religioso de la Contrarefoma: los santos son seres como todos, hombres y mueren como todos, o, dicho de otra manera: todos podemos ser santos, porque todos podemos ir m�s all� de los problemas de la tierra, y superar las penalidades de esta vida lo mismo que hicieron ellos. El pueblo llano se identificaba mejor con los santos representados de esta forma naturalista

8. 8 8.- Barroco en Espa�a Ribera Barroco. S. XVII La barbuda de los Abruzzos El Patizambo Ejemplo de representaci�n de patolog�as anat�micas, y ejemplo de la evoluci�n de Ribera a abandonar el tenebrismo y a dar m�s luminosidad a sus obras

9. 9 8.- Barroco en Espa�a Clasificaci�n Martirio de San Felipe Ribera Barroco. S. XVII Contexto Ficha 2 y 3 del arte barroco Ficha 2 del arte barroco en Espa�a Ficha 1, 2, y 3 de este archivo

10. 10 8.- Barroco en Espa�a An�lisis: Los personajes son tipos populares tratados con gran naturalismo; el esfuerzo f�sico realizado por los verdugos para levantar el cuerpo contrasta con la actitud del santo, que se abandona a la resignaci�n. El vigor de su cuerpo se opone al desamparo en que se halla. La mirada dirigida al cielo acent�a su misticismo. Estas contraposiciones hacen m�s tenso el dramatismo del conjunto. Se trata de un lienzo de la segunda etapa pict�rica del artista. El acentuado tenebrismo inicial ha dejado lugar a una mayor luminosidad-como se aprecia en el aclarado del fondo- y a una utilizaci�n m�s intensa del color, aprendido en la escuela veneciana. La composici�n est� cargada de tensi�n barroca debido a la violencia de las diagonales y al juego de escorzos. Los contrastes de claroscuros realzan el naturalismo despiadado que no disimula los cuerpos gastados de los protagonistas y centran a la vez la atenci�n del espectador en la figura del m�rtir. El punto de vista bajo hace que la escena sea m�s impresionante

11. 11 8.- Barroco en Espa�a Contenido El aspecto m�s conocido del trabajo de Ribera es la pintura religiosa, donde trata temas que recogen los postulados de la Contrarreforma: penitencia, sacrificio y resignaci�n.

12. 12 8.- Barroco en Espa�a . 

13. 13 8.- Barroco en Espa�a

14. 14 8.- Barroco en Espa�a Clasificaci�n Fray Gonzalo de Illescas Zurbar�n Barroco S. XVII Monasterio de Guadalupe Contexto Ficha 2 y 3 del arte barroco Ficha 2 del arte barroco en Espa�a Ficha 1, 2, y 12 de este archivo

15. 15 8.- Barroco en Espa�a Tema: Aqu� muestra a uno de los grandes patriarcas de la orden de los jer�nimos, Fray Gonzalo de Illescas, sentado en su despacho en actitud de escribir. Tras �l, una ventana abierta nos muestra una escena secundaria, aludiendo a las Virtudes de su Orden y a las del propio fraile: se trata de unos pobres recibiendo limosna de un monje jer�nimo.

16. 16 8.- Barroco en Espa�a An�lisis Fray Gonzalo se encuentra en un interior, prodigiosamente reflejado. El cortinaje rojo, de abundantes y gruesos plegados, nada tiene que envidiar al colorido veneciano que peri�dicamente estuvo de moda en Sevilla. La mesa sobre la que el padre escribe muestra una naturaleza muerta al m�s puro estilo de la vanitas: la calavera, el reloj de arena y los libros. Zurbar�n se muestra como un genio �nico en la plasmaci�n minuciosa de estos trocitos de realidad. El fraile mira de frente al espectador, con expresi�n severo e inquisitivo. Su rostro es tan verista como el retrato m�s fiel. La composici�n es sencilla, el dibujo seguro y firme, la luz recorta la figura y exalta el blanco de los h�bitos. Los pliegues crean formas voluminosas y pesadas

17. 17 8.- Barroco en Espa�a Contenido La escena es una alegor�a de la caridad La mesa sobre la que el padre escribe muestra una naturaleza muerta al m�s puro estilo de la vanitas: la calavera que recuerda la mortalidad del ser humano, el reloj de arena aludiendo al paso del tiempo, y los libros que nos hablan de lo ef�mero del conocimiento.

18. 18 8.- Barroco en Espa�a Vel�zquez (1599 � 1660) Nace en Sevilla Entra como aprendiz en el taller de Francisco Pacheco A los 21 a�os tiene ya su propio taller

19. 19 8.- Barroco en Espa�a 1.- Etapa sevillana Caracter�sticas Temas religiosos, bodegones Naturalismo y tenebrismo Colores ocres, embetunados Pincelada compacta Figuras con contornos bien definidos y est�ticas, sin relaci�n entre ellas

20. 20 8.- Barroco en Espa�a Obras de su etapa sevillana

21. 21 8.- Barroco en Espa�a 2.- Primera etapa madrile�a (1623) Es nombrado pintor de c�mara de Felipe IV y se instala en el Palacio Real de Madrid Conoce las colecciones reales de pintura (especialmente a Tiziano y a Rubens) y las nuevas corrientes art�sticas que llegaban a la capital Su pintura se hace m�s luminosa y colorista Pinta retratos del rey y de la familia real Pinta un cuadro mitol�gico: Los borrachos

22. 22 8.- Barroco en Espa�a Tema :(Baco y sus acompa�antes, tema cl�sico) con elementos naturalistas y vulgares ( los personajes populares, los borrachos) Composici�n en aspa, dos diagonales que se cruzan en el centro, en la cabeza del muchacho que est� siendo coronado La luz nos lleva la mirada al dios Pincelada m�s suelta, sobretodo al fondo Colores menos embetunados Obra de contrastes caracter�stica propia del barroco: Personajes divinos � humanos Figuras desnudas � vestidas La juventud � la vejez Lo bello � lo vulgar

23. 23 8.- Barroco en Espa�a 3.- Primer viaje a Italia (1629) para comprar obra para las colecciones reales Completa su formaci�n sobre color, luz, perspectiva y desnudo En Italia pinta otra obra mitol�gica: La fragua de Vulcano

24. 24 8.- Barroco en Espa�a El tema elegido est� inspirado en las Metamorfosis de Ovidio: Apolo se acerca a la fragua de Vulcano para contarle la infidelidad de su esposa, Venus, con Marte. Al escuchar la noticia toda la fragua se queda petrificada con expresi�n de asombro: esta sensaci�n la ha conseguido perfectamente el artista. Vel�zquez se ha puesto en contacto con el arte italiano, como se observa en las anatom�as de los ayudantes de Vulcano, situados en diferentes posturas para demostrar el dominio de las figuras. Tambi�n se advierte el inter�s mostrado por conseguir el efecto espacial, recurriendo a disponer figuras en diferentes planos, ocupando todo el espacio. Desde el punto de vista compositivo las figuras se relacionan a trav�s de l�neas en zig-zag. La luz tambi�n ha experimentado un sensible cambio al modelar con ella las formas de los cuerpos que revelan la estructura de los huesos y m�sculos bajo la piel. Se advierte que estamos, sin duda, ante una nueva fase del arte velazque�o

25. 25 8.- Barroco en Espa�a 4.- Segunda etapa madrile�a (1631) �poca de mucho trabajo en la Corte. Obras m�s importantes La rendici�n de Breda o Las lanzas Retrato de Felipe IV a caballo Retrato del Conde Duque de Olivares a caballo Retrato del Pr�ncipe Baltasar Carlos Ni�o de Vallecas Pablillos de Valladolid Cristo crucificado

26. 26 8.- Barroco en Espa�a La rendici�n de Breda o Las lanzas Pintado para el Sal�n de los Reinos del palacio del Buen Retiro Tema Victoria de los tercios espa�oles en la ciudad de Breda. El general Sp�nola recibe de Justino de Nassau las llaves de la ciudad

27. 27 8.- Barroco en Espa�a T�cnica: pincelada cada vez m�s suelta. Le permite captar calidades y la neblina del paisaje Perspectiva: la consigue por el agrupamiento de las tropas de uno y otro bando, por la posici�n de los caballos, por las lanzas y especialmente por el paisaje de fondo que configura la lejan�a (Perspectiva a�rea)* Contenido: aunque el tema es el fin de la guerra por el triunfo de Espa�a, en realidad Vel�zquez va m�s all�. Hace una exaltaci�n moral del tratamiento del vencido. Honrar y no humillar al vencido, pues la dignidad del vencido da m�s fama al vencedor *perspectiva a�rea: Se consigue desdibujando los contornos de las figuras y matizando los colores, que es el efecto real que produce el aire al interponerse entre nuestro ojo y lo lejano

28. 28 8.- Barroco en Espa�a

29. 29 8.- Barroco en Espa�a �Clasificaci�n Retrato ecuestre de Felipe IV Velazquez. Barroco. S.XVII Museo del Prado �leo sobre lienzo De entre los retratos ecuestres pintados por Vel�zquez para el Sal�n de Reinos del Palacio del Buen Retiro, �ste es uno de los pocos que fue realizado enteramente por el maestro. Buena prueba de ello son los arrepentimientos t�picos que encontramos en las patas traseras y en la cola del caballo y en la cabeza y el busto de Felipe IV. Esta obra servir�a como modelo para que el escultor Pietro Tacca realizara la estatua ecuestre de Felipe IV que hoy se puede observar en la madrile�a plaza de Oriente, frente al Palacio

30. 30 8.- Barroco en Espa�a An�lisis Vel�zquez muestra ahora un estilo m�s suelto y luminista, utilizando diferentes tonalidades de color que hacen que su etapa sevillana se pueda catalogar de austera. En esta escena la sensaci�n de tercera dimensi�n est� perfectamente conseguida a trav�s de la perspectiva a�rea, a trav�s de un paisaje casi impresionista , conseguido a trav�s de bandas paralelas de color. Se supone que tras la figura real se encuentra la sierra del Guadarrama. El monarca aparece representado de perfil, vestido con una armadura, bast�n de mando y banda carmes� de general.

31. 31 8.- Barroco en Espa�a Contenido El caballo alza las patas delanteras en una maniobra de alta escuela de equitaci�n denominada corveta, para la que el rey emplea una sola mano. As� da una muestra de dominio y capacidad de mando, siendo una alegor�a del poder. Parad�jicamente, el poder en estos momentos estaba en manos del valido de su majestad, el omnipotente Conde-Duque de Olivares

32. 32 8.- Barroco en Espa�a Otros retratos de esta etapa

33. 33 8.- Barroco en Espa�a

34. 34 8.- Barroco en Espa�a 5.- Segundo viaje a Italia (1649) Vuelve a Italia con el encargo de comprar obras de arte para engrandecer las colecciones reales Lo que aprende en este segundo viaje termina por definir su estilo En Italia realiza las siguientes obras: La Venus del espejo Dos vistas de la Villa M�dicis El retrato de Inocencio X

35. 35 8.- Barroco en Espa�a La Venus del espejo Da la sensaci�n de que el artista ha sorprendido a Venus mientras Cupido, resignado, sostiene el espejo en el que se refleja el rostro desdibujado de la belleza, aunque lo que deber�amos ver ser�a el cuerpo de la diosa, dada la inclinaci�n del espejo. En cuanto a la t�cnica, cabe destacar c�mo el pintor utiliza una pincelada suelta, que produce la sensaci�n de que entre las figuras circula aire, el famoso aire velazque�o. Una sufragista inglesa acuchill� el cuadro

36. 36 8.- Barroco en Espa�a Vel�zquez se adelanta 200 a�os a los pintores impresionistas cuando realiza estas obras: En primer lugar a la hora de escoger el tema, un paisaje. En segundo lugar en su inter�s por la luz y la naturaleza y como estos dos elementos se interconexionan. En tercer lugar por la t�cnica pict�rica, Vel�zquez abandona el detalle para pintar pr�cticamente con manchas, dando peque�os toques con el pincel que nos permiten apreciar mejor el cuadro si nos alejamos de la obra que si la observamos en primer plano.

37. 37 8.- Barroco en Espa�a Los ropajes est�n captados con el mayor realismo, obteniendo una incre�ble calidad en las telas a pesar de la pincelada suelta, que ofrece toda la gama de rojos existente. Pero sin duda lo mejor es el rostro, donde Vel�zquez capta el alma del retratado; Inocencio X ten�a fama de estar siempre alerta, desconfiado e infatigable en el desempe�o de su cargo. Todos estos sentimientos los trasmite el Papa cuando le miramos. En la mano izquierda lleva un papel donde el pintor se identifica como el autor de esta excelente obra. "Demasiado real", cuentan que dijo el protagonista cuando vio el cuadro acabado.

38. 38 8.- Barroco en Espa�a 6.- Tercera etapa madrile�a (1651 � 1660) Vel�zquez ha alcanzado su plena madurez como pintor Realiza sus dos obras principales: Las Hilanderas Las Meninas

39. 39 8.- Barroco en Espa�a Las Hilanderas Museo del Prado "F�bula de Aracne", recogida de "Las Metamorfosis" de Ovidio", narra la contienda entre Minerva, diosa de las artes y de la guerra, y la orgullosa Aracne, famosa tejedora de la ciudad de Lidia, acerca de qui�n har�a un tapiz mejor. La osad�a de la joven no tuvo l�mites al representar en su obra una de las aventuras amorosas del padre de la diosa, J�piter, por lo que �sta la convirti� en ara�a.

40. 40 8.- Barroco en Espa�a

41. 41 8.- Barroco en Espa�a Las Meninas Tema. Se titul� La Familia Retrato de familia de FelipeIV Infanta Margarita Dos doncellas (meninas) Marib�rboloa y Nicolasillo El perro Do�a Marcela de Ulloa Guardadamas El aposentador, Jos� Nieto El Rey y la Reina Vel�zquez

42. 42 8.- Barroco en Espa�a An�lisis La composici�n tiene como centro a la infanta y se abre en V hacia el guardadamas y hacia Vel�zquez. Otra diagonales completan la composici�n El color es claro y luminoso y la pincelada es suelta y gruesa La luz procede de dos focos: lateral y al fondo Obra maestra al conseguir una magn�fica sensaci�n de espacio mediante: Los elementos arquitect�nicos La perspectiva a�rea Los dos focos de luz Los perfiles desdibujados Los colores menos intensos al fondo El espejo en el que se reflejan los reyes o el espectador

43. 43 8.- Barroco en Espa�a Contenido Homenaje a la pintura y al oficio de pintor Autoretrato como pintor Cuadros del fondo: Superioridad de las artes sobre el trabajo artesanal La cruz de Santiago sobre el pecho del pintor que ennoblece al pintor por el hecho de serlo La importancia del espectador al que mira Vel�zquez. Pero �qu� pinta Vel�zquez? � a los Reyes o al espectador que es al que verdaderamente mira? Sin espectador no habr�a pintura ni pintor Vel�zquez ha introducido en el cuadro al espectador, a todos los espectadores que han admirado su obra a lo argo de la Historia

44. 44 8.- Barroco en Espa�a Murillo Murillo representa la cara dulce de la Contrarreforma y de la realidad. Fue muy popular y querido. Sus clientes fueron las �rdenes religiosas y algunos p�rrocos. Al principio se adhiere al tenebrismo y pinta escenas, cuyos protagonistas son los ni�os. Es una interpretaci�n gr�cil y amable de la realidad, con el fin de acercar al m�ximo las escenas religiosas al pueblo. Tambi�n pinta escenas de g�nero. Su estilo va evolucionando hacia una pintura m�s luminosa y de formas vaporosas. Y el color suave y delicado que lo acerca al rococ�

45. 45 8.- Barroco en Espa�a

46. 46 8.- Barroco en Espa�a

47. 47 8.- Barroco en Espa�a LA INMACULADA "de SOULT"Murillo, en su l�nea de pintor de temas religiosos y de devoci�n, consagr� para la posterior historia del arte la representaci�n de la Virgen como Inmaculada Concepci�n. La llamada "de Soult" es sin duda la m�s bella y famosa de las que pint�. Recibe �ste nombre del mariscal franc�s que se la llev� -durante la Guerra de la Independencia- de la iglesia sevillana del Hospital de los Venerables para la que fue pintada. No fue devuelta a Espa�a hasta 1940; estuvo casi todo ese tiempo en el Museo del Louvre. En estas representaciones de Murillo -en las que se consagra la devoci�n popular hacia la concepci�n "sin mancha" de Mar�a-, la Virgen es generalmente una mujer joven, de gran belleza, vestida con t�nica blanca y manto azul y rodeada de �ngeles y nubes. Apoya sus pies tambi�n en un pedestal de nubes, pisando una serpiente -o una media luna- s�mbolo de aquel Lucifer que hizo pecar a otra mujer en el Para�so Terrenal. Maria viste t�nica blanca, s�mbolo de pureza, Y manto azul, s�mbolo de eternidad, llevando sus manos al pecho y elevando la mirada al cielo. La belleza idealizada de su joven rostro es lo que m�s llama la atenci�n al espectador

48. 48 8.- Barroco en Espa�a El estatismo de la figura de la Inmaculada contrasta con el movimiento de los querubines que le sirven de peana, en posiciones totalmente forzadas. La composici�n se inscribe en tri�ngulo, royo v�rtice superior es la cabeza de la Virgen, incluso para intensificar ese efecto triangular ha ensanchado la figura de Mar�a en su zona baja. La luz dorada que ilumina la escena provoca un marcado efecto atmosf�rico que diluye los contornos creando a su vez un fuerte claroscuro que provoca mayor dinamismo, haciendo de �sta la m�s barroca de sus Inmaculadas.

49. 49 8.- Barroco en Espa�a In ictu oculi� Juan de Valdes Leal Iglesia del Hospital de la Santa Caridad Sevilla

50. 50 8.- Barroco en Espa�a

51. 51 Barroco T�rminos. Arte barroco Heliocentrismo Rompimientos de la Gloria Baldaquino Columnas salom�nicas Calidades t�ctiles Escenas de g�nero Bodeg�n Tenebrismo o luz de s�tano Doelen Vanitas Perpectiva a�rea arrepentimientos