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“...el espíritu no va a ningún lado sin las piernas del cuerpo,. y el cuerpo no sería capaz de moverse si le faltasen las alas del espíritu.”. José Saramago. De entre todos los seres viventes,. el ser humano es el único que anda
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“...el espíritu no va a ningún lado sin las piernas del cuerpo, y el cuerpo no sería capaz de moverse si le faltasen las alas del espíritu.” José Saramago
De entre todos los seres viventes, el ser humano es el único que anda con la columna erecta.
El ser humano, con su postura peculiar, representa el punto donde lo Alto y lo Bajo se tocan, donde el Cielo y la Tierra se encuentran.
El punto de contacto entre lo Compacto y lo Sutil, entre las realidades transitorias y eternas.
Aquí llegamos, contamos nuestra historia y partimos. Breve es la vida terrena.
Cada dia vivido, es una página que escribimos en el libro de nuestra vida.
Vidas compuestas de sueños, palabras, amores y esperanzas...
Por sobre nuestra cabeza, el Cielo, bajo nuestros pies, la Tierra.
Que es lo que los une? Nuestro corazón, nuestra conciencia.
El cansancio del cuerpo, la ligereza del espíritu. Las horas que continuamente pasan...
El niño que ayer corría y saltaba...
La vida es un soplo, una brisa ligera que pasa...
El amar, el recibir, el cuidar.
El amar, el recibir, el cuidar.
Traer en el rostro una sonrrisa suave de confianza, de bendición.
Y en medio de la esencia del caos, permitir que el agitar de las alas de los angeles continuen a hacerse oir en nuestro corazón.
Conectarse con una conciencia de gratitud, de alabanza.
Recibir la ofrenda del ahora, que nos permite vivir algunos momentos de felicidad profunda, sin motivo, apenas por la gratitud de respirar.
Saciar la sed en el pozo de agua viva que jamás se seca.
Un manantial que brota noche y día, que purifica y da vida.
El aceite que alimenta la llama de la vida terrena, más temprano o más tarde, tendrá que acabarse.
Por cuánto tiempo aún la llama arderá? Quién lo sabrá?...
Algunos pasan los cien años, mientras que otros no llegan a los cincuenta.
Al final del sendero, no será el cúmulo de días vividos lo que contará,...
...sino los tesoros eternos que acumulemos, nuestra pertenencia más íntima.
La caridad, la virtud, la solidaridad...
De ahí la importancia de la reflexión y de la meditación, para que podamos descubrir cuál es nuestra pequeña parte, en el proyecto monumental de la existencia.
“La vida que no es examinada, no vale la pena ser vivida.” Sócrates
Nuestra vida espiritual se asemeja a un arpa. Debemos observar si las cuerdas están bien,...
...y cuidar de aquellas cuerdas que estuvieran faltando, rotas o heridas, para que nuestra existencia se torne más plena.
Permanecer atento a las canciones del espíritu, a las melodías del alma.
Un vaso con agua sólo tiene valor si el agua contenida en ella estuviera limpia.
De la misma forma, el valor de nuestro corazón, depende de su grado de pureza.
“Bienaventurados los puros de corazón.” Jesús Cristo
“Quien ama La pureza del corazón, y es amable de labios, tendrá por amigo al Rey.” Prov 22, 11
El cuerpo físico se asemeja a una jaula; y el alma, a un ave que en ella habita.
“Imaginar que el espíritu perezca al morir el cuerpo, es como imaginar que el ave muera al romperse la jaula. Nuestro cuerpo es apenas la jaula, mientras que el espíritu, es el ave." De los Escritos de la Fe Bahá’í
“Los días de nuestra vida son setenta años. Y si algunos, por su robustez, llegan a los ochenta, lo mejor de ellos es cansancio y enfado. Todo pasa rápidamente y nosotros levantamos vuelo.” Salmos 90, 10
Qué es lo que levanta vuelo? No será por si acaso, el alma?
Un ave no vuela cuanto quiere, vuela cuanto puede ...
Y cuando llega la hora de levantar vuelo, en qué condición estarán nuestras alas?
Y cuando llega la hora de levantar vuelo, en qué condición estarán nuestras alas?
Debemos aprovechar nuestros días pasajeros, para fortalecer las alas de nuestro espíritu.
Recordar que las potencialidades del progreso espiritual son ilimitadas.
Educar nuestro mirar, purificar nuestro corazón.
La cosecha espiritual depende de la siembra terrenal.