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1. Consideraciones generales. Venerable Gran Maestro de todas las Logias Simb
E N D
1. Venerable Gran Maestro de todas las Logias Simbólicas Sexta Clase – Vigésimo Grado – Segundo del Consejo de Kadosh
3. Venerable Gran Maestro de todas las Logias Simbólicas Grado Vigésimo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Segundo Grado del Consejo de Caballeros Kadosh
Segundo de los Grados Históricos y Filosóficos
Segundo de los Grados definidamente Templarios
Segundo Grado de la Sexta Clase o Serie
4. Los orígenes del grado de Venerable Gran Maestro… Son confusos porque, a lo largo del tiempo, el grado tomó diversos nombres y ocupó distintos lugares en la jerarquía escocesa.
Por ejemplo, en la lista de grados incluida en los procesos verbales de 1770, se lo denomina Gran Patriarca.
En el “Cuaderno del General Hahn”, un manuscrito empleado privadamente por el Hermano que le da título (que, por lo demás, es totalmente desconocido), de 1762, hay un Ritual que, aparentemente, fue luego copiado por la Logia de Mirecourt, y resulta similar al del 20° grado escocés.
No obstante, el Ritual de Mirecourt es de naturaleza cristiana, e incluso católica. En el Manuscrito Francken este Ritual parece haber experimentado un proceso de “laicización”, que lo aproxima a las versiones actuales.
Algunos estudiosos opinan que todos estos Rituales derivan de una fuente anterior, posiblemente del Past Master inglés. Sin embargo, el Ritual actual de Past Master del Rito de York es muy diferente al Ritual del 20° escocés.
Por otra parte, las referencias a Kilwinning relacionan claramente este grado con el sistema Templario de Ramsay.
Como dato histórico, los antiguos Rituales indicaban que “un noble de Escocia se trasladó a Francia, fijando su residencia en Burdeos, en donde estableció una Logia de Perfección, sobre el año 1744”. Aparentemente, esta relación es fidedigna, e indicaría la fecha exacta de la fundación de una “Logia Madre Escocesa de Perfección”.
En el Rito de Memphis este grado suele colocarse en el mismo número que en la escala escocesa, y se lo denomina Caballero Gran Maestro del Templo de la Sabiduría.
En algunas versiones del Rito de Mizraim, el grado 61° llevaba el mismo título que el 20° escocés, aunque con símbolos y signos que, en realidad, corresponden al 21° (Noaquita o Caballero Prusiano).
5. Los nombres… Este grado ha recibido diversas denominaciones:
Venerable Gran Maestro de todas las Logias Simbólicas,
Maestro Ad Vitam,
Maestro Asociado Ad Vitam,
Past Master,
Gran Patriarca,
Soberano Príncipe Masón,
Gran Maestro de la Sabiduría,
pero todos ellos aluden a un estado exaltado de la Maestría Simbólica.
6. Venus En el “Cónclave” dado en el grado de Gran Pontífice, se hace corresponder el 20° con el planeta Venus.
De hecho, durante el Ritual, el Maestro le indica al Candidato “sed como la estrella matutina…”
Como veremos, hay en este grado algunos elementos simbólicos que recuerdan mitologías realmente arcaicas, casi prehistóricas.
Mitologías en las que el Rey o el principal de una tribu (el Gran Maestro de una comunidad) era comparado con el planeta Venus y sufría un Ritual de nacimiento, muerte y renovación periódicos.
7. Adonis En el Ritual de Blanchard (2002), se encabeza este grado con el título “Venus, o Adonis”.
En el nacimiento de Adonis hay un mito incestuoso, y recordemos que a Moabón algunos Rituales lo consideraban “hijo del incesto”.
La alegoría es, por supuesto, alquímica y psicológica, y se vincula con la conjunción de los opuestos, muy importante en este grado.
En la imagen, “Venus y Adonis”, escultura de Antonio Canova (1789-1794).
8. El 19° y el 20° La continuidad entre estos dos grados se establece a través de distintos aspectos simbólicos, por ejemplo:
Ambos implican un título elevado (Gran Pontífice y Gran Maestro).
En los dos grados los colores predominantes son el azul y el amarillo.
Dalchó (1802) habla de este grado como del “Gran Pontífice, que es Gran Maestro de todas las Logias”.
9. Relación con la Masonería Simbólica El grado presenta definidos vínculos con la Masonería Simbólica, como puede apreciarse en su título.
Tales vínculos, hoy, son puramente formales.
Lo que implica perder la oportunidad de utilizar el grado para efectuar un vasto repaso, examen y resignificación del Simbolismo.
Idea con la que, de paso, respondemos la pregunta que se formula en el Diccionario Masónico del Gran Oriente de Francia: “¿para qué sirve este grado?”.
10. ¿Maestros ad vitam? Algunos Rituales afirman que, en los primeros tiempos del Rito Escocés, los Maestros de Logia ejercían tal cargo de por vida, y que el mismo le era conferido a los poseedores del grado 20°.
Tal práctica es contraria a todo uso y legalidad masónica.
Otros opinan que la afirmación sobre la Maestría ad vitam es sólo legendaria, y que nunca se ejerció realmente.
De hecho, tal práctica jamás se ejerció en América, aunque desconocemos si se la aplicó efectivamente en Europa.
Richardson (siglo XIX) dice que el Maestro del grado 20° ejerce (sólo en tal grado) su cargo de por vida. Sin embargo, como el 20°, lamentablemente, se confiere casi siempre por comunicación, tal prescripción es imposible de llevar a la práctica.
11. La instrucción de los Maestros Es posible que uno de los propósitos originales de este grado haya sido la instrucción de los Venerables de las Logias, quienes, en numerosas oportunidades, no han sabido estar, intelectualmente hablando, “a la altura de las circunstancias”.
Por eso, si bien sus ceremonias no son demasiado extensas, la Instrucción suele ser muy larga y detallada, y abunda en pormenores sobre lo que debería saber un Maestro Masón.
12. Las Logias de Perfección Como la Masonería Simbólica, en la mayoría de los países, se ha separado por completo de los Altos Grados, este grado ha perdido parte de su designio original.
Por lo que se lo ha intentado relacionar con las Logias de Perfección, afirmando que “es a la Masonería Inefable lo que el Past Master a las Logias Simbólicas”.
13. La Filosofía Para Macoy: “Este grado ejemplifica el espíritu filosófico del sistema masónico: Filosofía y Masonería tienen los mismos principios, misión y objetivos”.
Nosotros diríamos que el 20° debería ejemplificar tal espíritu, porque este grado ha caído en un olvido tal grande que lo ha despojado de casi todo su contenido.
14. Los sabios caldeos Los Rituales dicen que “este grado recuerda a los sabios caldeos adoradores del Fuego, que formaban en otros tiempos en los desiertos, verdaderas tribus de oradores encargados de predicar y difundir la Verdad”.
La existencia de tales “sabios” es sólo legendaria.
Pero tiene el valor de relacionar el grado con la Iniciación antigua, y con la sabiduría de los pueblos denominados “paganos”.
15. El Fuego Según el Ritual, el Maestro debería decirle al Candidato en este grado: “Sed como la estrella matutina que anuncia la llegada del día; id a llevar y esparcir por el mundo la verdad y desterrar las tinieblas”.
Es decir, se compara al Iniciado con el Fuego, que emite Luz y disipa las tinieblas.
16. Los antiguos Hierofantes El grado presenta una mirada crítica sobre los antiguos Sabios, Hierofantes y Sacerdotes.
Alaba su erudición y sabiduría, pero critica su poder omnímodo y lo incontestable de su autoridad.
17. Los sacerdotes hebreos En particular, se critica al sacerdocio hebreo, que en el Templo se halla representado por el Candelabro de Nueve Brazos.
Se dice que “el Delta, emblema de la Divinidad, colocado sobre la corona que ceñía sus sienes, simboliza la ceguera de los sacerdotes hebreos, que los llevó a colocarse por encima del mismo Eterno”.
18. Los Caballeros Hospitalarios Son mencionados, con el nombre de Caballeros de San Juan de Jerusalén, en los antiguos “Catecismos” de este grado.
Pero tal referencia es confusa, por la rivalidad que, con el tiempo, se estableció entre esta Orden y los Caballeros Templarios.
Quizás se aluda a la existencia de un esoterismo en “el Hospital”, pero no tenemos referencias históricas del mismo.
19. Los objetivos exotéricos del grado son… Esparcir en toda la sociedad las luces de la educación y del conocimiento.
Luchar para mantener a todo trance, por todos los medios posibles, el derecho que tienen los hombres a la igualdad.
Perfeccionarse en el “Arte de la Palabra”, exotéricamente considerado.
Evitar que los llamados a presidir las Logias se perpetúen en sus puestos. Combatir todo atisbo de “despotismo” masónico.
Trabajar en las Logias con asiduidad, puntualidad y constancia.
Estudiar la Masonería como un sistema filosófico.
20. Los objetivos esotéricos del grado son… Impartir instrucción masónica (esotérica) a los miembros de los grados anteriores.
Vivenciar y vivificar la enseñanza impartida y recibida en las Logias Simbólicas.
Restituir los Rituales de las Logias Simbólicas a su pureza original.
Perfeccionarse en el “Arte de la Palabra”, esotéricamente considerado.
Recordar que aquellos que presiden las Logias son “el primero entre sus iguales”, y deben dar muestra permanente de Sabiduría, tanto profana como esotérica.
21. 2. El Templo
22. Los colores La tapicería del Templo y, en general, todo el simbolismo cromático del grado, es azul y amarilla.
El Ritual dice que “el Eterno se apareció a Moisés entre nubes azules y amarillas”, pero esto es una interpretación muy limitada.
Lo cierto es que el empleo de estos colores se remonta a la Masonería Operativa.
Una de las preguntas empleadas en la misma era, aproximadamente: “¿Cómo estaba vestido el Maestro?”, a lo que se respondía: “De azul y amarillo”.
Nosotros creemos que estos colores están comparando al Maestro con el Sol (amarillo) en su aparente jornada por el cielo (azul).
Con lo que se recuperan símbolos de los tres primeros grados, denominados precisamente Azules.
23. Azul y amarillo Algunos Rituales indican que el amarillo (o el dorado) es un símbolo de jerarquía, por lo que corresponde adecuadamente a un Maestro.
Y que el azul es un emblema de la Verdad, sobre la que aquella jerarquía se fundamenta.
24. El Oriente Se denomina Santuario.
Se asciende al Oriente por una tarima formada por 9 escalones.
Sobre ella está el trono del Gran Maestro.
Delante del mismo se coloca la Mesa del Gran Maestro, en la que se destacan:
el Libro,
la escuadra y el compás,
el mazo,
y la espada.
Es decir, los emblemas principales de la Masonería Simbólica.
25. El Fuego
26. La Estrella
27. El Cuadro del Oriente
28. Las luces Entre las mesa del Maestro y el Sur se coloca un gran candelabro de 9 luces, con la forma de tres triángulos.
Las velas serán de cera amarilla.
En Masonería las velas amarillas simbolizan vejez, ancianidad.
De donde se supone que en este grado hay “Nueve Ancianos Sabios”.
El Ritual indica que, de ser necesario, pueden agregarse otras luces en diferentes partes del Templo, pero siempre formando triángulos o cuadrados.
29. Las luces Este candelabro de nueve brazos debe ser lo primero que ve el Candidato al ingresar en la Logia, durante la Iniciación.
Y sus luces se mantienen siempre encendidas, “para hacernos presente que no puede formarse una Logia de Grandes Maestros sin nueve que posean ese grado”.
30. El Altar del Incienso Es un objeto Ritual de importancia en la Iniciación.
Se coloca cerca del Candelabro de Nueve Luces.
El él debe arder un Fuego Eterno y, cuando el Ritual lo prescribe, colocarse el incienso más puro.
31. El Altar Central Es de forma triangular.
Sobre el se colocan:
un triángulo,
una escuadra,
un octógono,
un triple triángulo.
Que corresponden a los números simbólicos 3, 4, 8 y 9.
32. Las 3 columnas En el centro de la Logia, rodeando el Altar, hay tres columnas en forma de triángulo, sobre las cuales se leen las siguientes inscripciones:
Verdad (columna de Oriente)
Justicia (Occidente)
Tolerancia (Sur)
Nuevamente se destaca, como en todos estos grados, la idea de Verdad, mientras que Justicia y Tolerancia parecen referir a los opuestos complementarios del Rigor y la Compasión, de las dos columnas cabalísticas.
Algunos Rituales, por ejemplo Dalchó (1802), indican en las tres columnas los atributos clásicos de la Masonería Simbólica: Sabiduría, Fuerza y Belleza.
34. El círculo Las tres columnas estarán rodeadas por un círculo de bronce.
Que representa el círculo secreto de Grandes Maestros que Salomón convocaba en la Bóveda Sagrada.
Y que luego se dispersaron “por todo el Universo”, por lo que el círculo se disgregó, para reconstruirse cada vez que se reúne una Logia del grado 20°.
Y, en el centro del círculo, se encuentra “el punto de exactitud, que nos enseña el punto de Perfección”.
35. Las piedras
36. El Cuadro Algunos Rituales describen el Cuadro de este grado, del que, lamentablemente, parece no haberse conservado ninguna imagen.
Indican que este Cuadro es un octógono, en cinco de cuyos lados hay cuadrados (más adelante veremos que uno de los signos del 20° es el Signo de las Cinco Escuadras), y triángulos en los tres restantes.
Se inscriben las iniciales de las 29 virtudes del Gran Maestro en los 29 vértices que resultan de los triángulos y los cuadrados.
En el centro del octógono, el Candelabro de Nueve Luces.
38. 3. Oficiales, títulos y decoraciones
39. En el 20° grado…
El Maestro se titula Gran Maestro y representa, al igual que en el grado 15°, al rey Ciro.
Otros dicen que representa a Darío, Artajerjes o Asuero.
Lleva corona y está decorado con las insignias reales de un monarca persa.
Sin embargo, no utiliza cetro, sino que dirige los trabajos a golpe de mazo.
40. Los restantes oficiales son…
Dos Vigilantes, que representan a los principales Oficiales de Ciro.
El Orador.
El Secretario.
El Tesorero.
El Primer y el Segundo Expertos.
El Hospitalario.
Que, junto con el Maestro (y sin contar el Guarda Templo Externo) conforman los nueve cargos obligatorios en una Logia del grado 20°.
Como se puede apreciar, la distribución de los cargos es similar a la de una Logia Simbólica.
41. La Asamblea se denomina “Logia de Venerables Maestros”
La Logia no puede abrirse sin que se encuentren presentes, como mínimo, nueve Hermanos.
Los antiguos Rituales indicaban que “todos deben permanecer cubiertos”, pero esta práctica ha caído en desuso.
Cubrirse con el sombrero era, en la antigua Masonería inglesa, un símbolo de autoridad, y estaba reservado a los Maestros de Logia.
42. El Mandil, el Cordón y la Joya Óleo de Robert H. White, 32°
44. El Mandil Es amarillo, bordado y ribeteado con azul.
En el centro se pintan o bordan tres triángulos equiláteros concéntricos, que remiten al número nueve, característico de este grado.
En las esquinas deberían indicarse las inciales de las Nueve Grandes Luces de este grado aunque, como veremos, la naturaleza de las mismas debe modificarse para otorgarles un alcance esotérico.
En el centro del triángulo interior se inscribe el Tetragrammaton, en caracteres fenicios.
Abajo del mismo, vemos las letras hebreas Yod, He, Yod, escritas verticalmente desde arriba hacia abajo.
Las letras restantes son Aleph, Vau, Resh; juntas forman la expresión hebrea correspondiente a ¡Fiat Lux!
45. El Cordón Es una banda azul y amarilla, aunque también pueden utilizarse dos bandas cruzadas, una de cada color.
Esta última prescripción es reservada, en algunos Rituales, para el Maestro.
Los guantes son blancos.
46. La Joya
48. Regalía del Supremo Consejo de Estados Unidos, Jurisdicción Norte, siglo XIX
51. Regalía del Grado 20°, Rito de Memphis, época actual
53. 4. Simbología
54. Entre los símbolos principales de este grado se encuentran… El triángulo
El triángulo pitagórico
Los tres pilares
La escuadra
El octágono
Las nueve luces
El mazo
La rama de acacia que, según algunos Rituales, reemplazó, como símbolo a la granada.
El perfume
La piedra fundamental
La mezcla sagrada
55. El escudo del Venerable Gran Maestro
56. El Triángulo Casi no sería necesario hablar de este símbolo, tan fundamental en la Masonería.
Aquí se dice que simboliza “igualdad, precisión y proporción”, es decir, la excelencia en el desempeño de la Maestría.
57. El triángulo pitagórico
58. Los tres pilares La referencia a la Justicia, la Verdad y la Tolerancia, si bien es valiosa, parece algo relativamente moderno.
Corresponde a la época en que la Sabiduría, la Fortaleza y la Belleza de la Arquitectura Operativa fueron reemplazadas por conceptos vinculados con la Arquitectura Social.
De todas formas, estas tres nociones son, realmente, fundamentales para cualquiera que ostente el cargo de Maestro de una Logia.
Y recordemos que, entre los Operativos, la Maestría implicaba actuar como juez entre las disputas y desavenencias que pudieran surgir entre los Hermanos.
Por lo que el antiguo espíritu de las corporaciones no parece haber desaparecido por completo en este grado.
Y esto explica, además, la referencia al rey Ciro, que fue considerado, en la antigüedad, el más elevado exponente de las referidas virtudes.
59. La escuadra
60. El octógono
61. Las nueve luces
62. El mazo Es un símbolo de autoridad pero, más esotéricamente, representa la energía concentrada o focalizada en un punto, para producir un resultado final y definitivo.
Ambas ideas no son excluyentes, pues podemos pensar que la verdadera autoridad proviene de la capacidad para focalizar adecuadamente la energía.
63. La “massa confusa” El Ritual hace una interesante comparación.
El caos de grados y Ritos masónicos se asemeja a la “massa confusa” alquímica.
El Iniciado del grado 20° debe aplicar el mazo sobre ella, es decir; pulir, purificar y rectificar la confusión en la que ha devenido la Masonería.
64. La rama de acacia En una expresión difícil de entender, Cassard dice que los Grandes Maestros, “descendientes de los antiguos patriarcas”, decían “rama de acacia” para ocultar la verdad de la Masonería.
Y agrega que esto era debido a que “su olor era fuerte”.
Quizás, esto está refiriendo al olor desprendido por un cuerpo en putrefacción.
De donde es posible que, en este contexto, la rama de acacia refiriese a la fase alquímica de la Putrefactio.
65. La Putrefactio Este simbolismo es paradójico, pues la Acacia, siempre tomada como símbolo de inmortalidad, aquí parece representar uno de los más evidentes síntomas de la Muerte (la Putrefacción).
Esto, en realidad, no es algo tan extraño, pues es bastante habitual que un mismo símbolo represente un concepto y su contrario.
¡Los opuestos se tocan! (en los símbolos).
66. La rama de acacia Según el Manuscrito Francken, la referencia a la rama de acacia se realiza “en virtud de las espinas que esta lleva”.
Esto quizás sea influencia cristiana, pero recupera algo del simbolismo Rosacruz, que une la idea de la Perfección o Inmortalidad a las luchas y vicisitudes (las espinas) que hay que atravesar para alcanzarlas.
67. El perfume Casi como contraste con lo anterior, se dice que, al dedicarse el Templo de Salomón, “un perfume exquisito llenó todo Jerusalén”.
Más allá de la mera anécdota, esto parece referir a una experiencia fuertemente conmocionante, en la que los contrastes son intensos y profundos.
68. La piedra fundamental Se dice que Salomón “cortó y colocó la primera piedra, que después sostuvo el Templo”.
Esta piedra, de forma cúbica, es un símbolo cosmológico, que refiere al Principio que sostiene el gran edificio del Universo.
69. La piedra fundamental Y se agrega que la piedra fundamental fue colocada antes de salir el Sol.
Es decir, antes del nacimiento de la Luz, antes de la manifestación del Universo.
Lo cual refuerza su significado cosmológico.
70. La mezcla sagrada Con esta mezcla de “harina, leche, aceite y vino, en su mayor pureza”, se realizaba la Consagración del grado 14°.
Pero aquí se agrega que esta fue la mezcla utilizada para colocar la Piedra Fundamental del Templo.
Con lo cual todo se armoniza y unifica: el origen del Cosmos, la fundación del Templo, la Consagración de un Perfecto Masón, son actos equivalentes y correspondientes.
¡Como es arriba, así es abajo!
71. La mezcla sagrada Refiriéndose a la mezcla sagrada, el Manuscrito Francken dice: “Un cemento hecho de lo que existe en términos de la flor pura, leche, aceite y vino”.
Aquí sorprende que no figure la harina, y sí una desconocida “flor pura”.
Algunos opinan que esta expresión refiere al “mejor de los trigos”.
Nosotros no abrimos juicio, pero pensamos que, quizás, la “flor más pura”, sea la “Flos Coeli”, la flor simbólica de los alquimistas.
72. 5. Signos, toques y palabras
73. Signos y Toques Este grado posee una multitud de signos, toques y señales que, en general, remiten a la simbología de los tres primeros grados, al Templo de Salomón y a la Masonería Operativa.
Analizando los distintos Rituales, hemos hallado:
El Signo de Orden, que no describiremos porque es exactamente igual al del grado de Compañero.
El Signo de las Dos Escuadras.
El Signo de las Tres Escuadras.
El Signo de las Cuatro Escuadras.
El Signo de las Cinco Escuadras.
La Señal de Introducción.
El Toque.
El Toque de Introducción.
Aunque, realmente, no estamos seguros de haber agotado todos los signos originales, más lo que se fueron agregando con el paso del tiempo.
74. El Signo de las Dos Escuadras Consiste en arrodillarse con ambas piernas (una escuadra), inclinar el cuerpo hacia delante, apoyar los codos en el suelo (segunda escuadra), e inclinar la cabeza un poco hacia la izquierda.
El Ritual dice que Aarón efectuó este signo al concluirse el Tabernáculo, pero esto es poco importante.
En general, el signo está indicando que, quien lo efectúa, se ve sorprendido o maravillado por algo majestuoso, típicamente por la grandeza del Universo.
75. El Signo de las Tres Escuadras Primera escuadra: colocar la mano derecha sobre el corazón, con los dedos unidos y extendidos.
Segunda escuadra: separar el dedo pulgar, formando ángulo recto.
Tercera escuadra: colocar la mano izquierda sobre la cadera, también en ángulo recto (otros la colocan sobre los labios).
Se dice que la primera escuadra corresponde a la Verdad, la segunda a la Justicia y la tercera a la Tolerancia.
76. El Signo de las Cuatro Escuadras Es igual al anterior, pero agregando una cuarta escuadra, que se forma uniendo los talones de los pies, en ángulo recto.
Recordemos que los antiguos Rituales ingleses de la Masonería Simbólica, con relación a esta forma de colocar los pies, decían que “en esta posición se reciben las enseñanzas de la Masonería”.
78. El Signo de las Cinco Escuadras Primera y segunda escuadras: cruzar los brazos sobre el pecho, como hizo Salomón al concluir el Templo, colocando el derecho sobre el izquierdo, de forma tal que cada brazo forme un ángulo recto.
Tercera y cuarta escuadras: extender ambos dedos pulgares hacia arriba.
Quinta escuadra: unir los talones de los pies, en la misma forma en que se efectúa en la Masonería Simbólica.
El signo es, entonces, una combinación del símbolo de la escuadra con el de la Estrella Flamígera.
80. Algunas variantes Los Rituales presentan numerosas modificaciones de los signos precedentes.
Por ejemplo, algunos indican:
Arrodillarse sobre la rodilla izquierda, como en el Juramento del Aprendiz,
mantener la derecha en escuadra,
colocar el codo izquierdo sobre la rodilla, como tomando la posición del Pensador de Rodin,
extender los dedos y separar el pulgar en ángulo recto,
inclinar la cabeza hacia el suelo y hacia la izquierda, como alguien que no quiere mirar hacia la derecha (otros dicen: “como si no se atrevieran a mirar de frente”).
Todo esto es una combinación y refundición de los signos expuestos anteriormente.
81. Algunas variantes Algunos Rituales indican un signo consistente en caer de rodillas, colocar los codos en el suelo y sacudir la cabeza 9 veces, inclinándola hacia el lado izquierdo.
Vuillaume (1820) indica un signo similar al del Elegido de los Nueve, consistente en simular sacar un puñal y emplearlo para herirse mutuamente en la frente.
Dalchó (1802) dice que, al colocar la mano sobre el corazón para formar escuadra, se deben dar dos golpes sobre el órgano mencionado.
Y agrega que, como ya dijimos, el “Signo de las Cinco Escuadras” lo efectuó Salomón al concluir el Templo, lo cual no fue mencionado en las Leyendas de las Logias de Perfección.
La referencia, sin embargo, es apropiada en este grado, pues su simbolismo remite continuamente al del Templo de Salomón.
82. La Señal de Introducción Es una especie de toque que se utiliza para ingresar a las Logias de este grado.
Consiste en alzar la espada (o, en su defecto, el brazo derecho), delante de la cabeza, como quien se apresta a parar un golpe,
el Hermano a quien la señal va dirigida saca su propia espada,
ambas espadas se unen por las puntas y se forma la bóveda de acero (que aquí es, más exactamente, un “arco de acero”).
Blanchard dice que los Hermanos deben ingresar al Templo de dos en dos, y efectuar cada pareja el signo que acabamos de referir.
Como puede apreciarse, aquí se retoman parte de los signos de los grados 15° y 16°, más la referencia a la bóveda de acero, que se efectúa como si un Gran Maestro estuviese a punto de ingresar a una Logia Simbólica.
83. El Toque Tomarse recíprocamente el codo derecho con la mano derecha, los dedos apretados y el pulgar separado.
apretando cuatro veces,
después resbalar la mano a lo largo de la parte interior del brazo hasta el puño,
y tomarse ambas manos con la garra de Maestro. Vuillaume agrega que se debe presionar con el índice sobre la muñeca del otro Hermano.
Otros Rituales indican cerrar tres dedos y apoyar el índice contra el puño del otro Hermano.
Una parte de estos movimientos son similares a los del Maestro Secreto, pero en orden inverso (en ese grado se toma primero la mano y luego se la deja correr hasta el codo).
El apretar cuatro veces puede referir a antiguas versiones del Past Master del Rito de York, cuyo simbolismo se centraba en el número cuatro.
84. El Toque de Introducción Se da después de realizar la señal homónima.
Consiste en tomarse mutuamente la mano derecha, colocando recíprocamente el pulgar en la muñeca.
Después retirar las manos hasta que queden unidas sólo por las puntas de los dedos.
Notar cómo, al igual que el Toque anterior, este va de “adentro hacia fuera”.
Hay algunas variantes,
por ejemplo, antes de retirar las manos algunos Maestros aprietan las muñecas 9 veces,
y luego pronuncian simultáneamente la palabra Ciro.
Otros se toman mutuamente la mano derecha, con el pulgar en el puño, y luego la dejan deslizar a lo largo de la mano hasta la extremidad de los dedos.
87. ¿Doce signos? Los Rituales de los siglos XVIII y XIX indicaban para este grado 12 signos, a saber:
La señal de la Tierra o de Aprendiz
La del Agua, o del Compañero
La del Terror, o del Maestro
La del Fuego
La del Aire
La del objeto en vista
La del Sol
La de Sorpresa
La de Honor
La del Mal Olor
La de Admiración
La de Consternación
Pero después no se precisa en qué consistía cada uno de estos signos, por lo que quizás estemos aquí ante un cuadro simbólico que se ha perdido.
88. Las Palabras de Pase Hay bastante confusión: algunos dicen Jeksan (o también Jaksson o Jecson), y responden Stolkin.
Pero otros responden Zabulon, a lo que se replica Nabuzardan, el destructor del Templo de Salomón.
Y otros, en cambio, contestan Jubellum, Zanabosane, Zanabazare o Janaborane, que, según Vuillaume (1820), “son insignificantes”.
Zanabazare es, de hecho, una corrupción de Nabuzardan.
O bien es una corrupción de Zorobabel quien, en siguiendo la tradición de Salomón, habría colocado la Piedra Fundamental en el Segundo Templo.
Por otra parte, los antiguos Rituales franceses agregaban el vocablo Animane, que hoy se ha perdido.
89. Jekson - Nikelots ¿Qué quiere decir la palabra Jekson?
“Soy lo que soy; es también el nombre del que encontró la cueva del león, en cuya boca se guardaba la llave del Arca de la Alianza”.
Aquí parece fusionarse Jekson con Jehová.
Algunos ven en Jekson una sutil influencia jesuítica, porque en el Ritual de Mirecourt se la escribe JeKSonne, resaltando la JKS, que aludiría a la JHS de los jesuitas.
Según el Manuscrito Francken, Jekson “se responde Nikelots, que es una Palabra de Pase”.
Nikelots es un término tan corrompido que hoy es imposible establecer su verdadero significado.
Algunos lo derivan de nekel (complot) o de nikelout (villanía – bajeza), que quizás refieran a complots o bajezas perpetrados contra los Estuardo.
90. Jekson Jekson puede ser simplemente una corrupción de Jackson, “hijo de Jacques”, y tener una mera significación política relativa a la cuestión de los Estuardo.
Pero Jokshan se llamaba un hijo de Abraham, que se considera antecesor de los Sabeos, adoradores de los astros.
Jokshan significa, además, un cazador.
Lo cual nos remite a la idea de un cazador prehistórico, solo frente a la noche estrellada, adorador de los astros que no comprende.
Cazador que, milenios después, se ha transformado en el sabio caldeo que comprende los misterios de los astros pero que, a pesar de su entendimiento, no deja de asombrarse.
91. Jekson Pike también dice que Jekson refiere a algo “oculto, escondido, secreto”.
Y esto puede ser el sabeísmo, el conocimiento de los misterios de los astros.
Que es una primitiva forma religiosa especialmente interesante en este grado.
92. El sabeísmo El sabeísmo fue una antigua religión de la Península Arábiga preislámica, surgida en la región de Saba (actual Yemen), en el sur.
El sabeísmo era una religión que rendía culto a los astros, especialmente al Sol y a la Luna, aunque afirmaba adorar a un solo Dios denominado Alá Taala, asistido por siete ángeles que custodiaban el firmamento, llamados Al-Illat. Cada tribu sabea rendía culto a diferentes deidades planetarias como el Sol, la Luna, Júpiter, Mercurio y Venus.
También creían en espíritus totémicos de cada tribu y en los djins. Sus profetas eran Sabi y Henoc, y rendían culto haciendo tres oraciones diarias hacia el sur o hacia el astro de su propia tribu. Los sabeos también aducían que su religión era la verdadera religión practicada por Noé antes de que fuera alterada, y practicaban el bautismo, igual que sus primos mandeos.
En la Kaaba, el altar de La Meca, habían muchos ídolos sabeos que fueron destruidos tras la conquista islámica de la ciudad. Los sabeos se dispersaron por todo el Medio Oriente e incluso se afirma que esta era la religión de Abraham antes de su conversión al monoteísmo.
Mahoma estableció la tolerancia hacia la "Gente del Libro" en el Corán, aduciendo que estos eran los judíos, cristianos y sabeos (es decir, las religiones monoteístas), los cuales tenían derecho a practicar su credo aunque pagando un impuesto. Los teólogos musulmanes tuvieron siempre dudas sobre la identidad exacta de los sabeos, y el estatus de “Gente del Libro” fue asignado tanto a los practicantes del sabeísmo como a los mandeos y los zoroastrianos.
Sin embargo, a diferencia de los mandeos y zoroastrianos, que se mantuvieron ininterrumpidamente, los sabeos antiguos desaparecieron gradualmente siendo absorbidos por el Islam.
93. Jekson - Jubellum En forma muy confusa, Dalchó (1802) dice que Jubellum es el nombre del “que luchó con el león en la caverna”.
En realidad, Jubellum era el nombre de uno de los Asesinos de Hiram, por lo que esto es difícil de entender.
Dalchó agrega que el león tenía un collar de oro, en el que se hallaba inscripta la palabra Jechson.
Y que el significado de esto sólo puede ser conocido de los Príncipes del Real Secreto, “un grado que no puede ser recibido antes de aplastar la serpiente de la ignorancia”.
Nosotros creemos que detrás de esto se esconden alusiones a hechos y acontecimientos políticos de la época, vinculados al trono de Escocia y la dinastía de los Estuardo.
94. Jubellum - Jekson Michell Saint-Gall dice que el empleo del término Jubellum, en este contexto, no refiere al Asesino de Hiram, sino que deriva del latín jubilum, “grito del soldato, clamor del guerrero”.
Y otorga relevancia al hecho de que el episodio del león en la caverna no es bíblico, lo cual pone en entredicho las opiniones de quienes ven en Jekson una sutil influencia jesuítica.
95. Jubellum Según Pike, aquí esta Palabra significa lo mismo que Zabulón o Jabulón:
La unidad de Yah, Baal y Om,
O bien el poder emanado, manifestado, por OM.
96. Animane Ani, en hebreo, es el pronombre personal Yo, que tiene su equivalente en el caldeo ana, anah.
Por lo tanto, según Pike, ani-m´aneh sería una expresión proveniente del caldeo que significa “yo soy el que soy”.
Y el intento de los introductores de esta palabra sería presentar el concepto del Ser impersonal, autoengendrado, inmanente y trascendente, sin limitarlo a la expresión religiosa de un único pueblo, como sería si se usara el término Jehová.
97. Zanabazare Contrariamente a las opiniones más aceptadas, que la consideran una corrupción de Nabuzardan o de Zorobabel, Pike considera que esta Palabra tiene significado propio.
E indica para ella una multitud de significados, que giran en torno a “protección”, “refugio”, “pastor de ovejas”, “rebaño” y “cabras”.
Lo cual recuerda al misterioso Pastor de Cabras del grado 9°.
Nosotros creemos que la idea puede ser “protegerse con piel de oveja o de cabra”, es decir, cubrir el cuerpo con una piel de animal.
Si esto es así, nos encontraríamos con un resabio de antiquísimos ritos, en que los sacerdotes se cubrían con pieles de animales y tomaban para sí el “espíritu” del animal.
Pero no tenemos forma alguna de constatar esto, aunque la idea es altamente sugerente.
98. La Palabra Sagrada Es Razah-Betsijah.
Que algunos Rituales presentan en las formas corruptas de Razabassi o Razabassus.
Unos pocos Rituales indican como Palabra Sagrada Jehová, y como Palabra de Pase Balthazar o Belshazaar, nombre dado a Daniel por Nabucodonosor.
99. Razah-Betsijah Los antiguos Rituales franceses la daban como “Palabra Secreta”.
Algunos dicen que esta palabra viene del hebreo y significa macis in solitudine, “Rama de la Soledad”.
Esto es muy poético, y nos hace pensar en un sabio meditando frente a una rama de acacia, solo en el desierto.
O en Hiram muriendo solo, y teniendo como única compañera la rama de acacia.
100. Razah-Betsijah La interpretación de Pike es menos poética y mucho más concreta:
Dice que Razah deriva de un término que significa líder, un lider inspirado e iluminado.
Y que Betsijah indica una multitud de personas.
De donde el término compuesto simplemente significa “el líder inspirado de un grupo de personas”, lo cual es muy apropiado para un Gran Maestro de todas las Logias Simbólicas.
101. Razah-Betsijah Pero hay todavía otra lectura, más esotérica.
Razah es un término masculino, e indica una individualidad.
Betsijah es un término femenino, y refiere a una pluralidad.
Razah-Betsijah es, entonces, la fusión de la unidad y la pluralidad, de lo masculino y de lo femenino.
Y es, entonces, la unión de los opuestos.
103. Fiat Lux Esta expresión se pronuncia enfáticamente al abrir los trabajos.
Lo que le da a los mismos un sentido cosmológico.
Abrir los trabajos, por lo tanto, es recrear el momento originario (si es que existió) del Universo.
Y, recordando la noción de atemporalidad presentada en el grado 19°, podemos pensar que la idea es indicar que el Fiat Lux es un acto generador que está ocurriendo permanentemente, en todo instante y en todo lugar, y que es precisamente tal atemporalidad lo que sostiene la existencia del Universo.
104. La Batería Según Cassard y la mayoría de los Rituales, consta de 3 golpes, por 1 y 2.
Sin embargo, como en la Apertura la batería dada por el Maestro es repetida por los Vigilantes, de hecho culmina siendo una batería de 9 golpes.
Bazot menciona, como variante, 5 golpes, por 3 y 2.
105. La Marcha Se compone de nueve pasos en escuadra, que recuerdan a los nueves viajes de la Iniciación.
La marcha resume, por lo tanto, dos de los símbolos fundamentales de este grado: el novenario y la escuadra, atributos ambos de un Gran Maestro.
106. La edad La mayoría de los Rituales no la consigna, o bien repiten la expresión del 19°: “No la cuento ya”.
Esto no constituye un olvido u omisión, sino que resalta el carácter de atemporalidad que debería alcanzar el Gran Pontífice, y llevar a su máxima expresión el Gran Maestro.
107. Examen de Reconocimiento
P.: ¿De dónde vienes?
R.: De la Bóveda Sagrada del Templo erigido por Salomón, destruido por Nabucodonosor, reconstruido por Zorobabel, derribado y reformado por Herodes y desolado definitivamente por Tito, hijo del emperador Vespasiano.
P.: ¿Qué deseas hacer entre nosotros?
R.: Visitar y ver vuestros trabajos, así como enseñar los míos, para que juntos rectifiquemos la materia y hallemos finalmente el Real Secreto.
P.: ¿Qué traes?
R.: Gloria, Grandeza y Belleza (o Hermosura).
P.: ¿Cuál es tu gran Deseo?
R.: Acceder a la Fuente de donde nace todo Deseo.
108. 6. Ritual
109. La evolución del Ritual En los primeros Rituales la ceremonia de Iniciación en este grado era breve, y no se apoyaba sobre una Leyenda bien construida.
Por el contrario, la instrucción era muy extensa, y abundaba en pormenores sobre los Templos de Salomón y Zorobabel.
Con el paso del tiempo, sobre todo en Estados Unidos, el Ritual evolucionó hacia una descripción e “internalización” simbólica de las virtudes que debería poseer un Maestro Masón en general, y un Maestro de Logia en particular.
Nosotros creemos que, en todas estas modificaciones ritualísticas, podemos encontrar vestigios de un perdido esoterismo, que intentaremos recuperar.
110. La Apertura El Ritual se abre a “la hora de ir en busca de la Verdadera Luz”.
No es, por lo tanto, una hora determinada, sino que puede indicar cualquier instante en que se perciba la necesidad de la Iluminación.
111. La Apertura P.: “¿Dónde se coloca vuestro Maestro?”
R.: “Al Oriente”.
P.: “¿Por qué al Oriente?”
R.: “Porque el Sol glorioso nace en el Oriente para iluminar el Mundo”.
V?G?M?: “Puesto que estoy sentado al Oriente, abro la Logia”.
O bien “Desde el Oriente podrá comunicar la Luz de la Verdad”.
La autoridad del Maestro proviene, por lo tanto, de su asociación con el simbolismo y la función del Sol, dador de Luz.
112. Caballero del Sol De hecho, algunos Rituales de este grado refieren a los Caballeros del Sol, que en la escala actual del Rito Escocés conforman el 28°.
Esto indica la importancia dada al simbolismo solar en este grado.
La que, en una muy interesante dualidad, contrastará con el simbolismo del grado 21° (Noaquita o Caballero Prusiano), de carácter decididamente lunar.
113. La Apertura El Maestro pregunta sucesivamente:
“¿De qué está compuesto el primer (y así hasta el quinto) cuadrado masónico?”
“¿Cuál el primer (y así hasta el tercero) Gran Triángulo Masónico?”
Las respuestas implican la enumeración de las 29 virtudes de un Gran Maestro, que veremos en la Instrucción.
114. La Luz P.: “Hermano en el Sur, ¿qué buscamos en la Masonería?”
R.: “Luz, la Luz del Conocimiento, la Ciencia y la Filosofía”.
115. La Luz P.: “Hermano en el Norte, ¿qué buscamos en la Masonería?”
R.: “Luz, la Luz de la Libertad, del pensamiento, de la palabra y de la acción.”
116. La Luz P.: “Hermano en el Oeste, ¿qué buscamos en la Masonería?”
R.: “Luz, la Luz del Secreto, del Silencio y del Misterio.”
118. La Iniciación consta de 9 fases I. Ingreso al Templo y examen preliminar.
II. Las dos luces.
III. Los 9 viajes.
IV. La prueba del acero
V. La prueba del fuego.
VI. El Juramento.
VII. Encendido de las 9 luces.
VIII. La Estrella.
IX. La Consagración.
119. I. Comienza la Iniciación… El Candidato representa a Zorobabel, aunque no en su rol de Rey de Israel, sino en el de quien colocó la Piedra Fundamental del Segundo Templo.
Algunos Rituales indican que debe estar vestido como en el grado 16°, mientras que la mayoría prescriben las decoraciones del 19°.
En efecto, según Dalchó (1802), el Candidato ingresa en la Logia por sí mismo, decorado con las insignias del grado 19°, sin prescribirse formalidad alguna para ello.
Esto subraya el grado de libertad que el Iniciado ha adquirido en los grados precedentes.
El Candidato se coloca en el centro del triángulo formado por las tres columnas, junto al Altar Central, y toma asiendo en una silla de brazos, de color azul. El primer objeto que debe presentarse a su atención es el Candelabro de Nueve Luces.
A continuación, debe demostrar todos los signos, palabras y toques de los 19 grados anteriores, confirmando de esa forma su Maestría.
120. II. Las dos Luces El Candidato declara que desea la admisión en este grado “para recibir el beneficio de dos luces, que le son desconocidas”.
En el Martinismo, se dice que estas dos luces “iluminan el Templo terrenal y el Templo universal”.
Y en numerosas Órdenes son referidas como la Luz Mayor y la Luz Menor.
121. III. Los viajes “El Maestro realiza nueve viajes en el curso de su Iniciación, después de los cuales se purifica por el hierro y por el fuego”.
Algunos Rituales indican, durante estos viajes, purificaciones simbólicas por los cuatro “elementos”, similares a las que tienen lugar durante la Iniciación del Aprendiz.
La idea es presentar al Candidato desnudo ante el Mundo, y enfrentando sus pruebas y rigores, hasta alcanzar la Maestría.
El significado de todas estas purificaciones es, obviamente, alquímico, y presenta una transparente analogía entre el Candidato y la Piedra Filosofal.
122. IV. La prueba del acero Se apoya la punta de una espada sobre la cabeza, pecho y abdomen del Candidato.
Y se le dice que “para ser un Hombre completo, un Gran Maestro, cabeza, pecho y vientre deben trabajar en unidad”.
123. V. La prueba del fuego Se dice que se efectúa “para recordar que nuestros antepasados eran purificados por él”.
Dalchó (1802) indica que esta prueba se realiza acercando un recipiente con carbón encendido al rostro del Candidato, de forma tal que este perciba su calor.
124. VI. El Juramento El Candidato da nueve pasos en escuadra hasta la Mesa del Maestro, asciende los nueve escalones, se arrodilla y coloca su mano derecha sobre el Libro, y el Maestro la suya sobre la del Candidato.
El Candidato se compromete a cumplir con lo inscripto en los cinco cuadrados y los tres Grandes Triángulos masónicos, es decir, ser un ejemplo de lo que se consideran las 29 virtudes de un Gran Maestro.
En particular, jura valorar y respetar los principios contenidos en las Nueve Grandes Luces.
Promete que, en caso de ser llamado la presidir una Logia, lo hará con sabiduría y ecuanimidad.
Y se resalta la importancia del Secreto.
Durante el Juramento, debe volver a sentir el calor del Fuego.
125. VII. El Candelabro de Nueve Brazos
126. La Luz Oscura El Maestro, paradójicamente, dice “La Luz brilla”, y todos responden:
“Lux Est”, cuando en realidad el Candelabro tiene sus luces apagadas.
Claramente, la referencia es a una luz que no es visible con los ojos.
Esto recuerda a la “oscuridad visible” de la que se habla en el Rito de York.
127. La Luz Se encienden sucesivamente las Nueve Luces, y para cada una, el Iniciado dice:
“Que la Luz de la ------------ brille en mí”, mencionando cada una de las “virtudes” referidas en los Tres Grandes Triángulos.
Es una internalización del símbolo, que aspira a transformar el interior del Iniciado en una Logia presidida por un Gran Maestro (el Sí-Mismo).
128. VIII. La Estrella Se le presenta al Candidato la Estrella de la Mañana (el Lucífero), en la forma del Pentagrama Dorado, rodeado de nubes.
El Maestro narra la historia legendaria de los sabios caldeos, adoradores del Fuego,
y de los sabeos, adoradores de los astros.
Mientras tanto, el Candidato toma el incensario desde el Altar correspondiente, e incensa la Estrella nueve veces.
129. Lucifer El Maestro le explica al Candidato, una vez finalizado el incensado de la Estrella, el verdadero significado del término “Lucifer”.
Le explica lo que significa el “portador de la Luz”, las interpretaciones gnósticas de la disputa entre Lucifer y Jehová, y se eleva por sobre las doctrinas religiosas triviales y limitadas.
Debe evitar caer en torpezas demonológicas o absurdas, sino mantenerse en todo momento dentro de la más alta filosofía.
130. IX. La Consagración En este grado, la Consagración se culmina cuando el Iniciado atraviesa la bóveda de acero formada por todos los presentes.
Este es un honor reservado en Masonería al Gran Maestro y los Grandes Dignatarios.
Por lo tanto, es una forma de reconocer tal condición en el Nuevo Iniciado.
131. La Clausura – El Perfume El primer acto de la Clausura, es el incensado amplio y total del Templo.
Esto recuerda la leyenda del Templo de Salomón que, al ser consagrado, se llenó de un perfume misterioso, junto con toda la ciudad de Jerusalén.
Quizás esto representa la Iluminación, que “envuelve” al Iniciado como el humo y el aroma del incienso.
132. La Clausura Para la Clausura, los antiguos Rituales incluían una frase enigmática:
“Hermano mío, entrad en la cueva de Siloc (o Siloé), trabajad con el Gran Rafodom, dirigid vuestros pasos al Sol y entonces la Gran Águila Negra os cubrirá con sus alas, hasta que al fin obtengáis lo que deseáis, con la ayuda de los Muy Sublimes Príncipes, Grandes Comendadores del Real Secreto”.
Es imposible, en la actualidad, desentrañar eñ sentido que esta frase pudo tener en el Rito Escocés del siglo XVIII.
Hoy todo eso, generalmente, se suprime, y sólo se dice que la Clausura se efectúa “a la hora en que el Mundo espera la Luz”.
Lo que queda claro, por cierto, es la gran cantidad de información y simbolismo de este Rito que se ha perdido, y que urge recuperar.
133. 7. Instrucción
134. Micro y Macrocosmos
135. El espacio de la Logia La Logia, habitualmente considerada como símbolo del Universo, se interpreta como un espacio sagrado, en el que se manifiestan las leyes y fenómenos naturales tal como ocurren en el Macrocosmos, y como deberían ocurrir en el Microcosmos.
Y se habla de la Logia en el interior, es decir, de un espacio sagrado en lo profundo del ser humano.
En tal sentido, el Venerable Gran Maestro es quien preside esa Logia en el interior, o quien debería presidirla, denominado en términos junguianos el Sí-Mismo.
136. El concepto de la Maestría Este grado presenta el concepto de la Maestría bajo una nueva luz.
Existe una Maestría formal, derivada del nombramiento o la elección, cuyo valor es institucional.
Existe una Maestría racional, característica del hombre cuya razón gobierna sus actos y sentimientos.
Una Maestría interior, expresada en el Sí-Mismo como centro de la personalidad, en torno al cual giran los arquetipos y figuras simbólicas del ser (“los Oficiales del Maestro”).
Y una Maestría esotérica, interior y exterior a la vez, que engloba y supera las anteriores.
Es la Maestría del hombre que guía sus actos por la razón, sin que la razón lo limite; que centra su ser en el Sí-Mismo, sin que este lo devore, y que, siendo totalmente Maestro, es totalmente libre.
137. Las herramientas La Maestría es tal en cuanto quien la detenta es absolutamente experto en el manejo de las herramientas.
Experticia que lo capacita para la enseñanza del Oficio.
Y que le permite, a su vez, trascender, cuando lo desee, esas mismas herramientas, liberándose de ellas cuando su creatividad lo requiera.
138. La “Virtud” Con el término “virtud” (del latín virtus) se designan cualidades buenas, firmes y estables de la persona, que perfeccionan su inteligencia y su voluntad, y la disponen a conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con más libertad y gozo, acciones excelentes, para alcanzar su plenitud como persona.
Pero esta palabra se ha empleado tanto, que ha perdido su verdadero significado.
Hoy, virtud es casi sinónimo de “hipocresía religiosa”, de “represión sexual” o cuestiones similares.
El significado masónico del término Virtud se comprende mejor con la noción griega de Areté.
139. Areté La areté (en griego a?et?) es uno de los conceptos cruciales de la ética y la política de la Antigua Grecia.
En su forma más elemental, areté es la "excelencia"; la raíz etimológica del término es la misma que la de a??st?? (aristós, 'mejor'), que designa el cumplimiento acabado del propósito o función.
Según Hipias, el fin de la enseñanza era el “areté”, que significa capacitación para pensar, para hablar y para obrar con éxito.
Hacia la época clásica —sobre todos los siglos V y IV a. C.— el significado de areté se aproximó a lo que hoy se considera virtud en general, incluyendo rasgos como la µe?a??????a (megalopsyjía, magnanimidad), la s?f??s??? (sofrosyne, 'templanza´) o la d??a??s??? (dikaiosyne, 'justicia').
La adquisición de la areté era el eje de la educación (pa?de?a, paideia) del joven griego para convertirse en un hombre. Tanto Platón como Aristóteles harían de la areté uno de los conceptos centrales de su doctrina ética.
Masónicamente, Areté sintetiza las ideas de excelencia, perfección en el Oficio, sabiduría, justicia, ética y valor, y es, por lo tanto, aquello que define a un Gran Maestro.
140. Areté
141. Areté y Agon El conflicto (agón) era básico para los griegos. El conflicto es la medida de las cosas. Las cosas se comparan en conflicto continuamente, y así establecen su lugar.
Por ello, para los griegos, el areté exige que nos esforcemos por la excelencia en cuanto hacemos, aunque no lo alcancemos. Porque el agón es lo que nos ennoblece, al margen de si otros tienen más areté que nosotros en un área o en una tarea. Los otros son el listón que tratamos de saltar, pero como el atleta olímpico que hace salto de altura, sólo compites al final contra tí mismo, contra tu propia capacidad. Dada la importancia que el valor militar y la fuerza tenían para los griegos, no es extraño que una de las mayores expresiones del areté se diera en el combate, en la forma de la aristeia, el duelo singular entre dos héroes. La Ilíada está llena de estas escenas, en las que incluso los combatientes de alrededor se detendrán para contemplar el combate, porque son conscientes de que presencian algo trascendente. Porque el que se enfrenta siempre es noble, aunque pierda. Sólo te deshonra el rechazar la oportunidad de ponerte a prueba.
Una idea importante que saco de aquí es: dado que, al final, no hay nadie más contra el que competir que tú mismo (porque el que otro tenga un mayor areté que el tuyo no resta valor a tu esfuerzo), no hay excusa para no intentar ser mejor. No hay excusa para la complacencia, para el miedo, o para no atreverse a algo. Son elecciones de cada uno, y pueden ser válidas, lo que no hay es excusa. La virtud del areté está en el esfuerzo por la excelencia más que en esta, porque si no la buscamos incansablemente, nunca la hallaremos.
142. Las 29 Virtudes Los Rituales suelen indicar las 29 virtudes características de un Gran Maestro.
Pero la lista de tales virtudes es realmente decepcionante; Blanchard, por ejemplo, indica:
Prudencia, Templanza, Castidad, Sobriedad, Heroísmo, Firmeza, Ecuanimidad, Paciencia, Pureza, Honor, Fidelidad, Puntualidad, Caridad, Bondad, Generosidad, Liberalidad, Desinterés, Piedad, Perdón, Paciencia, Veneración, Devoción, Patriotismo, Gratitud hacia Dios, Amor por la Humanidad, Confianza en la Naturaleza Humana, Verdad, Justicia y Tolerancia.
Muchas de estas son triviales, y otras parecen la obra de un jesuita fanático.
Nosotros pensamos que una lista de virtudes más apropiada para un Gran Maestro Masón sería, por ejemplo: Sabiduría, Conocimiento, Plenitud en la Vida, Interés por todo lo Humano, Valor, Firmeza, Ecuanimidad, Paciencia, Ética, Honor, Fidelidad, Puntualidad, Solidaridad, Fraternidad, Lealtad, Generosidad, Rechazo de la Opresión, Comprensión de la Humanidad, Trabajo, Paciencia, Admiración por el Universo, Asombro ante la Naturaleza, Respero por el Otro, Respeto por las Diferencias Religiosas, Amor por la Humanidad, Entendimiento de la Naturaleza Humana, Verdad, Justicia y Tolerancia.
143. La Sabiduría Es uno de los principales atributos de un Gran Maestro.
Se supone que quien posea esta grado debe demostrar en todos sus actos, juicios e ideas una gran sabiduría.
¡Ojalá alguna vez eso fuera realidad y no una mera declaración formal de los Rituales!
144. Hiram Abif Cassard dice que este nombre significa “Hombre inspirado” (Francken dice: “Hiram el inspirado”).
Posiblemente esto no tenga sentido idiomático, pero es apropiado para este grado, como símbolo del Maestro que ha alcanzado la inspiración y la excelencia.
145. El Templo Desde un punto de vista esotérico, el Universo entero puede ser visto como un Templo, y viceversa.
Un Templo concreto no implica, por lo tanto, el exclusivismo de pensar que sólo en él se encuentra lo Divino.
Un Templo es, entonces, el lugar donde nos volvemos conscientes de que el Universo es realmente el único Templo verdadero.
146. El Templo Y por ello los Templos masónicos son siempre representaciones, mejor o peor logradas, del Cosmos, o cuando menos de la imagen del Cosmos que tiene la humanidad en cada época.
Así como las Logias Simbólicas ven el Universo desde una óptica geocéntrica, las Logias de Perfección y los Capítulos deberían hacerlo desde una heliocéntrica (de ahí la presencia del Sol en la joya del grado 14°), y los Consejos deberían presentar una mirada realmente universal.
147. Preguntas y Respuestas P.: ¿Por qué rumbo viajastes?
R.: Del Sur hacia el Oriente.
P.: ¿Cuántas veces?
R.: Nueve.
P.: ¿Por qué nueve?
R.: En recuerdo de los nueve Maestros que viajaron a Jerusalén.
Esto es difícil de comprender, porque parece no coincidir con las Leyendas de los grados anteriores.
Se dice que estos nueve Maestros eran: Esdras, Zorobabel, Phachi, Joshua, Elial, Josada, Homen, Nehemías y Malaquías, lo que tampoco es muy consistente con lo visto en otros grados.
Esto parecería indicar que el grado pertenecía originalmente a otro Rito u otra Orden, y sólo posteriormente se incluyó en la escala escocesa.
148. Preguntas y Respuestas P.: ¿Cuál era tu nombre antes de recibir este grado?
R.: Zorobabel.
P.: ¿Cómo te llamas ahora?
R.: Ciro.
Esto es muy interesante, porque parece implicar una inversión del simbolismo del grado 15°.
Aquí el Candidato aspira a personificar el arquetipo corporizado en Ciro, y abandonar el arquetipo representado por Zorobabel.
Esto indica, con claridad, un retorno a lo pagano, después de haber trabajado dentro del monoteísmo hebreo.
Además, así como Ciro se caracterizó por su tolerancia, amplitud de criterios y respeto hacia todos los pueblos, así el Gran Maestro debe ser amplio, comprensivo y tolerante hacia todos los Ritos, de forma tal que pueda “reunir lo disperso”.
149. Kilwinning
150. Kilwinning
151. P.: “¿Qué simboliza el Fuego?”
152. P.: “¿Qué simboliza el Aire?”
153. Justicia Según John Rawls, "La justicia es la primer virtud de la instituciones sociales, así como la verdad es a los sistemas del pensamiento“.
Para Platón, la Justicia es la armonía social, y se alcanza cuando los gobernantes se transforman en filósofos.
Del mismo modo, la armonía en una Logia se alcanza cuando su Maestro es un verdadero Filósofo (un amante de la Sabiduría).
En la imagen, la Filosofía, de Rafael (1511).
154. Tolerancia Es la actitud de una persona respecto a aquello que es diferente de sus valores.
También es la capacidad de escuchar y aceptar a los demás, comprendiendo el valor de las distintas formas de entender la vida.
La tolerancia requiere, obviamente, de la Sabiduría, para poder entender para luego comprender.
157. En síntesis: este grado necesita ser rectificado. Necesita que se lo purifique de su carga jesuítica y eclesiástica, especialmente en lo relativo a la enumeración de las virtudes de un Gran Maestro. Necesita que se recuperen los elementos llamados “paganos” de su Ritual, que constituyen precisamente la parte más interesante del mismo. Y necesita, con urgencia, dejar de ser conferido por comunicación, para que pueda constituir una verdadera Iniciación a la Gran Maestría.
159. Dr. Jorge Norberto CornejoBuenos Aires - Argentina mognitor1@yahoo.com.ar