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PROYECTO PERSONAL DE VIDA. El abad Pastor dijo: “El origen de los males es la disipación” Dijo también: “La guarda del corazón, el examen de sí mismo y el discernimiento son las tres virtudes que guían al alma ”. 1 . ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ UN PROYECTO PERSONAL?
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El abad Pastor dijo: “El origen de los males es la disipación” Dijo también: “La guarda del corazón, el examen de sí mismo y el discernimiento son las tres virtudes que guían al alma”
1. ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ UN PROYECTO PERSONAL? • Porque sin mediaciones concretas no se puede llevar adelante una existencia creyente • En la búsqueda de nuevas mediaciones, ha ido apareciendo el ‘proyecto personal’ • Así aparecen claras las razones que justifican el por qué de un ‘proyecto personal’:
La nueva cultura que ha descubierto la subjetividad como centro en el que se decide todo el crecimiento personal • El paso de las comunidades de observancia, que se regulaban por la norma y la disciplina, a las comunidades de personas que tienen que moverse en espacios de mayor autonomía y responsabilidad
La nueva conciencia de que la vida y la vocación se viven procesualmente y que cada uno debe estar atento a lo específico de su propio momento: edad, crisis, situaciones nuevas… • La necesidad, sentida hoy más que nunca, de vivir la vocación al filo de una identidad bien clarificada
Razón última de todo proyecto: - Voluntad de andar en verdad - Tomar en serio la propia vida - Vivir la propia identidad.
La elaboración de un ‘proyecto personal’ implica: • la voluntad de conocerse y aceptarse como uno es • discernir los fondos del propio corazón: • ¿quién soy y cuáles son mis capacidades y limitaciones? • ¿qué idea y valoración tengo de mí mismo?
¿cuáles son las trampas en las que me atrinchero consciente o inconscientemente? • El proyecto de vida es una invitación a encontrarnos con la propia verdad, que florece cuando hay voluntad de autenticidad: • ‘Que me conozca y que te conozca’ (S. Agustín).
2. ¿Qué es y qué no es un proyecto? • El proyecto personal es, ante todo, voluntad de verdad • Es tomarse en serio la aventura de la vida • Es autoconocimiento y discernimiento en el Espíritu
No consiste solamente en ordenar una serie de objetivos y mediaciones • ni en alcanzar a toda costa una vida moralmente más perfecta • ni en someter los resultados a una evaluación periódica
Para que exista un proyecto personal tienen que darse unas condiciones básicas en la persona que lo hace: • Autonomía: capacidad de tomar la vida en las propias manos para vivir la aventura de la propia libertad • Autenticidad: capacidad de adentrarse serenamente en uno mismo para avanzar en un proceso de conocimiento y aceptación
- Conocerse, esto es, saber quién soy y cómo soy en mis cualidades y limitaciones • - Reconocerse, esto es, no defenderme ni ocultarme de mi mismo, sino poder decir con serena lucidez: “ese soy yo” • - Aceptarse, es decir, quererme como soy, incluidas mis limitaciones, que es como Dios me quiere
Discernimiento espiritual: • - Apertura al Espíritu, único capaz de iluminar los fondos del corazón y de lograr el milagro de hacernos salir de nosotros y confiar nuestras vidas a Dios • No hay discernimiento cuando: • - se excluye la consideración de la vida • de la gracia y de lo sobrenatural en la percepción del yo
3. ¿Para quién puede ser útil el proyecto personal? Al tratarse de un ejercicio de discernimiento sobre la propia identidad humana y vocacional, el proyecto puede ser instrumento útil:
para ir clarificando la propia vocación, • sobre todo cuando empiezan a aparecer inquietudes, ideales tanto en la formación inicial como en la formación permanente • para alcanzar un mejor conocimiento y trabajar dimensiones descuidadas de la personalidad • para afrontar la crisis de autoimagen en la juventud, o la crisis de realismo y de reducción en la edad adulta
para quien experimenta la necesidad de descender al fondo del propio corazón, incluso a niveles no del todo conscientes. En este caso es imprescindible la figura del acompañante • para quien tiene la sensación de no ser dueño de su vida y que se vive a sí mismo sobre todo desde su rol
para el que nota que, con los años, algo se le va removiendo por dentro • para el que desea responder a su vocación desde todas las áreas de su personalidad • para el que se ve desbordado por la actividad, se siente extraño a sí mismo y quiere poner un poco de orden y de interioridad en su vida
para quien vive una crisis emergente de identidad, sea porque necesita integrar nuevas experiencias, ya porque siente la necesidad de renovar y resituar su opción fundamental • para vivir en un proceso permanente de crecimiento y de renovación, etc.
4. Proyecto personal y ‘acompañante’ • Una de las mediaciones más eficaces es, sin duda, la del ‘acompañante’ espiritual • La introspección no nos sirve de mucho si de vez en cuando no la confrontamos con alguien que nos ayude a ‘objetivarla’
Podemos hacer todos los días examen de conciencia, confiar nuestros secretos más íntimos a las páginas de un diario... y, con todo, podemos seguir sin conocernos • Podríamos, incluso reforzar falsas imágenes de nosotros mismos
Solamente llegamos a conocernos con cierta garantía en el encuentro con otra persona • El proyecto personal va muy ligado a la figura del acompañante o del “director espiritual” • El acompañante o director espiritual es aquel a quien elijo para abrirle mi corazón, para dejarme sanar por el sólo hecho de contarle lo que me pasa
Acompañante o director espiritual es aquel que me ayuda a aclararme a mí mismo • Acompañante o director no es el que decide lo que debo o no debo hacer
5.- Aspectos técnicos para la elaboración del Proyecto Personal • conviene concentrarse en lo esencial, es decir descubrir el eje central o prioridad • aplicar una sencilla metodología que consta, en su conjunto, de las siguientes partes:
Análisis de la situación • Determinación de la prioridad o eje central • Definición del objetivo general • Definición de los objetivos específicos
Actividades o mediaciones con sus tiempos • Personas a las que pedir ayuda • Tiempos y lugares para llevar a cabo esas actividades • Fijar fechas para la evaluación • Redacción sencilla del conjunto del proyecto
El discernimiento, el análisis de la situación, se aplica a cuatro dimensiones fundamentales: • Dimensión humana • Dimensión espiritual • Dimensión intelectual • Dimensión pastoral
Bibliografía: Emilio Lavaniegos González, El Proyecto Personal, Sacerdotes Operarios Diocesanos, México 2007. Juan Ilarduia, El Proyecto Personal como Voluntad de Autenticidad, Ed. ESET, Salamanca 1994.