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De otras épocas. Ciudad de Avellaneda su historia. Bienvenidos a la Ciudad de Avellaneda …Su Historia. Autoridades Municipales Intendente Municipal Baldomero Alvarez de Olivera Secretario de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Antonio Hugo Caruso Director de Patrimonio Cultural
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De otras épocas Ciudad de Avellaneda su historia
Bienvenidos a la Ciudad de Avellaneda…Su Historia Autoridades Municipales Intendente Municipal Baldomero Alvarez de Olivera Secretario de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Antonio Hugo Caruso Director de Patrimonio Cultural Rudi Varela Recopilación Patricia Denti. Diseño y Diagramación Marcela L. Nieto Consultas Avda. Mitre 366. TE: 4505-9555/56/58 int. 26 de 8hs a 17hs. patrimonioavellaneda@hotmail.com Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl Mercado de Abasto Sabía Ud. que el Mercado de Abasto de Avellaneda poseía una de las instalaciones más completas y modernas existentes en el país?. Hasta los años ‘30, el abastecimiento de la ciudad de Avellaneda constituía uno de los problemas de solución dificultosa para su densa población, teniéndose que soportar el alza continua de los precios en razón de las distancias. Por otra parte la fiscalización de esos productos era practicamente nula y la inspección sanitaria resultaba casi imposible, con los consiguientes peligros para la salud pública. Era entonces Intendente Don Alberto Barceló, y a sus gestiones se debe la iniciativa de establecer una entidad que concentrara todas las operaciones de abasto, lo que finalmente se cristalizó en el año 1930, inaugurándose el Mercado de Abasto y Frigorífico de Avellaneda que facilitó a la población la forma de encarar uno de sus principales problemas: el del abastecimiento. Esta empresa comercial que tan resueltamente emprendió la construcción del gran Mercado de Abasto y Frigorífico, al mismo tiempo que realizaba un meritorio progreso local, allanaba inconvenientes urbanos de gran importancia. Ubicado inmejorablemente a un paso de Avda Mitre y a pocas cuadras del puente sobre el riachuelo no podía ser mas estratégica sus situación. Se resuelven de esta manera las dificultades para los minoristas de Avellaneda, Lomas, Quilmes, etc.., contándose con vías de acceso que cada día mejoraban sensiblemente y permitían el envío abundante de frutas y verduras con la consiguiente economía de fletes y tiempo lo que beneficiaba el precio de ventas. También se realizaban obligatoriamente la inspección veterinaria de todos los productos de abasto destinados al consumo de la población, de esta manera se garantizaba la higiene y buena calidad de los productos. Nos cuenta el anuario “La Razón” del año 1938 que: “ las doce grandes camaras situadas en planta baja, lado Sur del establecimiento con acceso por dos calles, con una capacidad de 1000 metros cúbicos, un compresor de 133.000 calorías y otro de 66.000, constituyen el equipo de este frigorífico y hacen que estas instalaciones se transformen en una de las mas modernas de la época existentes en el país”. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
Sabía Ud. que el taller de costura para pobres en Avellaneda llegó a tener subsidio de la Nación debido a su gran obra de caridad?. El 19 de Julio de 1892 veía la luz en la ciudad de Avellaneda .el Taller de Costura de San Vicente de Paul. Se concentraba en ello, una nobilísima aspiración de la señorita Adelina Ruiz Diaz, respondiendo a la realidad de la época en que la necesidad era demasiada por la condición precaria en que se desenvolvía la población obrera. El día de la fundación del Taller, hallábanse representados en esa reunión inaugural todos los hogares tradicionales y de significación bajo la presidencia de la señorita Ruiz Díaz, alma noble en la que se había plasmado la herencia inapreciable de las virtudes de sus mayores. Se entregaba a esto con fervor, y es así como surgió el Taller de Costura, puesto bajo la advocación de San Vicente de Paul. Apenas fundado este taller, las damas se entregaron a la tarea de la beneficencia. La acción que debía realizar esta entidad exigía un esfuerzo considerable; las necesidades eran superiores al rendimiento personal de aquellas, que trabajaban incansablemente todos los días, en la confección de las ropas y prendas de abrigo para los pobres que en gran número acudían al taller en demanda de ayuda. Sacrificando horas al descanso, muchas veces privándose de legítimas satisfacciones, en el local del taller, situado en Avenida Mitre se reunían a diario las damas para coser. Tan identificadas se hallaban en el concepto de dar por el placer de “dar” simplemente, que el tiempo no tenía significado para su empeñoso sacrificio. Acudieron a los poderes públicos y fue entonces cuando la Municipalidad de Avellaneda, reconociendo la obra que desarrollaba el Taller de costura votó una subvención con lo que se pudo ampliar el beneficio a barriadas de extramuros. El trabajo de la entidad se extendió mucho mas allá de la planta urbana. Los vecinos, los comercios y las industrias, reconocieron la importancia de este arduo trabajo, y prestaron también una valiosa colaboración. Con ese verdadero espíritu de solidaridad el Taller, año tras año, fué protegiendo a cuantos se presentaban reclamando ayuda. Al llegar el año 1915, el Gobierno de la Nación, advirtiendo la necesidad de esta entidad y el verdadero trabajo solidario que ejercía, subvencionó al Taller con la suma de cien pesos mensuales. A los fondos que se reunían se agregaba el dinero recaudado en las fiestas de beneficencia que se realizaban, siendo estas las que constituyeron en su hora, verdaderos acontecimientos sociales. Posteriormente, por circunstancias especiales el Taller de Costura San Vicente de Paul, debió dejar su denominación para adoptar el de Taller de Costura para los pobres de Avellaneda. Este fue el nombre que durante muchos años siguió orientando a las entusiastas y noblísimas damas que se alistaban en sus filas, para apaciguar las necesidades de quienes menos poseían. “De otras épocasEl taller de costura para pobres de Avellaneda Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
Sabía Ud. que los avisos esporádicos o circunstanciales aparecidos desde el primer periódico de Barracas al Sud en 1877 hasta el año en que al Partido se le dió el nombre de Avellaneda, nos señalan, no solo una forma de vida, sino una forma de expresión directa y muestra por otra parte el periodismo de la época? Aquellos avisos, que se inician desde las dos últimas páginas de nuestro primer periódico, guardan la ingenuidad de su tiempo y nos señalan, no solo un método de vida, sino una forma de expresión directa y típica del periodismo de la época, que en algunos casos nos parecería chocante, pero cuya intención nunca estuvo más allá de la muy cordial y campechana vida de relación de los pueblos de nuestra ciudad. La aparición de “El Pueblo”, señala justamente el comienzo de nuestros avisos publicitarios y de lo que hoy conocemos como avisos clasificados, estos últimos fraseados con tan ingenua despreocupación que hoy nos causan gracia y hasta estupor. En el número inicial del periódico de don Manuel Justiniano Estévez, hubo muy pocos avisos, mezclando los de Buenos Aires con los de Barracas al Sud: se encuentran en éste el anuncio de la venta de terrenos por don Miguel Iriarte, ubicado en la calle Progreso (Paláa) esquina Alsina; un alquiler en la calle Libertad (España) numero 45 y el aviso profesional del doctor don Manuel Padrós, “médico de las facultades de Barcelona y Buenos Aires que “recibe consultas en su domicilio, calle Mitre Nº 19, de 12 a 3 de la tarde y que “atiende a los pobres gratis “. Los primeros avisos eran todos ofrecimientos del comercio minorista de la zona, profesionales y gentes de oficios diversos, que en cuatro o cinco líneas y con una variedad de tipos de letra y adornos ocupaban su lugar en las hojas dominicales del periódico. Los más interesados en ofrecer las bondades de su oficio, y los artículos de un ramo entonces bastante extenso, eran los peluqueros, que además cumplían las funciones de ayudante de los médicos. He aquí los anuncios mas llamativos: “LUIS JUNIO: Sangrador, aprobado por la Facultad de Medicina de Buenos Aires, ofrece sus servicios profesionales. Dirigirse a la barbería del mismo a toda hora. Calle Mitre Nº 355, pasando la plaza. Nota: se sacan muelas”. “El Pueblo, 26 de agosto de 1877”. BARBERÍA Y PELUQUERÍA DE PASCUAL BAÑASCO: Se vende trabajo de pelo hecho (pelucas indudablemente), se hace toda clase de pelo caído (?) a precios muy baratos. Se venden perfumerías de las primera fábricas de Europa, Calle Mitre 287 Barracas al Sud”. “El Pueblo, 25 de Agosto de 1878”. Encontramos también otros avisos de ofrecimientos particulares donde lo ingenuo parece mezclarse a lo picaresco. Han sido extraídos del periódico “El Orden”, correspondientes a los días 26 de enero y 2 de febrero del año 1890: “AMA DE LECHE: Se orece una ama de leche fresca y joven, de nacionalidad española, para criar a domicilio. El que se interese puede concurrir a la calle Asunción esquina Libertad (España). Casa de Benita Díaz”.”AMA DE LECHE: Se ofrece una ama de leche joven y fresca. El que se interese puede concurrir a la calle O`Gorman (25 de Mayo) Nº 50”. Las rifas de propiedades, objetos y animales eran comunes en la época. Solía rifarse de todo, siempre con la anuencia municipal, y se podía leer anuncios como estos: “Hoy!!! Hoy!!! se tirará la Gran Rifa del petiso overo negro en el almacén Oriental de Angel Ponciolo. a las 2 de la tarde Calle Mitre 206” El tema es muy extenso, pues todos y cada uno de los avisos, los cuales podemos encontrar en los anuarios del Archivo Histórico Municipal, entronca con la historia social de nuestro pueblo y va marcando paso a paso su evolución. De otras épocasLos avisos del ayer Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasBreve historia de la primer Casa Municipal Sabía Ud. que no se tienen antecedentes acerca de donde funcionaron las autoridades municipales, durante los primeros años de la creación del partido?. Fueron 20 años en los que no se sabe en donde funcionaron las autoridades municipales, recién en 1870 la vieja aspiración vecinal de dotar a la comuna de un edificio adecuado comenzó a concretarse, celebrándose la escritura pública para la adquisición de un terreno, propiedad de Don Juan M. Núñez y ubicado sobre el camino real, frente a la Iglesia. Se trata del solar donde funcionó la comisaría de la seccional primera, que fue posteriormente sede de la inspección de zona y donde hoy se levanta el edificio de la U.T.N y la Escuela Nº1. Esta obra comenzó a construirse el 11 de setiembre de 1871, según planos del arquitecto José Olivella y se habilitó en parte durante el mes de abril de 1872, prosiguiéndose los trabajos a medida que se obtenían los fondos suficientes. Podemos encontrar en los escritos que datan de aquel tiempo la nota elevada al ministro de Gobierno Malaver por el presidente de la Municipalidad local Don Manuel Estevez: “Construído en este pueblo el Templo, la Casa Parroquial y los edificios para escuelas públicas, solo falta un edificio para Juzgado y Casa Municipal”. “Para llenar esta urgente necesidad, la corporación que presido acordó la compra de un terreno enfrente de la plaza y se levantaron planos y presupuesto de la obra que se proyectaba”. “El edificio se compone de una hermosísima recoba frente a la plaza, cuatro piezas para el Juzgado, una para los vigilantes y otra para presos, aljibe, etc., en la parte baja. En la parte alta, un salón de quince varas por siete de ancho y una pieza más destinada para la Municipalidad, en cuyo edificio se han empleado los mejores materiales”. Nos cuenta el anuario “La Libertad” del año 1958 que el reloj que durante mucho tiempo funcionó en la cúspide del edificio, fue adquirido por licitación pública, fijándose entre las condiciones su visibilidad, cuerda por lo menos para ocho días, toque de las horas. Su costo fue de treinta mil pesos de moneda corriente. Allí funcionó el concejo deliberante y la intendencia en el piso alto, destinándose la planta baja para comisaría, hasta 1899 en que fue adquirido por la Municipalidad el edificio de Mitre 366. La casa municipal ha experimentado, a partir de entonces, diversas transformaciones, por el constante progreso edilicio de nuestra ciudad, y las constantes necesidades de progreso de la misma. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocas Frigorífico La Blanca Sabía Ud. que el frigorífico “La Blanca” fue uno de los establecimientos industriales más importantes de Avellaneda y del país?. En los comienzos del siglo que tan gratas sorpresas deparó para el progreso de todas las industrias, se instaló en la Argentina la “S.A. La Blanca”. Era un comienzo que encerraba una promesa para la industria frigorífica. El 7 de mayo de 1903 se inaugura en Barracas al Sud este frigorífico, fiel reflejo de la importancia que adquiría nuestro país en esta industria. Sus instalaciones fueron cambiando hasta transformarse en los años ‘40 en un verdadero modelo en su género, ocupó grandes terrenos en Avellaneda, hay en esto una historia de inquietudes por mantener siempre en alto un prestigio y por anticiparse siempre a las crecientes necesidades de la demanda. Año tras año, introdujeron mejoras, efectuándose ensanches, se construyeron nuevos edificios y comodidades para el embarque de los productos al exterior y aumentos en la capacidad para la faena, como también de las camaras frigorificas. En 1913 un devastador incendio destruyó parcialmente el frigorífico y causó cuantiosas pérdidas, pero rápidamente los edificios destruidos por las llamas, fueron reemplazados por flamantes construcciones, mayores y más eficientes. Prestó en todo momento su valioso aporte a los ganaderos, brindándoles para sus productos un mercado adecuado y ventajoso, siempre cooperó práctica y eficientemente con los productores de ganados argentinos, exhibiéndoles las reses faenadas provenientes de sus rebaños, igualmente expuso en el país y en el extranjero las carnes y derivados de la ganadería con el propósito de demostrar e imponer la calidad que contribuyera a través de su labor durante muchos años en nuestro país. Cabe agregar que desde 1935, año en que la Sociedad Rural Argentina instituyera el concurso anual de Corderos de Exportación, “La Blanca” facilitó sus instalaciones para la faena, preparación y clasificación de las reses ovinas que los productores enviaban a competir por los premios y menciones que se otorgaban con motivo de estos importantes certámenes. Este frigorífico realizó su tarea inspirándose siempre en la honestidad de procedimientos comerciales e industriales, usando los métodos más modernos de producción y adiestrando a su personal para obtener productos superiores a un precio mínimo en beneficio del consumidor Por todo esto es que el frigorífico “La Blanca” se transformó en uno de los establecimientos industriales mas importantes de Avellaneda y del país entero. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa labor de los bomberos en la Parroquia de la Asunción Sabía Ud. que en la tarde del 27 de Febrero de 1948 los bomberos de Avellaneda realizaron una arriesgada labor al advertir que la antigua declinación de la cruz que coronaba la torre del templo parroquial de la Asunción, corría el riesgo de caer?. La iglesia que suplantó a la Capilla del Italiano se inauguró el 18 de marzo de 1860, Barracas al Sud siguió teniendo como Patrona a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción desde que se creó el Curato. El periódico local “El Progreso de Barracas”, señala el 20 de julio de 1902 que el templo amenaza derrumbarse, el 13 de octubre de 1904, la Comisión Pro Templo se dirigió al entonces Comisionado Municipal Emilio B. Barceló, a los efectos de solicitar la reparación de la misma. En 1910 las obras ya están concluidas, seis años más tarde, el 9 de julio de 1916 se inaugura el ensanche y decoración interior del templo. Cada torre del templo era coronada por una cruz de hierro que por muchos años fueron seguras y formaron parte de la vista de la iglesia de la Asunción. En 1948 al comprobarse que la declinación que se advertía en la cruz que coronaba la torre derecha del templo parroquial de la Asunción se había hecho mucho más pronunciada, lo que podría originar un sensible desprendimiento, se dio intervención al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Avellaneda, quienes concurrieron con una dotación al mando del jefe interino señor Emilio Ramírez, procediendo a escalar la torre mediante una escalera extendida desde la mitad de la calzada. Una vez en lo alto, los hombres procedieron a asegurar la cruz de hierro en su base con lo cual se alejó toda posibilidad de los temido percances. También estuvo presente en la operación el presidente de la sociedad Señor Luis Roasenda y la maniobra fue seguida por numeroso público. Finalmente en 1966 la Municipalidad realizó una inspección detectando que habían cedido parte de los cimientos e inestabilidad en las dos torres, ya había pasado mas de un siglo de su construcción cuando en 1971 comenzó a demolerse. Por ese entonces el concepto de conservación del patrimonio no era tan fuerte como el actual y hubo muy pocos avellanedenses que protestaran por su derribo. Sus elementos fueron subastados públicamente, obteniendo el Museo y Archivo Histórico Municipal varios de los mismos, los que se encuentran hoy en una muestra permanente en el Centro Cultural Barracas al Sud de Avda. Mitre 366. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa Pulpería de Pavón y Mitre Sabía Ud. que la pulpería que estaba ubicada en Pavón (hoy Hipolito Irigoyen) y Mitre a mediados del siglo XIX pertenecía a una sobrina de José de San Martín?. Por aquellos años Don José Cabo se casó con Doña Antonia San Martín, hija de José María, el hermano del general. Don José María no era militar sino labrador. Mientras su ilustre hermano brillaba en la carrera de las armas, él hacía brillar la reja del arado, abriendo el surco a pleno sol. Justamente, el Libertador dejó a su hermano, en donación, las leguas de campo que le cedió el gobierno en Tolosa, cerca de La Plata en reconocimiento de los servicios prestados a la patria. De este matrimonio nacieron doce hijos de los que solo quedaron cinco: José, Eustaquio Francisco, Gerardo, Adela y Ricardo. Fue en Avellaneda donde Don José Cabo conoció los mejores tiempos, pues dejó sus labores campestres y abrió con su esposa y compañera ejemplar un gran almacén en Barracas al Sud. Estaba situada junto al Riachuelo, en avenida Mitre y Pavón. Desde ya, Avellaneda no existía en aquellos tiempos tan lejanos. Sobre el viejo puente de madera se hacía el pasaje de los productos del país (cueros, carnes, cereales). La parada en la pulpería de don José Cabo era casi una consigna. Doña Antonia San Martín atendía a todos; una copa, un par de alpargatas, ropa, utensillos de cocina, aperos y útiles de labranza, es decir toda esa típica variedad del comercio de ramos generales. Todos respetaban a esa mujer, era nada menos que la sobrina de San Martín. Pero ella insistía en su vieja consigna: “Los San Martín damos; nunca pedimos nada”. Así educó a sus hijos y jamás fue el parentesco la llave para abrir ninguna puerta. Esta vecina ejemplar de Barracas al Sud, solía decir que también como su padre, el general fue labrador, solo que sembró su cultivo en el amplio surco de América, la libertad de los pueblos. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLos viejos cementerios de Barracas al Sud Sabía Ud. que en 1854 comienzan a usarse para el cementerio las tierras donadas por un vecino de la zona, y que no se sabe aún la ubicación correcta?. No sabemos en donde enterraban a sus muertos en la época colonial los vecinos de Barracas al Sud. Juan José Sarobe, narra en 1948 a la revista “La Esfera” que antes de “La Capilla del Italiano”, algunos muertos se enterraban al borde de un arroyo, que luego se denominó “de la Cruz” o “de la Crucesita”. En el libro “El partido de Avellaneda” de Antonio Torassa, encontramos que la primera noticia sobre el cementerio local data del año 1854, en que un vecino, Don Juan Ortiz, hace donación de un terreno de cien varas de frente por cien varas de fondo, destinado a cementerio y a condición de que las autoridades contruyeran un pequeño puente para comunicarlo con el pueblo. Este dato nos hace saber que el enterratorio estaba separado de la población por un arroyuelo o zanja, habiendo un desacuerdo entre el vecino y las autoridades municipales, este se resistió mas tarde a escriturar su oferta, aún así debió utilizarse durante algún tiempo hasta que en1865 se habla nuevamente de la construcción de un cementerio. Según los datos que encontramos en el libro de Rudi Varela “ La Época Rústica en Avellaneda y Lanús”, en 1865 se construye el primer cementerio en pleno centro del que después fue pueblo, la plaza “General Belgrano”, hoy Hospital Fiorito. Poco tiempo después, cuando estalla la epidemia de cólera en 1867 se construyó provisoriamente uno, en la quinta de la sucesión Felipe Piñeiro ubicado en Cordero, Mansilla, Basabilvaso y Salta, pero aún estaba cerca del pueblo por lo tanto había que llevarlo más lejos. En 1874 se inaugura el que hoy esta vigente, se compraron los terrenos de la familia Vedoya, para destinarlo a enterratorio. En un principio ocupaba 2 hectáreas y estaba destinado abastecer una población de alrededor de 5000 habitantes. Con el tiempo nuestra ciudad tuvo un vertiginoso avance y por lo tanto la población creció drásticamente, al punto que en 1895 pasó a tener alrededor de 18000 habitantes. Para facilitar los entierros a esta cantidad poblacional, el cementerio Municipal, comenzó a hacer ampliaciones, que hasta la actualidad tuvo un total de 5. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl chocolate en Barracas al Sud Sabía Ud. que fue en Barracas al Sud donde funcionó la segunda fábrica de chocolate del país?. Hasta 1870 era elaborado en Europa el chocolate que consumía nuestro país. Desde los quietos días coloniales nuestro país fue un importante mercado consumidor de chocolate. El tradicional producto, mezcla de cacao, azúcar, vainilla y otros aditamentos en ese tiempo era introducido al puerto de Buenos Aires desde Europa. Las restricciones económicas de la época, eran tan severas que a nadie se le ocurría, por más sencillo que fuera el procedimiento, montar una planta elaboradora. Cuando a raíz del pronunciamiento popular de 1810 se inició el estado de guerra con la Madre Patria, en los hogares porteños y provincianos no faltó el chocolate como infusión nutritiva, a la que eran muy afectos nuestros antepasados, esto se explica por la intensificación del contrabando, llevado a efecto preferentemente por barcos británicos, holandeses y de otras procedencias los que introdujeron artículos de toda índole y a menor costo, donde figuraba por supuesto el chocolate. Esta situación perduró hasta 1870 cuando un industrial de origen francés de apellido Leroux fundó en Buenos Aires en un edificio de la calle Cangallo la primera fábrica argentina de chocolate. Años más tarde, el 23 de julio de 1876, según nos cuenta el archivo del historiador Andrés Cuello Freyre, fue cuando don Pedro Seminario, (hay una calle con su nombre en el Barrio Güemes), perteneciente a una familia tradicional de Barracas al Sud, estableció otra fábrica, que compitió con la de Leroux en la calidad del producto. Esta funcionó hasta finales del siglo XIX, en la segunda cuadra de Av. Mitre, a escasa distancia del antiguo puente Barracas. Seminario introdujo equipos mecánicos modernos y su establecimiento fue modelo en su género. Tanto así que ese año fue visitado por una delegación de la Sociedad Científica Argentina, que recogió óptima impresión. En los anales de dicha entidad publicados posteriormente, se describen prolijamente los procesos de elaboración. Puede decirse gráficamente que la zona donde funcionó esta fábrica, el Cuartel Primero, fue el cerebro del partido, ya que en este centro de población se desarrollaban las principales actividades que mueven todo el engranaje de una gran ciudad. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasSe constituye el Consejo Escolar de Barracas al Sud Sabía Ud. que el 03 de enero de 1876 ante las necesidades que se presentaban con respecto a la parte edilicia y organizativa de las escuelas de Barracas al Sud se crea el Consejo Escolar?. Había que abocarse al estudio minucioso del problema de la edificación escolar, para establecer sus deficiencias y con mira a la ansiada solución. Fue así que al comprobar que en general la construcción adolecía de serias deficiencias, se encararon las gestiones pertinentes ante la superioridad, a fin de acelerar los trámites para la edificación fiscal en el distrito. Ante estas necesidades era imperioso que se creara un Consejo Escolar que organizara y reordenara las necesidades y los diferentes tipos de problemas que existían en esos momentos. La descripción que Rudi Varela nos da en “La enseñanza primaria oficial en Avellaneda y Lanús” (1852-1944) dice que la ley Provincial de Educación Común fue sacionada el 26 de setiembre de 1875 y rigió hasta el 17 de octubre de 1905. Fue una ley bien pensada y excelentemente redactada. A ella se debió el orden que comenzó a reinar en la instrucción primaria. El Art. 1º de esta ley declaraba que la educación era gratuita y obligatoria. Esto hacía que se multara a los padres que no mandaban sus hijos al colegio. Por el Art. 16 se creaba un Consejo General de Educación integrado por 8 miembros y un Director General. Sus atribuciones eran entre otras, expedir títulos a maestros extranjeros, fijar el mínimo de enseñanza, administrar el fondo escolar, etc. El 3 de enero de 1876, a invitación del Presidente de la Municipalidad Julio Panthou, reunidos en sesión plenaria quedó constituido el primer Consejo Escolar de Avellaneda por el Presidente, Manuel Estévez y Caneda; Secretario , Isidoro M. Silges; Tesorero, Pbro. Ildefonso Dorronsoro; Subinspector, José E. Cisneros; Vocales, Cándido López y Gabino Echaburu; Suplentes, Pedro Arizmendi, Ignacio Nelson, Doroteo Vélez, Juan Recarte, Pedro Petrocchi y Lorenzo Basabilbaso. En esta mismo reunión una nota de la Dirección Gral. de Escuelas hace saber que las designaciones de Secretario, Tesorero y Subinspector deben recaer en personas de su seno y en carácter gratuito hasta tanto se conozcan los recursos con que se cuenta . La primer resolución tomada fue levantar un censo de los niños de ambos sexos que existen en el Distrito a fin de saber su numero y disponer lo conveniente. Se halló en esta comisión la mejor disposición que en diversas formas procedieron a solucionar las exigencias inmediatas, quedando así constituido el primer Consejo Escolar en Barracas al Sud. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
“De otras épocasVilla Constitución Sabía Ud. que hubo un decreto dando el nombre de “Villa Constitución” al partido de “Barracas al Sud”?. El 7 de abril de 1852 el ministro de Gobierno Don Valentín Alsina, en atención a la importancia que había adquirido esta zona, de la que también formaban parte lo que hoy es Quilmes, San Vicente, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría, dispuso la creación del partido de Barracas al Sud, nombre que puso el comisario... En ese mismo año el día 2 de Septiembre, el presidente provisional de la Confederación Argentina, General Urquiza, resuelve cambiar la denominación por la de Villa Constitución. Los fundamentos principales según el decreto eran:”Consignar el pensamiento nacional de la actualidad en una de las localidades llamadas a reportar más inmediatamente las ventajas que su realización proporcionará a la República; y considerando también el acrecentamiento de la población y capitales que ha tenido lugar en el Partido de Barracas al Sud”. Esta ciudad era ya en esa época un gran emporio de la industria en pleno crecimiento y los gobiernos presintieron los grandes progresos de la zona. Fue durante el gobierno provincial de Don Guillermo Udaondo que le fue proclamado a Barracas al Sud el título de ciudad y durante la primera gobernación de Don Marcelino Ugarte fue substituido el nombre por el de Nicolás Avellaneda. Según datos suministrados por el “Archivo de La Nación” y por el propio “Archivo Histórico Municipal”. este fué uno de los últimos decretos dictados por el Director Provicional de la Confederación, lo que explica el hecho de que este decreto no se llevara a cabo y ni siquiera halla tenido principio de ejecución. En nuestros Archivos tampoco existe constancia de que en algún momento se lo llamara al partido con el nombre de Villa Constitución ya que toda la documentación de la época está dirigida al Juez de Paz Don Martín José de la Serna de Barracas al Sud”. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl Corralón de los Irigoyen Sabía Ud. que Don Martín Irigoyen, padre de quien fuera posteriormente presidente de la Nación Hipólito Irigoyen, tuvo un corralón en Barracas al Sud?. Allá por el año 1840 no existía el partido de Barracas al Sud, pues esta era zona de Barracas y saladeros y sobre el viejo puente de madera se hacía el pasaje de los productos propios del país, cueros, carnes, cereales, etc., los corralones que contaban con equipos de carros transportadores, eran de vital importancia para la época. Es allí donde aparece en esta zona un corralón de transportes, manejado por don Martín Yrigoyen, de origen vasco, acaudalado comerciante, que contaba con grandes simpatías por sus condiciones de caballero y su hombría de bien. Estaba ubicado en Mitre 211, donde hoy se encuentra la panadería y confitería del Mortero. Las puertas de este corralón eran anchas y daban la impresión de entrar directo al campo, las caballadas martirizaban el suelo con su impaciencia, mientras el carrero ataba los animales a la chata de transporte, por ese entonces había corralones en todos los barrios pero este por su ubicación era uno de los más importantes, se encontraba otro llamado “El Batitú” del otro lado del Riachuelo. Semibarbaros, en su fuerza y en sus desplantes, los carreros en los corralones, alcanzaban una prestancia mitológica. Este corralón contaba con un equipo de carros transportadores de arena que cumplían con una de las funciones mas importantes de la zona. Más adelante, el 25 de enero de 1847, don Martín Irigoyen y doña Marcelina Alem contrajeron enlace en nuestra Señora de Balvanera y posteriormente nació su hijo Hipólito Irigoyen. Son estas solo algunas de las cosas que contribuyeron a la animación de la antigua paz aldeana de las calles de nuestra ciudad, cosas que pertenecen a un tiempo ya desplazado por el progreso de este nuevos siglos. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocas Taller de costura destinado a los pobres de Avellaneda Sabía Ud. que el taller de costura para pobres en Avellaneda llegó a tener subsidio de la Nación debido a su gran obra de caridad?. El 19 de Julio de 1892 veía la luz en la ciudad de Avellaneda. el Taller de Costura de San Vicente de Paul. Se concentraba en ello, una nobilísima aspiración de la señorita Adelina Ruiz Diaz, respondiendo a la realidad de la época en que la necesidad era demasiada por la condición precaria en que se desenvolvía la población obrera. El día de la fundación del Taller, se hallaban representados todos los hogares tradicionales y de significación bajo la presidencia de la señorita Ruiz Díaz, alma noble en la que se había plasmado la herencia inapreciable de las virtudes de sus mayores. Se entregaba a esto con fervor, y es así como surgió el Taller de Costura, puesto bajo la advocación de San Vicente de Paul. Apenas fundado este taller, las damas se entregaron a la tarea de la beneficencia. La acción que debía realizar esta entidad exigía un esfuerzo considerable; las necesidades eran superiores al rendimiento personal de aquellas, que trabajaban incansablemente todos los días, en la confección de las ropas y prendas de abrigo para los pobres que en gran número acudían al taller en demanda de ayuda. Sacrificando horas al descanso, muchas veces privándose de legítimas satisfacciones, en el local del taller, situado en Avenida Mitre se reunían a diario las damas para coser. Tan identificadas se hallaban en el concepto de dar por el placer de “dar” simplemente, que el tiempo no tenía significado para su empeñoso sacrificio. Acudieron a los poderes públicos y fue entonces cuando la Municipalidad de Avellaneda, reconociendo la obra que desarrollaba el Taller de costura votó una subvención con lo que se pudo ampliar el beneficio a barriadas de extramuros. El trabajo de la entidad se extendió mucho mas allá de la planta urbana. Los vecinos, los comercios y las industrias, reconocieron la importancia de este arduo trabajo, y prestaron también una valiosa colaboración. Con ese verdadero espíritu de solidaridad el Taller, año tras año, fue protegiendo a cuantos se presentaban reclamando ayuda. Al llegar el año 1915, el Gobierno de la Nación, advirtiendo la necesidad de esta entidad y el verdadero trabajo solidario que ejercía, subvencionó al Taller con la suma de cien pesos mensuales. A los fondos que se reunían se agregaba el dinero recaudado en las fiestas de beneficencia que se realizaban, siendo estas las que constituyeron en su hora, verdaderos acontecimientos sociales. Posteriormente, por circunstancias especiales el Taller de Costura San Vicente de Paul, debió dejar su denominación para adoptar el de Taller de Costura para los pobres de Avellaneda. Este fue el nombre que durante muchos años siguió orientando a las entusiastas y nobles damas que se alistaban en sus filas, para apaciguar las necesidades de quienes menos poseían. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLos tranvías en Avellaneda Sabía Ud. que durante décadas el tranvía en Avellaneda fue protagonista y precursor indiscutible de su desarrollo urbanístico, llevando por sus rieles la vida y el progreso a la ciudad?. Este ferrocarril urbano que durante tantos años circuló por nuestras calles, fue un vehículo económico silencioso, no contaminante, confortable y seguro, el cual significó un adelanto de suma importancia para nuestra ciudad. Gracias a los datos que encontramos en el libro “Avellaneda y sus tranvías” de J. L.González López, vemos que contrariamente a lo que podía esperarse, la llegada del primer tranvía eléctrico al partido de Avellaneda, no se produjo a consecuencia de la prolongación de líneas ya existentes en la Capital, sinó que los rieles llegaron desde la lejana localidad de Quilmes, de la mano de la Compañía de Tranways Buenos Aires y Quilmes. El 22 de Enero de 1905 se produce el viaje inaugural del primer coche de pasajeros en el servicio entre Quilmes y Barraca Ocampo ubicada en la esquina de Barraca y Puentecito de Barracas. Además del servicio de pasajeros, la Cía. B. A. y Quilmes poseía el transporte de mercancías tanto de la Cervecería Argentina Quilmes, como de particulares lo que fue siempre una característica de ésta Empresa, ya que ninguna otra tuvo servicios de carga de la misma importancia y envergadura. Figuraban entre sus principales clientes la Compañía de Productos Químicos “La Sulfúrica” de Sarandí que poseía un desvío propio en la hoy calle San Pedro; La Compañía Papelera de Bernal y la Usina de Aguas Corrientes de Avellaneda. La Compañía Tranvías eléctricos del Sud es la única que concreta la premisa de construir su propio puente sobre el Riachuelo. El 30 de Julio de 1908 se produce la inauguración del Puente levadizo Eléctrico del Sud, popularmente conocido como Puente Bosch. El mismo día de la inauguración del puente Eléctrico del Sud, 30 de Julio de 1908, queda habilitado el recorrido de la flamante línea 102 desde Plaza Colón a Villa Porvenir (esquina Pavón y Galicia). Los Tranvías del Puerto nace en 1902 cuando se le otorga a Esteban B. Gandulfo y Cía., la concesión para construir un recorrido de doble vía de tranvías eléctricos desde las inmediaciones del Puente Barracas hasta la zona de Retiro pasando por los muelles del Puerto de la Capital y en 1903 esta misma Cía., obtiene la concesión de la Municipalidad de Barracas al Sud para establecer recorridos tranviarios dentro del Partido. Desde 1905 a 1909 la Cía. Anglo Argentina compra el patrimonio de media docena de pequeñas compañías existentes, una de esas compras se concretan el 1ro de enero de 1905 con la adquisición de la Compañía de Tranvías a caballo “Ciudad de Buenso Aires”, la cual ya tenía permiso de electrificación de sus líneas. Ya en poder de la Anglo dichos recorridos comienzan a ser electrificados y serían de vital importancia en la futura historia tranviaria de Avellaneda, ya que de allí nacerían famosas líneas como la 10, 17 y 22, que a fines de 1906 ya llegaban desde el Centro hasta el Puente Barracas. Durante décadas el tranvía en el partido de Avellaneda fue protagonista y precursor indiscutible de su desarrollo urbanístico ya que le debemos que los descampados fueran habitados convirtiéndose en villorios primero, en pueblos y barrios después, para ser hoy en día grandes conglomerados urbanos. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa época de transformación en Avellaneda Sabía Ud. que allá por el año 1913 la transformación de Avellaneda era vertiginosa hasta para los mismos vecinos?. La ciudad, para el antiguo vecino, tenía una fisonomía que si bien fue cambiando paulatinamente su transformación, en el curso de los años, era tan imperceptible, que muchos la veían siempre igual a esta Avellaneda cuyo crecimiento, en cambio, asombró a los forasteros y a quienes la observan cuidadosamente todos los días. El anuario “La Opinión” de 1947 nos cuenta que el ritmo de las construcciones cobró allá por el año 1913 naturaleza de vértigo y las transformaciones eran visibles aún para los menos observadores. La ruta que viene del Puente Presidente Avellaneda (Pueyrredón) pasa a convertirse en el tramo inicial del camino a M. del Plata. A sus lados ya raleaban las casas de chapa y las viejas casonas, mientras por el contrario se sucede una construcción alegre y florida de bellas casas. En Piñeiro, los edificios tanto de grandes establecimientos industriales como el de las recidencias de familia de antiguo arraigo, exhibían magnificencia moderna. Y así en todas las zonas. Con el pasar de los años el clásico paseo de la avenida Mitre es el que más llamó la atención. Allí donde había existido esa esquina chata, con una vieja casona de una sola planta en Avda. Mitre y Monseñor Piaggio se abría espacio para levantar un edificio de grandes dimensiones que albergaría proximamente a la conocida y ya desaparecida Casa Beige, en la esquina de Lavalle y Avda. Mitre, esquina poblada de recuerdos, se construía un edificio visto como el rascacielo de Avellaneda. Grandes y modernas salas cinematográficas, cafés, bares, confiterías, tiendas y otra variedad de comercios, completaban la nueva fisonomía de la principal arteria de la ciudad mientras en el transcurso de esos años se hacía notar la acción oficial en construcciones como el Hospital Fiorito, Asilo para Ancianos o en el orden nacional el edificio de la Escuela Normal en la calle Belgrano. Esta vertiginosa transformación de Avellaneda, ofrecía un nuevo aspecto a los forasteros y de esta manera se ponía a tono con el progreso del país y de la vecina Capital Federal Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLas primeras escuelas de Avellaneda Sabía Ud. ?...Que Barracas al Sud fue el primer partido de la Provincia de Buenos Aires que contó con una escuela nocturna. En Julio de 1883 en la escuela Nº 1 de varones, ubicada frente a la Plaza, bajo la dirección de Juan Manuel Pastor, se logra que las clases comiencen a las 18 hs. y el cupo fue limitado a 20 alumnos. Una de las materias que se daban era dibujo artístico, se esperaba lograr con esto que en pocos meses se aprendiera lo más indispensable para las necesidades de cada uno. Lamentablemente no fue así. Se supone que dejó de funcionar al poco tiempo ya que no se encontraron ni planillas ni documentos algunos hasta 1892 donde aparece la primera escuela nocturna infantil y la segunda de adultos. Esta escuela nocturna infantil es la Nº 16 y comienza a funcionar el 1 de agosto de 1892, el hecho que fuera de niñas fue toda una novedad para la época. Fue costeada totalmente por la Compañía General de Fósforos y estaba ubicada en la misma fábrica, con entrada sobre Mitre 453. Su primera preceptora fue María Arriarán , tenía 16 años y era maestra ayudante atendiendo a 39 niñas de 1er Grado y 31 de 2do Grado. Esta escuela se desempeñaba en el horario de 18,30 a 20,30, entre 1904 y 1907 junto a las niñas comienzan a concurrir algunos varones, y continúa funcionando hasta la Revolución de 1930. La segunda escuela nocturna de adultos también comienza el 1 de agosto de 1892, es la Nº 15 y funcionaba en la casa de Domingo Barceló, Saavedra 273 (hoy Ameghino entre Montes de Oca y Levalle), su preceptor el alemán Enrique Werner de 47 años, enseñaba a 78 varones de 1º y 2º grado, cubría el horario de 19,30 hs.. a 21,30 hs.. y funcionó durante muchos años. Es destacable que Barracas al Sud fuera pionera en cuanto a la educación nocturna en la Provincia de Buenos Aires. Serie: Aportes Historiográficos nº 5 “La enseñanza primaria oficial en Avellaneda y Lanús (1852-1944) por Rudi Varela. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEvita y los Reyes Magos Sabía Ud. que en enero de 1948, la Sra. Eva Duarte de Perón distribuyó juguetes a los niños, desde uno de los balcones de la calle Alsina 157 donde hoy funciona el Instituto de Teatro de nuestra ciudad?. Por esos años ese domicilio pertenecía a la sucursal 105 de Correos y Telecomunicaciones de Avellaneda, la campaña de ayuda social que encabezaba María Eva Duarte era repartir 5.000.000 de juguetes en todo el país. La tarea, iniciada el día 5, finalizó el 6 de enero y estuvo a cargo lo que se llamaría “La tarea general de distribución, de la Administración General de Correos y Telecomunicaciones” que, empleando toda clase de medios de locomoción, hizo que llegaran a los rincones más apartados del territorio patrio, esta campaña estaba dirigida a los niños de hogares humildes. El día 6 fue Evita quien estuvo a cargo de la distribución de los juguetes en Avellaneda, llegó al rededor de las 12, fue recibida por el Jefe de la sucursal, señor Celestino Mario Melendi; el director de Correos, Señor Domingo Canale y personal de la sucursal. En las instalaciones del Correo se había estacionado una nutrida concurrencia, que vivaba incesantemente el nombre la señora de quien fuera presidente en ese momento Don Juan Domingo Perón. Inmediatamente después inició el reparto de los juguetes, teniendo palabras de cariño para los pequeños beneficiados, luego de la entrega se dirigió hacia el interior del salón donde se sirvió una copa en su honor. “Distribuyó juguetes en Avellaneda la señora de Perón”, fueron la mayoría de los encabezados de los diarios de la época. Se encuentra en la sección de Imagen y Sonido de Patrimonio Cultural la documental que deja reflejado este momento en la historia de Avellaneda. Anuario “La Opinión” 1948. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocas La farmacia mas antigua de Avellaneda Sabía Ud. que la “Farmacia Nueva”, del Señor A.Guillen fué a pesar de su titulo la más antigua de la localidad, siendo adquirida en 1865?. Estaba ubicada en Avenida General Mitre Nº 44, uno de los parajes más céntricos de la época, fue adquirida por los Señores Harismendy y Guillen, quedando éste último como dueño único en el año 1902. Nos cuenta el Álbum Argentino de 1912, el que se encuentra en el Archivo Histórico Municipal que instalada con su laboratorio químico y depósito permanente de oxígeno, contaba con todos los elementos y artículos surtidos del ramo, para poder atender a su numerosa clientela atraída especialmente por la bondad de los productos que expendía, por la excelente preparación de los medicamentos y por los reducidos precios que se manejaba. En esta farmacia se podía encontrar desde el artículo más insignificante a las especialidades extranjeras de mayor estimación por sus propiedades tónicas y curativas recomendadas, también se encontraba un variado surtido de artículos de perfumería y tocador, de los más ricos que se fabricaban tanto dentro como fuera del país, muy buscados en la época por las damas de esta ciudad. El señor Agustín Guillen fue su propietario y director, un farmacéutico distinguido y experimentado, quien no omitió esfuerzo alguno para colocar su farmacia en primer lugar en la zona, como se halló en esa época. El señor Guillen, hijo de España, nació en 1849, vino a la República Argentina en 1872, después de haber adquirido en su patria el título de farmacéutico. Fue una persona de sólida preparación, con marcados hábitos de orden y de trabajo, pues de esa manera no tardó en abrirse paso en nuestra ciudad. La posición que ocupó, fue una consecuencia lógica de sus muchos esfuerzos y afanes de lucha diaria. Su fuerte personalidad hizo que este hombre ocupara espacios importantes como ser Presidente del Consejo Escolar de Avellaneda, Presidente de la Sociedad de Socorros Mutuos y miembro de la Sociedad de Farmacia. Estas pequeñas grandes cosas son las que forjaron el avance de lo que hoy es la ciudad de Avellaneda acompañada de nombres como el que fue ayer el de Agustín Guillen. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasFiebre Amarilla en Barracas al Sud Sabía Ud. que en 1871 debido a dos casos de fiebre amarilla que ingresaron a Barracas al Sud desde San Telmo se dictaron medidas precautorias apuntadas a quienes venían a residir a este partido?. El capítulo VI del libro “La Época Rustica en Avellaneda y Lanús” hasta 1881, de Rudi Varela, nos cuenta que por aquella época las actividades de Barracas al Sud se desarrollaban normalmente, pero en 1871 las cosas tenían otros matices al saberse que en el barrio de San Telmo, que tenía continuo contacto con esta población, existían casos de fiebre amarilla. Justamente el primer caso que se presenta en Barracas al Sud es el día 17 de febrero de 1871 cuando la señora Adela de Garello, que huyera enferma del barrio infectado de San Telmo, donde residía, se instaló en una casa cercana a la plaza, falleciendo tres días después. En ese momento no se registraron mas casos en los demás moradores de la casa como tampoco en la manzana correspondiente. Fue en ese momento cuando sobrevino la lógica alarma de los convecinos, esto repercutió en la Municipalidad, la que resolvió en sesión extraordinaria constituir una Comisión de Higiene, designando para integrarlo a vecinos prestigiosos como los Doctores. Eugenio Aldaz, Gabino Echaburú, Manuel Insiarte, Manuel J. Ocantos y el conocido boticario de la zona, don Juan J. Cortabarría. Estas comisiones vigilaban atentamente las zonas y a medida que pasó el tiempo hubo una seguridad transitoria hasta que a los dieciocho días ocurrió otro deceso, este fue el caso de un joven de 20 años llamado Adolfo Burle que procediera también del barrio de San Telmo. Pues entonces la Municipalidad intensifica las medidas precautorias con la ordenanza del 9 de marzo de 1871, que instaba a toda familia o individuo que viniera de la ciudad a residir a este partido, debería tener un certificado de la Comisión de Manzana a la que perteneciera, donde debía constar si venía o no de casa infestada. Esta ordenanza que constaba de cuatro artículos y tomaba todas las precauciones del caso fue firmada por Manuel Estévez e Isidoro Silges. En una población cercana a los diez mil habitantes, se registraron 37 decesos a causa de la fiebre, la mayoría procedentes de la capital y particularmente del foco de San Telmo. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl Mercado Central de Frutos Sabía Ud. que el Mercado Central de Frutos fue la más importante concentración de lanas y cueros de Sud América?. Fue fundado en el año 1887 por Don Eduardo Casey, con una inversión de 3 millones de pesos oro, se abrió al servicio público el 1 de Octubre de 1889 y el primer tren conduciendo frutos entró el 20 de Mayo de 1891 Fueron difíciles sus comienzos debido a la crisis del año 90 y la competencia de que era objeto por parte de los mercados de Once y Constitución. Con fecha 1 de abril de 1891, el entonces presidente, Don Diego T. Ronsa renuncia a su cargo y asume Don Belisario Hueyo: a los pocos días de inaugurada la nueva presidencia, la Compañía fue declarada en quiebra, pidiendo la empresa al juzgado moratorias que luego fueron acordadas. Nos cuenta el anuario “La Libertad” de 1943, que el nuevo directorio realiza los trámites pertinenetes para salvar tan prestigiosa institución. En las memorias de la empresa constan los arreglos celebrados con los acreedores extranjeros y locales, así como de los esfuerzos con tanta eficacia realizados, para vencer la resistencia de los mercados rivales. Cerrados por fin estos tratos y dedicandose a pagar las deudas, la Empresa fue entrando en períodos normales. El establecimiento estaba situado en la margen Sur del Riachuelo, en esta ciudad y ocupaba un terreno de 135.000 metros cuadrados, con una construcción de tres pisos, esta disposición le daba una extensión de 15 hectáreas de galpones cubiertos bajo un solo techo. De hecho, gracias a estas extraordinarias dimensiones, los depósitos del mercado habían llegado a la cantidad de 28 millones de kilos de lana reunidos en un solo local. Esta cantidad representaba aproximadamente la quinta parte de la producción total del país, además el edificio estaba atravesado por calles interiores cubiertas, que servían de acceso a los ferrocarriles y a los carros, de manera que permitían efectuar en todo tiempo las operaciones de carga y descarga de mercaderías. En un solo año fueron vendidos en el Mercado 96 millones de kilos de lana, 25 millones de kilos de cuero, por otra parte concurrían diariamente representantes de las fábricas e hilanderías de Inglaterra, Francia, Estados Unidos y Alemania, los que agregados a los compradores locales mantenían una buena competencia en los precios. Es por todo esto que esta institución fue conceptuada como la más vasta concentración de lanas y cueros conocida en el mundo y donde el productor encontró las mas sólida defensa a sus intereses. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLos servicios fúnebres de Barracas al Sud Sabía Ud. que el primer automóvil en usarse para traslado fúnebre, perteneció a Don Alberto Barceló?. Desde 1650 el mundo occidental cristiano empieza a enterrar a sus difuntos en los contornos de las iglesias, costumbre que puede verse en las iglesias de Provincia. Pero Bernardino Rivadavia lo prohibió en nuestro país en 1822 por eso en la hoy Avellaneda no se hizo así. Hasta el año 1865 se tenían los restos del difunto en una urna en sus casas, generalmente en el dormitorio, o enterrados en sus huertas o al costado del camino. Luego se construyó el primer cementerio en pleno centro del pueblo, donde luego se hizo la plaza Belgrano, ( hoy Hospital Fiorito). En Avellaneda es a la empresa Pedro Peruilh a la que le toca vivir la sensibilidad de fines del siglo 18 y comienzos del 19, entre velatorios y cementerios, costumbres que aún hoy con algunos cambios se sigue aplicando. En aquellas épocas velaban al difunto en la cama de su propia casa, luego se lo trasladaba al cementerio dentro de un cajón de madera sobre una carroza tirada por caballos, (que también se usaba para casamientos), con un lacayo como acompañante.. Luego va dejando de ser costumbre el lacayo y el tarjetero y comienza a tener vigencia el libro de condolencias. Había servicios de 4 o 6 caballos. Los dos delanteros eran livianos y ágiles; se les enseñaba a “salir levantados”, eran briosos. Los caballos tronqueros, 2 o 4, los que iban pegados al fúnebre, eran percherones, mas pesados. Las carrozas eran de color negro y se usaba la de color blanco si el muerto era un niño. El fundador de la empresa mas antigua de Avellaneda, don Santiago Peruelh, usaba los caballos “creados” por Felipe Piñeiro de la cruza del Shire y el criollo y cuando llovía mucho no se podía pasar por la calle al Cementerio (hoy Crisólogo Larralde), y debían hacerlo por quintas privadas donde cobraban el peaje. Después de esto aparecen los automóviles, el primero en usarse en Avellaneda fue en 1947 cuando Pedro Peruilh lo hace con el Cadillac modelo 1939 que había pertenecido a Don Alberto Barceló. Esta misma firma agrega otro de la misma marca en 1955, el que estaba destinado al gobernador Carlos Aloé y que no lo pudo utilizar porque la revolución de ese año lo destituye. La muerte es uno de los temas que no se quieren tocar ya sea por desconocimiento o por temor, para mucha gente el hablar del trabajo que se hace con los difuntos, lo que hoy se conoce como servicios fúnebres, es tema prohibido, sin embargo esta tradición milenaria no deja de ser un “gran servicio comunitario” del cual esta ciudad no estubo separada. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa noche que Carlos Gardel cantó en Avellaneda Sabía Ud. que cuatro años antes de que Gardel cantara su primer tango, ya triunfaba en Avellaneda?. Allá por el año 1914 los domingos, en el Teatro Roma se proyectaban películas mudas. En los entreactos solían presentarse músicos, cantores, payasos o ilusionistas, que realizaban el llamado “número vivo”. En el periódico La Verdad, la empresa cinematográfica anunciaba de modo general, reiterando siempre el mismo aviso, con los precios de las localidades, anunciando cada semana, el programa detallando las películas que se proyectarían, en la columna “Vida Social”. En la edición del 22 de septiembre de 1914 el periódico anuncia que además del interesante programa, se presentarán en el Teatro Roma, los señores Gardel y Razano, “Dúo Nacional” que ha recorrido con todo éxito los escenarios de los teatros nacionales. Son conceptos grandilocuentes, para esa época, los de “exito obtenido en los escenarios de los teatros nacionales”. En realidad se trataba de unas giras, con magros ingresos, por algunos pueblos de la Provinica de Buenos Aires, o compartiendo aplausos entre actuaciones de payadores, como Gabino Ezeiza e Higino Cazón, en comités o bares como el Café de los Angelitos. En las ediciones del jueves 24 y el sábado 26 de septiembre se reitera el “número vivo”, emitiéndose el programa de películas a proyectarse, y luego el martes 29 se produce el anuncio de la actuación de Gardel y Rezano, cantando con el acompañamiento de guitarras, varias canciones nacionales que fueron muy bien recibidas por la concurrencia que llenaba la sala, al extremo de obligar por varias veces, el bis ante los insistentes aplausos de la concurrencia. Por ese entonces, el Teatro Nacional era algo así como “la catedral” donde se consagraban una trayectoria y sin embargo fue aquí en Avellaneda, en el Teatro Roma donde se le abrieron primero las puertas a Carlos Gardel. Mas adelante vendría la era del tango para Gardel, sus giras, sus películas en Europa y América, pero siempre retornando a Avellaneda, recordando aquella noche memorable de 1914, donde cantando como “numero vivo” hizo olvidar las películas que se proyectaron; cosa que ya no le extraña a nadie porque hoy cualquiera sabe que Gardel cada día canta mejor. Extraído de “Raíces” Cuadernos de divulgación de la memoria del Partido de Avellaneda de Ricardo Mazzini Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasHechos históricos de Barracas al Sud Sabía Ud. que el partido de Barracas al Sud fué partícipe directo de la historia de nuestro país y de algún modo fue la extensión de la Gran Aldea de Buenos Aires?. El primer contacto de los repobladores de Buenos Aires llegados con la expedición del vizcaíno don Juan de Garay con la zona que hoy ocupa la planta urbana del partido de Avellaneda, data de apenas tres meses más tarde de reinstalarse la ciudad porteña al arrendar el Cabildo las tierras de algunos de los miembros del Riachuelo, llamadas desde entonces con los nombres de “ensenadas”. A partir de entonces esta zona estuvo íntimamente ligada a la historia de nuestro país, especialmente en el siglo 19. En 1806, la primera invasión Inglesa: las tropas hispano criollas del inspector Arce, cruzando el puente de Barracas se desplazan por el Camino Real del Sur y acampan en la estanzuela de los dominicos, luego sostienen una escaramuza con las tropas inglesas a inmediaciones de la chacra de Santa Coloma y se dispersan luego, ante el avance ingles, los defensores incendian el puente de Gálvez. En 1807, la segunda invasión Inglesa: Ante el avance de los Ingleses, las tropas hispano criollas, forman una línea entre el puente Barracas y el arroyo de la Crucesita, la batalla prevista no se dá pues los invasores desvían su marcha y entran a Buenos Aires por el paso chico. En 1820 Motín de Pagola y otros: Al ser depuesto por un motín de cuartel el gobernador de la Provincia, general Martín Rodríguez busca asilo en los saladeros y quintas de Barracas al Sud, posteriormente con la colaboración militar de Juan Manuel de Rosas, marcha sobre Buenos Aires a sofocar el motín y hacerse de nuevo cargo del gobierno. En 1829, entrevista de Lavalle y Rosas: Luego de la reunión de Cañuelas, el Gobernador de Buenos Aires general Juan Lavalle, y el Comandante de Campaña Juan Manuel de Rosas, resuelven de común acuerdo reunirse en las cercanías de Buenos Aires, al sur del Riachuelo y precisamente en la quinta de Piñeiro (hoy Aldecoa 821), a los efectos de firmar artículos adicionales a aquella reunión, que luego se conocieron como “Pacto de Barracas”. En 1833, la revolución de los Restauradores: Durante los sucesos de octubre de 1833 los federales establecieron en la pulpería de Cabo, al sur del puente de Barracas su cuartel general. Con gente de los saladeros marcharon desde ese punto hacia Buenos Aires, para derrocar al gobernador Barlcarce. En 1852, la rebelión de Lago: Durante la rebelión de este jefe federal contra el gobierno de Alsina, tropas de su caballería acamparon en la quinta de Tejera, en las inmediaciones del pueblo de Barracas al Sud, que fué base de aprovisionamiento del ejército sublevado. En 1880, revolución Tejedorista: La destacada actuación del pueblo de Barracas al Sud en los sucesos anteriores y posteriores a los Combates de Puente Alsina y en los corrales viejos de Parque Patricios, fueron relevantes en esta zona que fue testigo de cruentas batallas en el puente Barracas. Carlos Tejedor es vencido y es allí donde N. Avellaneda obtiene que la capital de la República se ubique en Buenos Aires, posteriormente La Plata fue la Capital Provincial. En 1893, la revolución Radical: los ejércitos revolucionarios saldrían de su quietismo y convergerían en La Plata por dos vías de acceso una por Temperley y la otra por Quilmes. Algunos sucesos de esta revolución tuvieron por escenario el pueblo de Barracas al Sud. Mencionamos aquí algunos de los hechos en los que Barracas al Sud fue protagonista de importantes acontecimientos unidos íntimamente a la historia de nuestro país. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa leyenda de la Isla Sabía Ud. que se dice que en la Isla Maciel vaga el alma en pena de un policía que se habría hundido en una ciénaga de la zona?. Los viejos vecinos del lugar cuentan aún la historia macabra de los pajonales que se extendían a lo largo de las orillas del riachuelo. Era sabido, que por aquellos tiempos había una lucha entablada entre dos personajes influyentes por la posesión de tierras aledañas. Se trataba del barón Demarchi y de don Juan Martínez Núñez, cuyos terrenos se hallaban en litigio. Eran tierras baldías, cubiertas de pajonales y bañados, que ostentaban letreros a manera de mojones demarcando la zona en disputa que se mantuvo durante años y fue en muchas ocasiones subrayada con episodios sangrientos. Si bien pudo haber algo de exageración en el relato, acrecentado por el rodar de los años, se halla como cosa cierta que esa zona de la Isla Maciel era, hace ya un siglo, refugio de facinerosos, especimenes repudiables como tahúres y rufianes, perseguidos por la justicia que dieron a la Isla durante cierto tiempo la triste celebridad de Meca del vicio y corrupción. Dícese que un destacamento de policía se internó allí, alrededor de 1904 con el propósito de aprehender a una banda de salteadores. Dos vigilantes fueron asesinados a tiros y a puñaladas y obstinado el sargento, que comandaba el pelotón, se internó a caballo en la espesura del pajonal con la intención de vengar a sus compañeros muertos. -Esta es la hora- cuentan en la zona - en que jamás apareció rastro alguno del sargento o de su caballo y es desde entonces que se dice que vaga en el lugar el alma en pena del policía, que se habría hundido para siempre en una ciénaga del macabro paraje. Anuario “La Libertad” 1957 Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa Familia Llauró en Avellaneda Sabía Ud. que a mediados del siglo XIX el jabón no tenía marca y solo existía el jabón amarillo hasta que los hermanos Llauró llegaron a Barracas al Sud?. Allá por el año 1878 Don José Llauró, caballero de origen español, se instalaba en la Crucesita sobre la actual Av. Mitre, con el rubro de “José Llauró y Cía”. Los comienzos fueron muy difíciles y Don José contó con la colaboración del Señor Domingo Casadeball, uniéndosele al poco tiempo Don Jaime Llauró hermano del primero; aquella fue época de grandes sacrificios, de renunciamientos y de abnegación. El dinero era poco, se trabajaba de sol a sol con los métodos mas rudimentarios y las industrias aún en pañales se desenvolvían con muchas dificultades. Pasaron los años y dos nuevos elementos sumaron sus fuerzas a la empresa: los señores Alejandro y Jaime Llauró, sobrinos de Don José y el establecimiento amplió las zonas de colocación para el producto dando a la producción mayor impulso. En 1911 queda disuelta la firma José Llauró y Cía. siendo reemplazada por Llauró Hnos. y Cía., quedando solo los señores Alejandro y Jaime Llauró al frente de la nueva razón Social. En ese año se mudaron a la calle Uruguay 124, Piñeiro, Avellaneda, dotando al nuevo establecimiento de todos los adelantos de la época. En el año 1921 los negocios adquieren un volumen extraordinario aplicándose los métodos más modernos del momento. Por la gran aceptación que tuvo el jabón, tanto el tipo natural como el verde y blanco, todos elaborados a base de formulas propias e inimitables, se consagró rápidamente en el mercado de consumo, agregando la producción del polvo Relusol. Este incremento de los negocios obliga a nuevas ampliaciones, se instala el gabinete químico y grandes maquinarias a refrigeración reemplazan los viejos tachos y las clásicas enfriadoras y los trabajos manuales son substituidos por modernas maquinarias eléctricas. En 1933 habiendo sufrido la pérdida de Don Alejandro Llauró y de otros de sus grandes colaboradores, se forma la nueva entidad bajo el rubro de Alejandro Llauró e Hijos S.A. Industrial y Comercial. Este fue uno de los primeros establecimientos en la ciudad de Avellaneda fundada por un Llauró y cumpliendo en el año 1978, cien años de labor continua, con la cuarta generación que ocupaba la dirección de la industria y siempre bajo el mismo apellido. Inquietos e industriales por su temperamento, fueron los integrantes de la familia Llauró parte de quienes forjaron con temple y trabajo el futuro de nuestra ciudad. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl alumbrado público en Avellaneda Sabía Ud. que el alumbrado público en Barracas al Sud comenzó a gestionarse en 1873 y recién se terminó concretando en 1909?. A medida que progresaba esta ciudad y el movimiento de transportes era cada vez mas intenso, ya que el puente Barracas era el paso principal por el riachuelo de los productos del país, se hacía necesaria la provisión de alumbrado público en la zona. Este se comienza a gestionar en el año 1873, no sin encontrar dificultades y trabas para que este municipio fuera provisto de iluminación. Los datos que con respecto a esto se encuentran en el Archivo Histórico Municipal, nos cuentan que el 19 de Noviembre de 1873 se nombró una comisión compuesta por los señores Lanús y Landó, para estudiar el contrato referente al servicio de gas, recién el 19 de Junio de 1874, el gobierno solicitó nuevos datos relacionados con el contrato de los señores Hernández y Salvagnac, para establecer el servicio de alumbrado a gas. En Diciembre de 1875 se encargó al municipal señor Domínico, para que se entrevistara con el gobierno y solicitara de éste una resolución para el proyecto, pero el 23 de Enero de 1876 se declaró caduco y sin ningún valor el contrato hecho con la firma Hernández y Salvagnac. Visto el tiempo que transcurría y las necesidades de la zona, los vecinos del cuartel 7º (Dock Sud) resuelven de conformidad, el 12 de Abril de 1889, realizar una solicitud pidiendo el alumbrado público.. Finalmente el 23 de Noviembre de 1909 se acordó al señor A. de Laborde Nougués, la concesión para el suministro de alumbrado público y particular, quien aceptó la transferencia de la concesión a favor de la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad en Diciembre de ese mismo año. En Septiembre de 1912 se acuerda el permiso a la Cía. de Gas y Cok de Barracas al Sud para la producción, distribución y venta de gas, dentro de la jurisdicción del Partido. A partir de allí las cosas transcurrieron de manera vertiginosa ya que en Octubre de 1919 se autoriza al D. E. para extender la red de alumbrado público hasta las localidades de Wilde y Domínico, y ya el 23 de Octubre de 1922 se autorizó a la Compañía Alemana Transatlántica de electricidad para transferir su concesión a favor de la Compañía Hispano Americana de Electricidad. De esta manera el pujante partido de Barracas al Sud, ya por esa época llamado Nicolás Avellaneda, y después de trámites, dificultades y trabas, es provisto de alumbrado público y particular Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa maternidad de Avellaneda Sabía Ud. que la Maternidad de Avellaneda fué una Obra Modelo en su genero para la época?. El 21 de enero de 1951 tuvo efecto la ceremonia de bendición de la Maternidad “Avellaneda”, (hoy Ana Goitía), de esta ciudad, asistieron a la misma el presidente de la Nación General Juan D. Perón con su señora esposa doña Eva Duarte de Perón, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, coronel Domingo A Mercante, ministros y autoridades locales. El acto fue presidido por el ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Dr. Carlos Alberto Boccalandro, que concurrió al mismo en compañía de su señora esposa y asistieron el intendente municipal de Avellaneda Ingeniero José D. Aphalo entre otros. El director de la Maternidad era el Dr. Miguel Rogelio Nievas quien recibió la bendición de las instalaciones por el cura párroco de Santa Teresita del Niño Jesús, el padre Gonzalo Gómez, bajo el padrinazgo del ministro de Salud Pública y Asistencia Social y la Señora Rosa Emilia Pozzola de Nievas. Esta casa materno-infantil fue modelo en su género ya que era un elementos que el Gobierno ponía en manos del cuerpo médico de la provincia de Buenos Aires, éstos hicieron que la Maternidad “Avellaneda”, no solo tuviera un personal técnico y administrativo capacitado y preparado sino que se destacaba en ellos la honestidad, la diligencia y la lealtad junto a la tecnología. Sus cómodas instalaciones salvaguardaban a la mujer madre y aseguraban el fiel advenimiento de sus hijos. Todo esto hizo que ante la inauguración de esta Maternidad “Avellaneda”, los diarios de la época la llamaran como una “Obra Modelo en su Género”. Anuario “La Libertad” 1951. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa calle Real Sabía Ud. que se presume que este fue uno de los primeros municipios que puso nombre a su calle principal?. En otras épocas el camino Real era la denominación común de la vía principal de los antiguos pueblos, es así que como todos “Barracas al Sud” tubo su camino Real. Nos cuenta “La Epoca Rústica en Avellaneda y Lanús hasta 1881” de Rudi Varela, que este camino probablemente lo utilizaron los indígenas, y luego los conquistadores desde 1580. Adquiere importancia a medida que se formaron poblaciones a su alrededor y acelera su crecimiento con el primer puente sobre el Riachuelo en 1791. Este camino partía desde la Plaza Mayor (de Mayo), recorriendo las calles actuales Defensa, Martín García y Montes de Oca hasta el Riachuelo en la Capital. Antes de la construcción del puente seguía en Avellaneda por Ameghino, Laprida, Av. Mitre y después de 1791 todo Mitre desde el puente hasta los Pagos del Tuyú. En 1870, se resuelve reacondicionarlo y construir varios puentes. En la zona de Barracas al Sud se construyen el de los arroyos Crucecita, Sarandí y Santo Domingo. En 1828 Bernardino Rivadavia solicita se mejore el camino usando conchilla del subsuelo. Luego comienza la tarea de ponerle el nombre al camino Real, es sabido que la nomenclatura de las calles de una ciudad es un índice de la gratitud y la cultura de un pueblo. Honrar los nombres de los grandes hombres, de los ciudadanos que se han hecho acreedores a la gratitud popular, de los extranjeros ilustres y representativos, no es tarea fácil. En el artículo del anuario “La Libertad” de 1936 aparece una nota donde nos cuentan que fue designada oficialmente con el nombre de General Bartolomé Mitre antes de 1877, y esto es lo que hace presumir que fue éste uno de los primeros municipios bonaerenses que dió el nombre del gran estadista argentino a su calle principal Es entonces la Avenida Mitre, populosa, comercial, en continua animación y en constante progreso, gran arteria transitada diariamente por multitudes de trabajadores que van o vienen de sus tarea cotidianas. Avenida que en otras épocas vio con sus amplias aceras arboladas, recorrer continuamente muchedumbres, admirando en las horas de descanso el primor de los escaparates relucientes, el tardío andar de los carros que se utilizaban para el transporte de mercaderías y con el correr de los años el tránsito vertiginoso de autos y camiones. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocas La industria naval en Avellaneda Sabía Ud. que en la ribera Sud del riachuelo a inmediaciones de la Isla Maciel se levantaban las instalaciones de dos de los mas grandes astilleros Argentinos?. En la ribera Sud del Riachuelo, sitio de antiguos talleres marineros y calafates, a inmediaciones del canal Maciel, se levantaban dos de los mas grandes y modernos establecimientos para la construcción de buques en el país, los astilleros Alianza Sociedad Anónima, formado sobre la base del antiguo astillero de Lusich, una tradición marinera boquense y Príncipe, Menghi y Penco Sociedad Anónima, resultante de la unión de dos firmas tradicionales en el arte de la construcción naval. Estos conforman una parte del panorama industrial que se presentaba allá por los años ‘70. Astilleros Alianza Sociedad Anónima se formó sobre la base del astillero Lusich uno de los más conocidos constructores de buques en el Riachuelo de La Boca, posteriormente un grupo de jóvenes, conocedores de la técnica naval, concordaron en expandir el viejo astillero para estar al día con los avances tecnológicos. El plan puesto en marcha da como resultado un importante complejo industrial. Este proyecto de Astilleros Alianza, fue el resultado de la aplicación de concepto de fábrica a la construcción y reparación de buques Fue en estos Astilleros donde se construyó el buque más grande del país hasta esa fecha llamado “El Marlinda”. Los astilleros de la firma Príncipe, Menghi y Penco, surgieron de la unión efectiva de dos firmas ya tradicionales en la industria naval argentina; Astilleros Penco S.A. con ochenta años de actividad en el rubro y Príncipe y Menghi, taller naval de reconocido prestigio en la plaza naval del país. Estos astilleros cubrieron en su época un importante papel en el rubro de la construcción naval en la argentina especialmente en buques de determinada estructura y calado. En el curso de esos años se botaron en el Astillero un Buque Arenero y dos barcazas de una serie de ocho llamadas “Rosario” y “Puerto Rouz”, de avanzada para la época y realizadas para la empresa Juan Tomasello S.A. Extraído del Anuario “La Ciudad” 1972 Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocas El Negro Serafín Sabía Ud. que en la última década del siglo 19 aparecía un periódico semanal destinado íntegramente a la mujer?. Este estaba totalmente consagrado al sexo femenino, pues así lo indicaba su extraño título: “El negro Serafín periódico Literario dedicado al bello sexo”, ilustrado, en el encabezamiento de las dos pequeñas hojas que lo componían, por una sugestiva viñeta: Un negrito pícaro, calzón corto, blusa, pañuelo al cuello, airoso sobrero de paja, el dedo índice de su mano se apoya en el párpado inferior .derecho, dando a entender así un gesto de picardía, en su mano izquierda sostiene el asta de una bandera desplegada en la que ostenta el título. En el extremo de la bandera hay un angelito sosteniendolá con sonrisa etérea, un arco y una flecha. En la primer página la inscripción era la siguiente: “Las columnas de este periódico están abiertas para la juventud y nos honraremos dando cabida en ellas a las producciones que nos envíen, siempre que estén ajustadas en un todo, a la moral y al respeto social”. En el ejemplar que se encuentra en el Archivo Histórico Municipal, del 4 de Noviembre de 1894 que está dedicado al día de los muertos, encontramos que este periódico estaba dirigido por Nicolás R. Paez. Eran dos hojitas con poesías, cuentos, una sección que se llamaba Run-runes de la Boca y Barracas al Norte y por las cuales generalmente, desfilaban siluetas de conocidas señoritas de entonces, siluetas en las que abunda la chispa de los galanes de la época, se demuestra la delicadeza de sentimientos y la finura de intención que los hombres usaba en sus tratos con las damas, sin sentirse menoscabados en su rudeza varonil propia del siglo 19. Entre las siluetas de la época encontramos por ejemplo la de la señora Herminia Cuneo de Kemmeter, la Señorita Celina Barceló, la señorita Adela Mignaburu, entre otras tantas. He aquí, como ejemplo una de las siluetas de referencia: Celina Barceló:(Hermana del futuro Intendente Alberto Barceló) “Sus ojos son negros como las penas del alma; su mirada tiene el dulce fuego que encierra el corazón que por primera vez ama. Su sonrisa tiene tanta ternura, como el beso candoroso que la madre deposita sobre la frente del hijo querido. En cada una de las palabras que salen de sus labios se escucha el arpegio de una música desconocida, el canto sublime de los ángeles del cielo. Su alma es pura como la gota transparente de rocío, como el perfume de las flores” Estas siluetas, entre otras publicadas en las ediciones dominicales de “El negro Serafín”, fueron dignas de la época en que la mujer pertenecía al sexo débil, y esas hermosas palabras que nos recuerdan vestidos amplios y puntillas, también han hecho al desarrollo cultural de nuestra querida ciudad. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasNieve en Avellaneda Sabía Ud. que en el año 1918 se vió en Avellaneda un espectáculo totalmente inesperado cuando durante una tarde de Junio nevó en nuestra ciudad?. Ese mes se presentaba frío y lluvioso, se veía a los transeúntes movilizándose presurosos a sus respectivos trabajos, o a las mujeres con sus niños caminando por Avenida Mitre y parando a resguardarse de la lluvia bajo escaparates hermosamente adornados. El Intendente Municipal Don Manuel Beguiristain asumió sus funciones el 2 de Mayo de 1918. En esos años Avellaneda estaba en pleno crecimiento, las industrias y los comercios se encontraban en pleno auge. El frío se hizo sentir el 22 de Junio de aquel año, cuentan los vecinos de esa época, que solo mirando el cielo se presumía una gran tormenta. Al comenzar la tarde de ese día, después de ensombrecerse el aire, la nieve inició el descenso bajo la apariencia de largas gotas de lluvia que tardaban en caer. Hasta ese momento nadie pensó que se avecinaba una llamativa tormenta blanca en Avellaneda. En los cuartos se encendieron las luces, las mujeres levantaron las cortinas de las ventanas para poder mirar el imprevisto acontecimiento, las personas se apresuraban por las aceras comentando el mágico suceso. Era un espectáculo totalmente distinto, Avellaneda parecía, según los viejos vecinos, una hermosa villa europea. Los árboles desnudos tenían en sus ramas oscuras, amontonados copos blancos, no se veían caminos de tierra ni recuadros de césped verde, la plaza era una pequeña estepa, y los amplios frentes de las casonas que la rodeaban estaban cubiertos por un blanco festón luminoso, formado por la nieve que se depositaba en sus cornisas. La plaza Alsina era la más concurrida, los transeúntes se detenían a crear diferentes figuras, no faltó el clásico muñeco de nieve, y hasta se veían en el aire volar los bolos en improvisadas guerrillas entre grandes y chicos. (Estas fotos se encuentran en el Archivo Histórico Municipal, sección de Imagen, Sonido y la palabra). Al día siguiente los periódicos estallaban en sus titulares “Avellaneda nevada”, toda nuestra ciudad se maravillo ante semejante escena y hay quienes comentaron que por mucho tiempo ningún otro recuerdo pudo superar la magia de ese día, esa magia que hoy rememoramos como valor histórico. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLas primeras capillas Sabía Ud. que el primer oratorio de Avellaneda funcionó en el antiguo Puente Barracas y perteneció a los monjes Betlemitas?. Fué en las tierras aledañas al puente Barracas donde los betlemitas construyeron el primer oratorio, posteriormente esta casa y las tierras pertenecieron a fines del Siglo XVIII al vecino Juan Gutiérrez Gálvez constructor y arrendatario del primer puente sobre el Riachuelo. Nos cuenta el libro de Federico Fernández Larrain “Historia del partido de Avellaneda”, que los monjes belermos fueron quienes facilitaron el cruce del río a las personas mediante el uso de sus canoas, este cruce se efectuaba a la altura de las calles Montes de Oca en la Capital y Ameghino en Avellaneda, lo que antiguamente fue el “Paso de Pedro de Salazar; hay documentación donde aparece la actual calle Ameghino como “ calle de la canoa”. Las primeras noticias sobre este oratorio aparecen en la documentación de la primera invasión inglesa en el año 1806. Una nota de vecinos del lugar, cita al oratorio funcionando como tal en el año 1814, dándonos a conocer que el padre José Boca fue quien vivía y oficiaba misa en este lugar. El oratorio estaba en ruinas ya en el año 1817, haciendo constancia de esto el petitorio de Paduán para habilitar su capilla. El pulpero Paduán hizo construir la capilla de su propio peculio, en línea de frente con su casa-habitación, a unas varas de distancia de ésta, sobre el camino Real del Sur, (hoy Avda. Mitre),a unas mil doscientas varas del puente de Barracas, esta fue llamada “La Capilla del Italiano”. Estos terrenos pasaron luego por varios dueños hasta que finalmente lo adquiere el comandante Fabián Rozas, quien hace todos los arreglos para reinaugurar la capilla dedicada a la Virgen del Rosario. La misa que se realiza por la reinauguración es en honor a Doña Encarnación Ezcurra de Rosas en 1839. La construcción de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, se debe a la iniciativa del entonces Juez de Paz Don Martín J. De la Serna, interpretando la necesidad de los vecinos. Esta resolución llega en Enero de 1854, momento en que se determina un nuevo curato en el partido de “Barracas al Sud”, y se resuelve erigir el territorio o feligresía llamada del Tránsito o Asunción de María Santísima, usándose “La Capilla del Italiano” hasta la construcción de la misma, la que se inauguró el 18 de Marzo de 1860, en el mismo lugar donde hoy se encuentra. El 15 de Agosto de 1961 pasa de ser elevada de templo a Catedral, en 1967 se clausura por peligro de derrumbe y el Obispo Podestá es quien realiza su última misa. Pasaron varios años antes de la inauguración de la nueva Catedral, la que se inauguró el 1 de Mayo de 1984 y la primer misa la celebra Monseñor Quarracino. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl colegio María Auxiliadora en la historia de Avellaneda Sabía Ud. que el colegio María Auxiliadora fue creado gracias a la iniciativa de Monseñor Ayrolo dos años después de asumir el curato de nuestra parroquia?. El 1º de Marzo de 1910, en un humilde local alquilado de la Avda. Mitre, se abría el Colegio María Auxiliadora, por iniciativa del celoso párroco de la ciudad de Avellaneda, en ese momento presbítero Bartolomé Aytolo y por la cooperación de las distinguidas damas de la localidad. Este establecimiento venía a cubrir la educación de la nueva sociedad que surgía, y estaba apuntada a las jóvenes que concurrían durante el día a las numerosas fábricas que existían en esta ciudad. Por octubre de 1909, el sacerdote comienza a bregar para la fundación de un colegio de externas en su parroquia, la respuesta tardó mas de tres meses en llegar, finalmente el 8 de enero de 1910 el obispo de La Plata monseñor Juan Nepomuceno Terrero extendía la autorización para erigir el establecimiento. Las crónicas de la época, como el diario “La Verdad”, los cuales encontramos en el Archivo Histórico Municipal, resaltan del padre Ayrolo su “profundo sentir social”, hombre de inquibrantable fe, tomaba como propia la causa de la marginación y la pobreza, a la que, por razones de trabajo, tenían que sucumbir las obreras de las fábricas de la ciudad. El colegio María Auxiliadora tuvo en el padre Ayrolo el mérito principal de su creación pues él llevó un ejemplo de perseverancia que perduró a través del tiempo. La primera directora fue Sor Mercedes Stabler junto a sus colaboradoras Sor Honoria García y Sor Eufrosina Gunetti. Estas hermanas fueron quienes con sus esfuerzos emprendieron la marcha en la mayor precariedad imaginable. La comunidad en pleno colaboró para adecuar el predio para las primeras 350 obreras, en su mayoría jóvenes de quince a veintidos años, que tomarían sus primeras clases en el colegio. El 6 de marzo de 1910, pudo por fin inaugurarse la casa. En un párrafo estraído del libro “Las Hijas de María Auxiliadora” dice: “A las cuatro de la tarde monseñor Francisco Alberti bendecía el nuevo local en presencia de monseñor Santiago Costamagna, del intendente municipal señor Alberto Barceló, que actuaba de padrino y del presidente del Consejo Escolar de la localidad, señor Celedonio Peralta, uno y otro con sus respectivas consortes”. Este acontecimiento social marcó el inicio de una etapa de constante evolución, el número de alumnas aumentaba considerablemente año tras año y el local cuyo contrato de alquiler vencía a fines de 1913 ya resultaba escaso. Así se llegó a la compra del solar donde actualmente se erige el colegio. Belgrano 667, al costo de 22.000 pesos, la que era una considerable suma para la época. El 14 de junio de 1914 fue bendecida la piedra fundamental del nuevo edificio y ocho meses y medio después quedaba habilitado el colegio de Avellaneda. Noventa y cinco años han pasado de una institución en la historia de nuestra comunidad, institución que ha sido testigo, protagonista y hasta punto de referencia para quienes distraídos pasan por delante de sus puertas y finalmente lo que comenzó como un ambicioso sueño, hoy supera la realidad. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasCuando prohibieron el juego “El Pato” Sabía Ud. que el juego del pato que en nuestra ciudad tenía y aún tiene muchos adeptos, ejemplo de esto es el Campo Hípico y de Pato Barracas al Sur, estuvo prohibido por primera vez allá por el año 1784?. El juego del Pato es antiquísimo y se dice que se practicaba ya en los tiempos de Homero y a él le cantó Alonso de Ercilla. Su práctica primitiva era por demás riesgosa, causaba lesiones de consideración en quienes se animaban a entrar en una disputa: así proliferaban las fracturas de piernas, de brazos y ni que hablar de los tremendos golpes de los jinetes que concluían generalmente en tiros y puñaladas. En nuestro medio fue practicado en su forma primitiva en el siglo 18, el líbro de Rudi Varela “La Época Rústica” nos cuenta que el gobernador Rafael de Sobremonte lo prohibe en Córdoba en 1784 y 1790. En 1796, el Vicario de Villa de Luján , hacía lo propio bajo la pena de excomulgar a quienes lo practicaran. y se tienen menciones de enfrentamientos, allá por 1810 y para confirmar esta teoría, están los versos de Rafael Obligado en su poema “Santos Vega”. En ese año, en el órgano de prensa “Correo de Buenos Aires” decía: “Los juegos de Pato que acostumbran a las gentes de campo, sería muy conveniente exitnguirlos no solo por los daños personales, sino por las haciendas que se descuadernan, y donde hay sementeras no se respetan y las destruyen”. La Junta Grande, el 20 de junio de 1811, lo prohibe por ser perjudicial, bajo penas de seis meses de presidio y 10 pesos de multa. Pero es bueno aclarar que la siguiente prohibición no se produjo hasta el año 1822, para ser exactos por decreto del gobierno que llevaba la firma del gobernador Martín Rodríguez, refrendado por la de su ministro, Bernardino Rivadavia. Esta medida, como las anteriores, no debe haber sosegado a los cultores del juego del pato, ya que Rosas, ante las alarmantes consecuencias que había adquirido, dicta una medida semejante. Felizmente, pudo más el tesón de quienes cofiaban en este juego, el cual, quitadas las aristas primitivas fue puesto bajo un régimen digno de elogio. El Campo Hípico y de Pato de Barracas al Sur es creado el 15 de septiembre de 1942, siendo uno de los centros tradicionalistas más importantes de nuestra ciudad y hoy pese a que no tiene la difusión que es de desear. el Pato, declarado Juego Nacional, cuenta con muchísimos adeptos. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
“De Otras Épocas”Fábrica de Cola, Aceite , de Pata y Saladero de Cueros “La Industrial” Sabía Ud. que Don Francisco Pienovi aparte de haber sido concejal de Avellaneda durante varios períodos a principios del siglo XX, se dedicó al comercio y a la industria, en donde patentizó su cultura, actividad y honradez?. En 1901 los Señores Francisco y Juan Alfredo Pienovi fundaron “La Industrial”, cuya especialidad consistía en la fabricación de cola, aceite de pata y preparación de cueros salados, en cuyos ramos, adquirió en su época un nombre que reflejó claramente su prosperidad. Podemos encontrar en el “Album Argentino” de 1912 que la extención que abarcaba este establecimiento en su conjunto, era de 5.000 varas, siendo el terreno y la parte edificada en él de propiedad exclusiva. Estaba ubicada en la esquina de Carlos Fiorito y Aldecoa, Piñeiro, al borde del Arroyo Lemos. El edificio que ocupaba era de 700 varas, y de una construcción moderna para la época, repartido en varios departamentos o secciones, que cubrían las necesidades de las que requería el establecimiento. Estaba equipado con maquinaria, que pertenecía a los últimos sistemas perfeccionados adoptados por fábricas similares en otros países. El capital que representaba el establecimiento, aproximadamente, era para 1912 de 50 a 60 mil pesos moneda de la época, y la venta anual era de 350.000 pesos, lo que indica el importante movimiento de esta Curtiembre. La cantidad de obreros que trabajaban el la fábrica, por lo regular era de 30 aumentando según el trabajo que se presentaba. Los productos de “La Industrial”, se remitían a toda la República Argentina, exportándose la mayor parte al exterior, donde su demanda crece gradualmente auspiciado por la exelente calidad que los distinguía. Sus propietarios, a cuyo empeño y competencia se le debe el auge que esta fábrica tuvo, fueron: Don Francisco Pienovi nacido en Barracas al Sud en el año 1876 habiéndose dedicaco siempre al comercio y a la industria en donde demostró ampliamente su cultura, su actividad y su honradez. Fue concejal de Avellaneda por varios períodos, función que ha desempeñado satisfactoriamente cooperando con su iniciativas a los adelantos y crecimiento de esta ciudad. Y Don Juan Alfredo Pienovi, hermano de Francisco, también nacido en Barracas al Sud en el año 1886, dedicándose a la industria responsablemente. Ambos cumplimentaron esta labor afanosamente, ganando así el aprecio y la estima de los ciudadanos de Avellaneda. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasFelipe Piñeiro y sus esclavos Sabía Ud. que los Piñeiro al igual que su vecino Juan Manuel de Rosas poseían esclavos en su estancia?. La razón por la que se importaban negros provenientes de Africa obedecía a la falta de mano de obra, estos trabajaban como albañiles, peones de campo, sirvientes, etc... Muchos de ellos, después de la Revolución de Mayo fueron ubicados en los puestos más peligrosos de la primera línea de fuego, también servían como motivo de ostentación y lujo para sus dueños. La Asamblea del año 1813 declaró la “libertad de vientre” y a partir de ese momento ya no se importaron más, aunque hubo exepciones. Ya no se consideraban esclavos los nacidos después de esa fecha, pero los que ya eran subsistieron hasta el año 1853, ya que después de la caída de Rosas, los constituyentes declaran que definitivamente queda abolida la esclavitud en la República Argentina. Al morir Manuela Josefa Fernández madre de los Piñeiro en 1834 poseía 27 esclavos y en el testamento dispone que se les de libertad a la mayor brevedad posible a los criados de su propiedad según indiquen sus hijos y albaceas, Francisco y Felipe. De esta manera quedan liberados 12 morenos, ya que así se los llamaba, y los restantes 15 fueron repartidos entre los hijos de Doña Manuela. En el libro “La época Rústica en Avellaneda y Lanús” de Rudi Varela, además de estos datos, encontramos que Felipe Piñeiro se queda con dos: Ramón, de 20 años de edad tasado en 1825 pesos y José, de 15 años tasado en 1500 pesos. Vivían en cuartos de madera cerca del Riachuelo y sus tareas eran mantener el cuidado de la glorieta que había en la rivera, donde la gente invitada descansaba después del baño en el río, que por ese entonces estaba limpio. El trato que le daban a Felipe y a Francisco era el de “el amo” y a la gente blanca “de su merced”. Su vestimenta era de chiripá y chaquetón de bayetón, a veces andaban descalzos y otras con tamangos, para ir los domingos a la “Capilla del Italiano”, vestían con ropas usadas de Don Felipe y luego se iban a la ciudad a reunirse con su comunidad en los cadombes, a bailar y tocar el tambor. Ramón era quien entretenía con el clave a la familia e invitados y la labor más importante que tenía José era matar hormigas “hormigonero” como él mismo se llamaba, como no exstían hormiguicidas se tenía que ingeniar para averiguar la dirección de los conductos, la extensión, la situación de la hoya, etcétera. Estos fueron los últimos esclavos de Felipe Piñeiro, fueron también la fiel representación de una época que marcó de alguna manera el paso de la esclavitud por lo que hoy es Avellaneda. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
“De otras épocas”Cuando Juan Ramón Jiménez visitó Avellaneda. Cuando Juan Ramón Jiménez visitó Avellaneda. Sabía Ud. que en 1948 se imprimió en Avellaneda la edición de lujo del libro “Platero y yo” de Juan Ramón Jimenez?. Cuando este gran lírico de habla castellana llegó a nuestro país en 1948 acompañado por su esposa la ilustre escritora Zenobia Campribí, la editorial Lozada le confió la edición de lujo del libro “Platero y yo” a uno de los impresores mas conocidos de Avellaneda, don Bartolomé U. Chiesino en los talleres de la calle Ameghino. Con ese motivo Juan Ramón visitó en más de una oportunidad aquellos talleres, por otra parte familiar a los escritores porteños. El señor Chiesino junto al ilustre visitante hablaron de impresiones de libros famosos y de amigos en común. De esa circunstancia nace su amistad, que trascendió más allá del ámbito profesional, entre Juan Ramón y el impresor. Esto se explica ya que fue conocida la proverbial cordialidad, vocación de servicio y hombría de bien de don Bartolomé, cuya imprenta era por otra parte, algo más que una planta industrial, precisamente por la atrayente personalidad del distinguido vecino, cuyo despacho fue frecuentado por importantes hombres de letras. A través de esta amistad queda pendiente la promesa de compartir un asado criollo. Cuenta don Bartolomé que Juan Ramón Jiménez jamás había probado una achura, pues no concebía como podían comer los criollos con tantas ganas las tripas asadas. Ante esta situación el ilustre invitado comenta que apetece un trozo de pollo a la parrilla. Ocurre luego que el aroma procedente del asado, el día luminoso y la conversación amable con la gente hizo que por primera vez probara las tan famosas achuras criollas. En esa oportunidad se interesó por la historia gaucha de Barracas al Sud. La mesa tendida al aire libre en un diáfano mediodía de septiembre estaba cubierta de botellas de vino, el poeta no tomaba alcohol, pero cuando se tomó la fotografía de recuerdo en un espontáneo gesto de solidaridad con los comensales retiró su botella de leche, gracioso acto que fue celebrado entre los presentes. Anuario “La Libertad”1858. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasLa posta del Sarandí Sabía Ud.que en 1852 se modificaron las carreras de postas y se estableció para todo el recorrido una primera casa, a inmediaciones del arroyo Sarandí?. Las casas de posta eran similares entre sí, tenían la llamada pieza de posta, o alojamiento para el descanso de los viajeros, con corredor a la puerta, cuatro catres, una mesa y cuatro sillas, una tinaja con agua y su correspondiente jarro y la habitación estaba blanqueada por dentro y fuera. En las postas había vino, aguardiente, aceite, vinagre y legumbres. Inmediato a la posta estaba el potrero de las caballadas para el recambio, cuyo número no era siempre el mismo, oscilando entre 50 y 200, según la fertilidad de la zona. Un coche de postas, la clásica galera, con buenos caballos podía recorrer en un día unos 80 Km., más o menos, siempre que los caminos no estuvieran pantanosos. En un informe realizado por Federico Fernández Larrain, para el Anuario “La Ciudad”, encontramos que el 17 de octubre de 1810 el Gobierno de las Provincias del Río de la Plata estableció la primera carrera de postas desde Buenos Aires a la Ensenada de Barragán. Las casas de postas fueron situadas a lo largo del camino real para el servicio de los pasajeros y el recambio de las caballadas en distintos puntos equidistantes del trayecto, la primera en las inmediaciones de la capilla de Santa Lucía, en Barracas; la segunda en la Reducción de los Quilmes; la tercera en el paraje de las Conchillas; la cuarta en el cruce del arroyo del Gato, a inmediaciones del actual parque Pereyra, y la quinta y última en la Ensenada de Barragán. Después de la Revolución del 11 de setiembre de 1852, el Goberno de la Provincia primero y el del Estado de Buenos Aires después, modificó las carreras de postas y cambió de lugar las casas en los distintos itinerarios trazados. Para toda la carrera del sur se estableció una primera casa a dos leguas de la Plaza de la Victoria, instalándose la misma a inmediaciones del arroyo Sarandí, (Magdalena 32). Estas son algunas de las curiosidades que alberga la historia de Barracas al Sud, y que han hecho al engrandecimiento y a la evolución de la hoy ciudad de Avellaneda. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasBarracas al Sud y sus pulperías Sabía Ud. que la actitud y la mentalidad de los pulperos configuraron la base de la evolución social y del espíritu de la zona de Barracas al Sud?. En esta zona primero fueron los ranchos y los caminos, luego vinieron las pulperías y mas tarde las postas; los pulperos constituyeron desde mediados del 1700 como comerciantes una importante clase social. En el libro “En torno a la pulpería La Mosca” de Rudi Varela, encontramos que este era un lugar sin atractivos solo el comercio era lo importante, los que no poseían riquezas se sentían atraídos por el juego como un medio de pasar el tiempo para llenar el vacío. Durante la noche la música a través de la guitarra asumía en todas las pulperías una real trascendencia, con ello el pulpero atraía a los parroquianos y corría la bebida. La pulpería desempeñó diversas funciones; la de taberna, proveeduría bolsa de trabajo, fuente de noticias de acontecimientos humanos o políticos mas destacados, juegos reglamentados, juegos prohibidos y en algunos hasta prostíbulos. En el año 1807 se procedió a eliminar las pulperías cercanas al Riachuelo para evitar el contrabando, dejando solo la del puente Gálves, desde donde se cobraba el peaje. Construido en 1791 el Puente “Galvez” denominado así por su constructor y arrendatario Juan Gutiérrez Gálvez, es éste quién instala la primera pulpería en Barracas al Sud, estaba ubicada cercana a lo que hoy es el cruce de las calles J.J. Podestá y C. Pellegrini. Se instala luego la pulpería de Nicolás Paduán, hombre que no sabe leer ni escribir, ni firmar sin embargo muy astuto, para evitar que los peatones y carros que pasaban por el puente eludieran el peaje, la coloca sobre el mismo camino Real a pocos metros del puente, pues también era su nuevo arrendatario; alla por el año 1819 figura como propietario de dicha pulpería y del Oratorio conocido como “Del Italiano”, a 1000 metros del puente sobre el camino Real, hoy Avda Mitre 949. Después de Antonio Paduán, aparece la pulpería de Andrés Cabo. Federico Fernández Larrain supone que la poseía desde 1830, fue muy importante en actos políticos en 1833. En 1838 ya existe la pulpería de Paulino Rodríguez ubicada en las cercanías del Puente de la Restauración (hoy Puente Pueyrredón), luego poseedor de extensas tierras en la actual ciudad de Valentín Alsina, Francisco Mota aparece en 1843 con pulpería en el Camino Real (Remedios de Escalada) e Isleta (Balbín) y en 1874 en el cruce de caminos, hoy Remedios de Escalada y Avda Rivadavia. Mas adelante hacia el sudoeste aparece también la Pulpería y Almacén de Pompeo Meriggi, en el primitivo Camino Real. Creado el Partido en 1852, el Juez de Paz Martín José de la Serna en su informe al Gobierno dice que entre pulperías y almacenes había 96, 12 fondas en el pueblo y 2 en la campaña, 2 confiterías, 4 canchas de pelota, 9 billares en el pueblo y 3 en las Lomas de Zamora. Las pulperías de Barracas al Sud, pintorescas, con los parroquianos atraídos por el juego para pasar el tiempo o con la música a través de la guitarra asumiendo una importante trascendencia, forjaron el futuro de la ciudad de Avellaneda. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasUn pacto secreto en Barracas Sabía Ud. que fue en Barracas, (hoy Avellaneda) donde se firmó el pacto secreto entre Lavalle y Rosas para evitar una guerra civil?. El proceso de la Independencia Argentina comienza en 1810 y se reafirma en 1816, pero desde sus comienzos internamente estuvo dividida, primeramente entre morenistas y saavedristas y luego entre federales y unitarios. En 1826 las Provincias rechazaban la constitución unitaria y cae Rivadavia al año siguiente, inmediatamente asume el federalismo con Dorrego, pero el unitario Lavalle se subleva en 1828 y asume el poder de la Pcia. de Buenos Aires. Dorrego huye en busca de Rosas, Lavalle lo persigue dejando como gobernador delegado al Almirante Brown. En Navarro Dorrego es vencido y fusilado el 13 de diciembre de 1828. En ese momento los ejércitos federales se agrupaban para accionar contra Lavalle, ante esta situación el unitario José M. Paz llega desde Montevideo y cubre la defensa de Buenos Aires. Cuando Lavalle regresa. Paz invade Córdoba y se apodera del gobierno el 12 de abril de 1829, Estanislao López y Rosas invaden Buenos Aires, chocando con las tropas de Lavalle en el puente de Márquez el 26 de abril de 1829, luego Brown renuncia y asume el General Martín Rodríguez. Se lleva a cabo luego en la estancia de Miller, la entrevista de Lavalle y Rosas, pero es necesaria aún la Convención ampliatoria de Barracas, donde se pactan los futuros nuevos integrantes de la Junta Consultiva y el Gobernador (Pacto de Barracas), esto ocurre el 24 de Agosto de 1829. Este lugar sería ocupado luego por Juan José Viamonte. Estos datos extraídos del libro de Rudi Varela “La Época Rústica en Avellaneda y Lanús, nos cuentan que aparentemente Lavalle y Rosas se reúnen en el casco de la estancia de Felipe Piñeiro porque éste y Juan Manuel de Rosas eran vecinos de estancia en la zona de la Ensenada de Samborombón. El río Salado dividía ambas propiedades. Cuando Rosas administraba el campo de sus padres en 1813 tenía 20 años y Felipe Piñeiro 25. Probablemente de esta amistad entre ambas familias surja el federalismo de los Piñeiro. En la Convención cada partido nombró a las personas que los representarían para que haya ecuanimidad en el Senado Consultivo, y entre los adictos a Rosas surgen Francisco Piñeiro y el deán de la Catedral Diego Estanislao Zavaleta, hermano e íntimo amigo, respectivamente de Felipe Piñeiro. Este pacto secreto firmado en la “Quinta Grande” en Barracas, por los jefes unitarios y federales, Lavalle y Rosas, logra evitar una guerra civil y es otro de los tantos hechos históricos que nos liga al crecimiento del país. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
“De otras épocas”Domingo F. Sarmiento y Mariquita Sánchez en Barracas al Sud Sabía Ud. que tanto Domingo F. Sarmiento como Mariquita Sanchez fueron pilares importantes en cuanto a la educación de Barracas al Sud?. Nos cuenta Rudi Varela en “La enseñanza primaria oficial en Avellaneda y Lanús”, que en 1856 el Juez de Paz y Presidente de la Municipalidad M. J. De La Serna le pide al Jefe de Departamento, José Barros Pasos, quien se desempeñaba en forma interina, que envíe al Inspector Marcos Sastre para controlar la marcha de la Escuela y sus alumnos, este se vió forzado a renunciar el 30 de junio, unos días después, el 4 de Agosto de 1856, es cuando Domingo Faustino Sarmiento, flamante jefe del Departamento de Escuelas, concurre a nuestro Partido para poner en posesión del cargo al nuevo Preceptor Director Jacinto Morena. Vino acompañado del Inspector General del Departamento y se encontraban presentes en el acto el fundador de la Escuela y Presidente de la Municipalidad Don Martín J. De la Serna. De esta manera Domingo Faustino Sarmiento quien mas tarde sería Presidente de la República, visitó Barracas al Sud supervisando la educación y la organización de la misma en esta zona. Maria Josefa Petrona de Todos los Santos Sánchez, era así su nombre, fue siempre conocida como Mariquita. Si bien se la conoce por haber interpretado en el clavecín, por primera vez la Marcha Patriótica, hoy Himno Nacional, no es poco lo que realizó durante sus 83 años de vida. A muy temprana edad se casa con Martín Thompson, mantuvo intensa amistad con San Martín, Belgrano, Rivadavia, Alvear, De la Serna, Florencio Varela, Echeverría, Enrique O’Gorman, Juan M. Gutierrez entre otros. En 1923 funda la Sociedad de Beneficencia, cuyo fin principal era elevar la condición moral e intelectual de la mujer, de fuerte carácter y luchadora hasta el final de sus días participó fecundamente en la actividad educacional de Barracas al Sud. También en el año 1856 y siendo Secretaria de la Sociedad de Beneficencia, cumplió la función de preceptora en la Escuela de Niñas de nuestro Partido por varios meses; esto fue en homenaje a su amistad con M. J. De la Serna y Manuel Estévez, por ese entonces Presidente de la Municipalidad y encargado de la Instrucción Pública respectivamente. El 14 de diciembre de 1866, con 80 años y siendo Presidenta de la Sociedad de Beneficencia concurre a presenciar los exámenes a la Escuela de Niñas, invitada por su amigo Enrique O’Gorman, (hermano de Camila) en ese momento Presidente de la Municipalidad. Es por ello que tanto Domingo Faustino Sarmiento como Mariquita Sánchez de Thompson fueron y serán considerados importantes pilares en la educación de Barracas al Sud. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasSociedad Popular de Educación Sabía Ud. que La Sociedad Popular de Educación fue la primera con personería jurídica en la Provincia de Buenos Aires y alcanzó el primer lugar entre las similares de la República?. Esta Institución local comenzó a funcionar el 15 de Septiembre de 1901 en el partido de Barracas al Sud. Un núcleo de reconocidos vecinos de la zona acudieron a un entusiasta propulsor de la enseñanza, Don José Jacinto Berrutti, quien con cálidos y sensibles conceptos, alentó el interés de los oyentes, fomentando el esfuerzo mancomunado para que esta idea se transformara en realidad lo antes posible. Este hombre puso en práctica su experimentada labor creadora de sociedades populares en la Boca y Barracas al Norte, la que dió frutos de manera inmediata, haciendo que esta nueva sociedad primera en la provincia alcanzara a ser la más importante de la Argentina. Otro magnífico vecino de larga y brillante gestión en el progreso local, don Juan Bautista Paláa, presidió las preliminares sesiones pasando luego a ejercer la primera tesorería. La Comisión Directiva estaba compuesta por don Antonio Lavazza; Dr. Nicolás Gallo; Don Juan B. de la Cámara; Don Rómulo Finochietto; Don Carlos Maire; Don Luis A. Spinetta; Don Juan L. Colombo; Don Antonio Paredes Rey y Don José Jacinto Berrutti. Figuras todas recordadas por su dignidad y tesón en el prestigio del lugar en que desarrollaron sus actividades privadas, profesionales y públicas. En esas primeras reuniones quedaron claramente marcados los propósitos a través del primer Estatuto, cuyo Art. segundo dice: a) Fundar y sostener una escuela nocturna gratuita para obreros. b) Extender la acción, educando al obrero, mediante clases nocturnas cuando los recursos lo permitan. c) Auspiciar todo acto de propaganda o iniciativa cuyo móvil se inspire en la mayor cultura del obrero. Cabe destacar que esto se realizó sin afanes políticos, estos vecinos fueron los primeros en propiciar la evaluación cultural del trabajador mejorando su relación con la comunidad en 1912. Años después, la Sociedad en pleno florecimiento, procedió a la primera reforma estatutaria ampliando de manera importante sus fines. Con esta orientación progresista se inaugura luego la primera escuela nocturna para obreros de la provincia de Buenos Aires, y con este antecedente se crea mas adelante la Escuela Normal Popular “Sarmiento” que desarrollaría brillantemente su cometido durante nueve años para dejar paso a la Escuela Normal Nacional; de esta egresaron maestras ilustres que jerarquizaron la cultura de nuestra ciudad. Buscando ampliar la acción de la Escuela Nocturna se creó la Escuela Profesional “Sarmiento” el día 1 de Septiembre de 1926, en cuyas aulas fueron dictados cursos de corte y confección, de bordados, flores, piano, repujados, pirograbados, sombreros y cursos preparatorios. El 11 de septiembre de 1927, fue inaugurada la importante biblioteca a la que se le dió el nombre del ilustre estadista Don Estanislao S. Zeballos, esta contó con importantes donaciones de libros, promoviendo un substancial aumento de lectores hasta el día de hoy. A partir de todas estas iniciativas progresistas surgió la idea de fundar una Escuela de Comercio local, la que funcionó en 1934 bajo la competente dirección del Cdor. Público Nacional, Don Juan A. Lavista, quien fuera vicepresidente de la Sociedad; este emprendimiento interesó de tal manera a las autoridades nacionales que pronto se instaló una Escuela Nacional de Comercio Local. Al concluir esta breve reseña histórica de la “Sociedad Popular de Educación”, cabe recordar a todas aquellas figuras ilustres que colaboraron desde 1901 hasta la fecha para el beneficio y el crecimiento de Barracas al Sud ayer, Avellaneda hoy. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl Tango en Barracas al Sud Sabía Ud. que allá por el año 1860 el tango entro en Barracas al Sud y fue tan grave que la Corporación Municipal pensó en cerrar una casa de bailes por considerarla inmoral?. El tango entró en los arrabales por los cuatro puntos cardinales, esta no fue una conquista parcial sino total, así ocurrió en La Boca, en el Puente Alsina, en Palermo o en los costados fangosos de San José de Flores. Cuando las sombras de media tarde se alargaban de a poco, comenzaban a oírse las “viguelas” criollas y el contrapunto que fue en otros tiempos de tangos. Después del año 1860 ya el tango entra en Barracas al Sud, algunos boliches reunían “una mala concurrencia de gente”, (era la manera en que se lo veía en aquel momento), afecta al baile y la Corporación Municipal cerraba estas casas por conciderarlas inmorales. La Ordenanza del año 1884 prohibía realizar bailes sin permiso municipal, sancionada precisamente por los bailes de los boliches. Por aquella época el tango se bailaba en cualquier momento, a cualquier hora y en cualquier lugar de extramuros. Allá por 1885, para mejor precisión, en febrero de aquel año y en pleno carnaval, el tango entro en el aristocrático Teatro Rivadavia de Barracas al Sud, la Sociedad “Negros Unidos”, comparsa prestigiosa, lo ofreció en el escenario ante una nutrida concurrencia, ejecutada por los músicos y bailados por el Presidente de la sociedad y un joven integrante de la misma. La crónica de la época dice que los exhibicionistas “bailaron un tango que les mereció aplausos estrepitosos”. En ese mismo año se abrieron varios salones de bailes en los alrededores del pueblo, donde se bailó tango. Bien entrado el siglo XX no era difícil encontrar rastros del tango en los almacenes de Barracas al Sud. Ya por el año 1886, Arolas, joven compositor de tangos, se venía a pie desde la loma de Barracas al Norte a tocar tangos con su fuelle en la fonda de “La Buseca”, que se encontraba en la esquina sud este de Montes de Oca y Saavedra (hoy Ameghino). El 28 de agosto de 1909 “Los Pampeanos” sociedad tradicionalista fundada en Barracas al Sud por un grupo de vecinos, casi todos descendientes de familias fundadoras del pueblo, organizaron una velada musical en la que hubo concierto de música, payadores y cantores. El anuario “La Verdad” de ese año, señala el acontecimiento de la noche, diciendo: “Mariano Silles (Nanito), tocó un inagotable repertorio de tangos”, lo que nos muestra con claridad como se introducía el tango en nuestra sociedad. Es así que en el mediodía soleado del carrero o en la noche caliente de ginebra, bajo los patios en el verano o en el interior oscuro de los almacenes en el invierno, el tango se disfrutó y bailó en Barracas al Sud. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasEl tranvía que cayó al Riachuelo Sabía Ud. que hace 75 años un tranvía de la empresa Eléctricos del Sud cayo al riachuelo desde el puente Bosch?. “A las seis de la mañana del sábado 12 de julio de 1930 en medio de una densa niebla, (aunque el expediente jurídico dice fina niebla), avanzaba por la calle Coronel Bosch en Avellaneda hacia la Capital un vehículo de la línea de Tranvías Eléctricos del Sud, colmado de trabajadores, entre los cuales había mujeres y niños. Segundos más tarde, y ya sobre el puente de hierro, el tranvía se precipitaba improvistamente a las aguas del Riachuelo”. De esta manera los diarios de la época relataban los detalles del accidente que conmovió al país y que movilizó a la generosidad de sus habitantes, tratando de solucionar los graves problemas provocados por la tragedia. El entonces senador Fabián Onsari solicitó un subsidio único de 100.000 pesos y el entonces diputado nacional doctor Manuel Beguiristain, propuso un subsidio de 200.000 pesos; posteriormente se formó una comisión popular de ayuda encargada de arbitrar los fondos de socorro. La extensa nota publicada en el diario “La Libertad” ese mes de julio de 1930, decía:”Este vehículo partió de Lanús rumbo a Plaza Constitución, era el coche número 75 de la línea 105 a cargo del motorista don A. Vecchio. El horario en que se produjo el accidente la totalidad del movimiento de pasajeros se compone en su inmensa mayoría de trabajadores que marchan rumbo a sus ocupaciones, el tráfico, desde luego es crecido y los coches insuficientes para cumplir el transporte, los que cubren el recorrido abarrotados” “En ese instante, el encargado del puente puso en funciones el mecanismo para izar el mismo, a fin de dejar pasar una lancha, inadvertido el peligro por el motorman del choche, éste se precipitó al Riachuelo. Algunos pasajeros que viajaban en la plataforma trasera lograron arrojarse del vehículo, cayendo sobre la pasarela otra parte del pasaje sin esperanzas de salvación hundíanse rapidamente bajo las aguas”. Las víctimas que habìa cobrado el río pasaban del medio centenar. Inmediatamente se organizó en nuestra ciudad una Comisión Popular de Ayuda, de la cual fue presidente don Alberto Barceló, vice primero el Dr. Manuel Beguirestain, vicesegundo don Julio Descole y secretario general el Dr Ramón Mignaburu. La Comisión recibió el total apoyo de las autoridades, instituciones y el pueblo mismo. Hoy a setenta y cinco años de aquella tragedia, los viejos vecinos aún siguen recordando esa catástrofe como un hecho doloroso para Avellaneda y Lanús, en el cual perdieron la vida muchos obreros padres de familia con todas las triste derivaciones acarreadas por esas muertes imprevistas e injustas. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
De otras épocasFerrocarril Buenos Aires - Ensenada Sabía Ud. que la primer estación Barracas Iglesia, del ferrocarril Buenos Aires-Ensenada, se encontraba al lado de donde hoy se encuentra la escuela Angel Gallardo (Palacio Barceló), en Lavalle y San Martín, Avellaneda?. El ferrocarril Buenos Aires-Ensenada, que partía de la Aduana nueva (Venezuela y Río de la Plata), pasaba por la Boca y Barracas (Norte y Sud), y terminaba en la Ensenada, se contrata el 16 de febrero de 1860. Nos cuenta el libro de Rudi Varela “La época Rústica” hasta 1881, que el primer tramo entre las estaciones Venezuela, Casa Amarilla (Almirante Brown y Martín García), Barraca Peña (todavía esta la casilla en Pedro de Mendoza) y Tres esquinas (Osvaldo Cruz y Montes de Oca), se inauguró el 18 de Septiembre de 1865, todas ellas dentro de la Capital, en 1866 se prolongó hasta Barracas Puente, situada en el borde del Riachuelo margen izuierda, un centenar de metros aguas arriba del Puente Barracas. La Municipalidad acuerda después de muchas tratativas el 22 de octubre de 1871, que el tren pasara por el costado de la plaza principal y por frente de la Iglesia (hoy calle San Martín). El segundo tramo de la línea, de una sola vía, cruzó el Riachuelo y llegó hasta Quilmes el 18 de abril de 1872 y el 31 de diciembre hasta la Ensenada con las estaciones Barracas Iglesia y General Mitre (hoy Sarandí) en Barracas al Sud. Este ferrocarril fué utilizado en viajes especiales por importantes personalidades, como por ejemplo el 19 de Noviembre con motivo de la colocación de la piedra fundamental de la nueva capital de la provincia de Buenos Aires y el 15 de abril de 1884 cuando se instalaron los tres poderes de dicha provincia. El pueblo de Barracas al Sud fue creciendo y el andar de los trenes por pleno centro, hizo que los rieles tuvieran que correrse un poco mas alejados de este, es por eso que el tránsito fue trasladado, pasando más hacia el Oeste. por la plaza General Belgrano ( en donde funcionó anteriormente el cementerio y hoy se encuentra el Hospital Fiorito). La estación Barracas Iglesia se llevó a las calles Paláa y Maipú donde hoy se encuentra la plaza, la que funcionó hasta octubre de 1909, prestó servicios luego como Dirección de Profilaxis, la que posteriormente fue derribada en 1968. Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico
Autoridades Municipales Intendente Municipal Baldomero Alvarez de Olivera Secretario de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Antonio Hugo Caruso Director de Patrimonio Cultural Rudi Varela Recopilación Patricia Denti. Diseño y Diagramación Marcela L. Nieto Consultas Avda. Mitre 366. TE: 4505-9555/56/58 int. 26 de 8hs a 17hs. patrimonioavellaneda@hotmail.com Municipalidad de Avellaneda - Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes Dirección de Patrimonio Cultural - Archivo Histórico