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EL ISLAM. *NACIMIENTO DEL ISLAM. *EXPANSIÓN DEL ISLAM. *RITOS, TRADICIONES Y CELEBRACIONES. VIDEOS. NACIMIENTO DEL ISLAM. El Islam es una religión monoteísta que surgió en Arabia durante el siglo VII.
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EL ISLAM *NACIMIENTO DEL ISLAM *EXPANSIÓN DEL ISLAM *RITOS, TRADICIONES Y CELEBRACIONES VIDEOS
NACIMIENTO DEL ISLAM El Islam es una religión monoteísta que surgió en Arabia durante el siglo VII. La península arábiga hasta mediados del siglo VII era sólo un desierto con algunas regiones fértiles en el sudeste y el sur, donde crecían los árboles que producían el perfumado incienso que, durante siglos, alimentó el tráfico de la “ruta de incienso”. Junto a esa ruta, que subía por el Mar Rojo hasta el Mediterráneo, se desarrollaron algunas ciudades como La Meca y Medina dedicadas principalmente al comercio. En el resto de la península vivían tribus nómadas de beduinos que se desplazaban con sus rebaños y sus tiendas y veneraban los espíritus que residían en algunas piedras. Durante siglos, los mercaderes Árabes estuvieron en contacto, gracias a sus viajes con las dos grandes religiones monoteístas del cercano oriente: la judía y la cristiana. A comienzos del siglo VII Mahoma (571-632), que pertenecía a una de las familias comerciantes de la Meca comenzó a recibir revelaciones del arcángel Gabriel sobre la existencia de un único Dios: Alá. VOLVER AL ÍNDICE
Al principio la gente no creyó en el mensaje de Mahoma, y reaccionó en su contra por lo que Mahoma se marchó a Medina. La fecha de su exilio (622) o hégira marca el principio de la cronología árabe. En Medina, Mahoma organizó la primera comunidad de seguidores que se multiplicaron poco a poco. La nueva religión, denominada Islam, comenzó a expandirse por toda Arabia hasta convertirse en el elemento unificador de las tribus dispersas. Los que se unieron a la nueva fe se llamaron musulmanes (creyentes). La nueva religión tenía muchos puntos en común con las religiones judía y cristiana. El Corán es el libro sagrado para los musulmanes, que contiene las revelaciones recibidas por Mahoma. Además de ser un libro sagrado, el Corán es un código de leyes y rige toda la vida de los musulmanes, quienes deben seguir determinados preceptos. Otro libro importante, es la Sunna, que recoge las tradiciones atribuidas a Mahoma. Se utilizó para solucionar cuestiones que el Corán no recogía. Fue la causa de la primera división entre los musulmanes, que perdura hasta la actualidad: los sunnitas, que aceptan la Sunna y los chiítas, que la rechazan.
Mahoma y su doctrina Mahoma nació en La Meca, en el año 570 d.c. en una familia no muy pobre, pero desgraciadamente no tardó en convertirse en huérfano. Sobrevivió trabajando de caravanero y conoció las religiones cristiana y judía, y con 25 años se casó con una viuda rica que le permitió tener tiempo para pensar gracias a su estabilidad económica. Dice el Corán, que en el 610, una de las veces que Mahoma reflexionaba en una cueva cercana a La Meca, se le apareció el arcángel Gabriel y que le mandó predicar los versos de Dios que contenían la revelación de su religión. A sus 43 años Mahoma comenzó a predicar y difundir el Islam, cuyo significado es el de la obediencia a la voluntad de un único Dios, Alá.
Mahoma empezó predicando en La Meca, pero al darse cuenta de que a los ricos comerciantes de la ciudad no les estaba gustando que predicara una religión politeísta entre los pobres, Mahoma se vio obligado a huir a Yatrib, la actual Medina. Este hecho, sucedido en el 622, marca el año 0 del calendario musulmán. En Medina, a Mahoma sí le fue muy bien predicando, ya que logró convertir a muchísimas personas e incluso reclutar un ejército unido bajo el símbolo del Islam con el que conquistó La Meca. Cuando Mahoma falleció, tenía a casi toda Arabia unida, y rezando cinco veces al día, tal y como decían sus preceptos religiosos.
La sociedad y el derecho islámico Para el Islam, todas los ámbitos de la vida (espiritual, social y político) constituyen una unidad indivisible que debe regirse por los valores islámicos. Así, el concepto de sociedad del Islam es esencialmente teocrático; la sociedad y todo lo humano deben organizarse conforme a la voluntad de Dios. Este ideal inspira también conceptos como el derecho islámico y el estado islámico, y explica el acentuado énfasis del Islam en las obligaciones sociales. Los deberes religiosos fundamentales establecidos en los cinco pilares tienen ya en sí mismos claras implicaciones para la vida de la comunidad. Pero también la sharia o ley islámica fija las pautas morales de la comunidad. En la sociedad islámica, el derecho abarca un campo más amplio que en la cultura de Occidente, ya que incluye imperativos morales además de legales. Por ello no todo el derecho islámico puede ser formulado como norma legal ni impuesto por los tribunales; depende en gran medida de la conciencia.
La ley islámica se fundamenta en cuatro fuentes. La primera de ellas es, naturalmente, el Corán, al que sigue, como segunda fuente documental, la tradición representada por la Sunna y el Hadiz. La tercera fuente es la ijtihad ("opinión individual responsable") y con ella se dirimen cuestiones problemáticas no tratadas en el Corán o en el Hadiz, aunque el jurista se apoya en tales fuentes para, mediante un razonamiento analógico (qiyás), llegar a una conclusión. Tales razonamientos fueron ya utilizados por teólogos y juristas islámicos cuando, en los países conquistados, tuvieron que hacer frente a la necesidad de armonizar las leyes y costumbres locales con el credo islámico. La cuarta fuente es el consenso de la comunidad (ijma), que descarta gradualmente ciertas opiniones y acepta otras. Puesto que el Islam carece de una autoridad dogmática oficial, es un proceso que requiere largo tiempo.
El estado islámico El Islam dio forma a una institución política, el estado islámico, cuyas bases quedaron definidas en un documento del año 622, el primer año de la era islámica o hégira: la "constitución de Medina". En él, el Profeta regulaba las actividades de su comunidad, de esa umma al principio reducida y que se extendió en menos de un siglo desde la India hasta el Atlántico. En su medio tribal, Mahoma implantó una ley suprema y verdadera como la más conveniente para todos los hombres. El Corán contiene una neta ideología política, por el reconocimiento obligatorio de un principio de autoridad y de la distinción entre rectitud y error. Alá, todopoderoso y único, tiene lugartenientes de su poder en el mundo, explícitamente nombrados en el texto coránico, aunque no se llegue a precisar la forma como ha de gobernarse la comunidad islámica tras la desaparición del Profeta, aspecto que tuvo que ser complementado por una posterior elaboración jurídico-religiosa. Los hadices desarrollaron también la doctrina de la necesidad de reconocer a un soberano, califa o imán de toda la comunidad musulmana, recogiendo dichos del Profeta tales como "Quien me obedece, a Dios obedece; quien me desobedece, desobedece a Dios. Quien obedece a su jefe, a mí me obedece, y quien le desobedece, me desobedece a mí".
El orden político islámico establece como ideal la existencia de una comunidad de fieles unida con su rector, en armonía, algo que ocurrió durante poco tiempo. Mahoma era a la vez "profeta y hombre de Estado", como reza el título de un conocido libro del estudioso británico William Montgomery Watt; en Mahoma concluyó la profecía, y tras su muerte, acaecida en el año 632, sus sucesores improvisaron una monarquía electiva que recayó en cuatro de sus allegados, los "califas ortodoxos", hasta que en el 661 la dinastía omeya se hizo con el poder, que en el 750 le fue arrebatado por la dinastía abasí. Pronto se fragmentó la unidad del estado islámico, debido a los conflictos que estallaron en torno a la cuestión de quién debía dirigirlo: los chiíes sólo aceptaban a descendientes directos de Mahoma para desempeñar esa función; los jariyíes no requerían como condición para ello un determinado linaje, sino ciertas cualidades personales del candidato, y para el Islam "ortodoxo" o sunní la soberanía sólo podían ejercerla los pertenecientes a la tribu de Quraish, la del Profeta. Varios conflictos prácticos quebraron la unidad inicial de la comunidad islámica, e incluso en el siglo X coexistieron, como si de un cisma se tratase, tres califatos a la vez: el de los abasíes de Bagdad, el de los fatimíes de Tunicia (que luego se trasladaron a El Cairo) y el de los omeyas de Córdoba.
Calendario musulmán El calendario musulmán o islámico es un calendario lunar. Se basa en ciclos lunares de 30 años (360 lunaciones, de tradición sumeria). Los 30 años del ciclo se dividen en 19 años de 354 días y 11 años de 355 días. Los años de 354 días se llaman años simples y se dividen en seis meses de 30 días y otros seis meses de 29 días. Los años de 355 días se llaman intercalares y se dividen en siete meses de 30 días y otros cinco de 29 días. Años y meses van alternándose. Es decir, cada 33 años musulmanes equivalen a 32 años gregorianos. Las intercalaciones se hacen añadiendo un día al final del mes de du l-hiyya en los años 2º, 5º, 7º, 10º, 13º, 16º, 18º, 21º, 24º, 26º y 29º de cada ciclo de 30 años.
El origen de este calendario es el día del inicio de la Hégira, que es 1 A.H. (Anno Hegirae). En el calendario gregoriano correspondería al 16 de julio de 622. El día 15 de noviembre de 2014 coincidirá con el 1 de muharram, primer día del año hegiriano 1437, cuyo último día 30 de du l-hiyya coincidirá con el 4 de noviembre de 2015.[1] El actual año islámico es 1436 AH. En el calendario gregoriano 1436 AH va desde aproximadamente el 14 de noviembre de 2013 (por la tarde) al 4 de noviembre de 2014 (por la tarde). Actualmente, en los países musulmanes conviven el calendario gregoriano y el musulmán (33 años civiles gregorianos equivalen a 34 islámicos). La fecha islámica correspondiente a la gregoriana se puede calcular con un error máximo de un día al multiplicar el año musulmán por 0.970224 y añadir 621.5774
Los días de la semana Los días de la semana son siete: * al-áhad (الأحد «el primero»), domingo * al-ithnáyn (الاثنين «el segundo»), lunes * al-thalatha (الثلاثاء «el tercero»), martes * al-arba‘a (الأربعاء «el cuarto»), miércoles * al-jamís (الخميس «el quinto»), jueves * al-yuma‘a (الجمعة «la reunión»), viernes. Se llama así porque es el día festivo, en que se realiza la oración colectiva en las mezquitas. * as-sabt (السبت «el sábat»), sábado
Particularidades El día musulmán comienza con la caída del sol, y el mes empieza unos dos días después de la luna nueva, cuando comienza a verse el creciente lunar. Si consideramos la diferencia de días entre el calendario lunar y el solar, y el hecho de comenzar el año 622, nos daremos cuenta de la dificultad de establecer una correspondencia entre el calendario musulmán y el gregoriano. Existen tablas de correspondencia de años, pero para un cálculo rápido y exacto sirven las siguientes fórmulas: * Para pasar del año musulmán al gregoriano: (1)G=H+622-\frac{H}{33} * Para pasar del año gregoriano al musulmán: (2)H= 1,03125(G-622) Donde: G = año gregoriano H = año musulmán (hégira) Estas fórmulas sirven para establecer la correspondencia entre los años musulmanes y los gregorianos pero establecer la correspondencia exacta de una fecha concreta es casi imposible, e incluso los historiadores admiten un error de un día más o menos. La causa de este desfase es que el inicio y el fin de cada mes se regula según el ciclo lunar observable, lo que lleva a introducir un día de más cuando las observaciones no coinciden con el cálculo teórico.
Hégira Hégira indica el traslado de Mahoma. Es la emigración de los musulmanes de La Meca a Medina, ocurrida en el año 622 de la era cristiana. Dicho evento marca en el mundo islámico el primer año. Los musulmanes toman desde el año 632 d. C. el primer día del año lunar en el que se produjo (16 de julio de 622) como referencia para su calendario. El término, por extensión, se aplica a cualquier fuga o emigración semejante. En el año 639 d. C., el califa Umar señaló el año de la Hégira como el primero de la era musulmana. En consecuencia, el 622 d. C. se convirtió en el 1 AH (anno hegirae, ‘año de la Hégira’) en el calendario musulmán. La palabra hiyra significa literalmente «migración», y no «huida», como por error se traduce algunas veces.
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La batalla de Tours o La batalla de Poitiers Hacia el año 732 de nuestra era, un suceso decisivo para la conformación de las futuras naciones de Europa se daría con la ascensión de Carlos Martel al trono del reino Franco y la consiguiente instauración de la dinastía merovingia, futura línea dinástica del gran Carlomagno. Siendo anteriormente el mayordomo de la corte y primer dignatario de la corte, éste sería el hombre encargado de detener el pujante avance de multitud de pueblos que anhelaban conquistar los feudos de su nación. Lombardos, eslavos y sajones, pueblos que amenazaban las fronteras del reino, serían aniquilados merced a su enorme energía y destreza militar. Sin embargo, un nuevo adversario venido desde España, el mahometano, habría de someterlo a la empresa más difícil de su vida: Preservar el imperio contra el avance del Islam.
Tomando como base la Península Ibérica (conquistada entre los años 711 y 716) las tropas musulmanas se dirigieron en numerosas ocasiones hacia el mismo límite con Francia para conseguir cuantiosos botines. La exigua resistencia manifestada por los cristianos de la región, aumentada por la nula presencia de los reyes holgazanes francos, motivó a los islámicos a realizar mayores campañas, cada vez más ambiciosas. Desde el año 732, éstas estaban comandadas por el emir de al-Andalus (Andalucía) Abd al-Rahman ben abd al-Gafiqi (o Gafiki), visir que se había mostrado cruel e insaciable. Martel, notificado de las andanzas de los moros, pensaba ocuparse de ellos de inmediato. Pero las invasiones de otros pueblos en sus fronteras este y norte, lo desviaron de su objetivo inicial.
Con el tiempo, el panorama de la cristiandad europea de los Pirineos y la Península de España se volvió dramática. Los musulmanes, aliados con los bereberes, continuaron desde el año 711 su avance hacia el sur de Francia haciendo gala de un gran ejército. Su enorme poder obtuvo éxito inmediato y todo cuanto fue de valor en aquellas tierras, fue usurpado. En el año 725, los moros habían ya conquistado todo el Languedoc; y al año siguiente, gran parte de la Borgoña, entonces territorio franco, estaba casi completamente dominada. Cuando se pensaba un avance mayor del Islam, sólo la intervención del duque Eudes de Aquitania, pudo detenerlos. La lucha, establecida en Toulouse, fue cruenta, pero el conocimiento del terreno y el abastecimiento de suministros frescos para los francos, determinaron una victoria que aunque difícil, fue muy esperanzadora.
El duque de Aquitania: La llamada de auxilio. Los musulmanes, ávidos de venganza, iniciaron una nueva ofensiva en el año 732, cuyo objetivo central era la toma del rico Santuario de San Martín de Tours. Solo, el duque de Aquitania sabe que no podrá resistir mucho tiempo y llama en su auxilio a Carlos Martel (apodado el martillo), quien teniendo ya un mayor respiro en sus otras fronteras, acude de inmediato. Infortunadamente, Eudes no puede evitar perder la batalla con los musulmanes en Burdeos y la ciudad, indefensa y sin mayores respuestas, es devorada por un saqueo espantoso. Mientras tanto, Carlos Martel y sus tropas, estimadas en 75,000 hombres (con seguridad, mucho menos), se reúne con el Duque de Aquitania el 19 de octubre de 732 en Moussais (actual departamento de Vienne), entre Tours y Poitiers.
De acuerdo a las fuentes de los cronistas árabes, ambos ejércitos se dispusieron en el terreno formando un gran cuadrado. Ciertamente, dada la disparidad entre los dos ejércitos (los francos eran casi todos soldados de infantería, en tanto que los musulmanes eran tropa de caballería, ocasionalmente con armadura) Carlos Martel diseñó una estrategia diferente a las antes usadas en sus combates. Privilegiaría ataques cortos, pero de muchos hombres, contra las divisiones árabes. Si lograba que la caballería enemiga no quebrase su línea de defensa, entonces podría obtener la iniciativa. En Europa, momentos previos al combate, reinaba el invierno. Los francos, más habituados a este tipo de clima que los árabes, de naturalezas más tropicales, estaban bien equipados para soportarlo y además, tenían la ventaja de pelear en sus tierras. Llegó un momento en que viéndose muy cerca, la batalla empezó por orden de Al Gafiki, que no quería posponer la batalla indefinidamente. En el fragor del combate, el primer movimiento del árabe fue ordenar repetidas cargas de caballería. Sin embargo, esta vez la fe de los musulmanes en esta división, armada con sus lanzas largas y espadas curvas, no estaba justificada. Los jinetes, acostumbrados más a la lucha con otras fuerzas al galope, no sabían cómo conducirse entre tantos hombres a pie. En una de las raras ocasiones en las que la infantería medieval resistió cargas de caballería, los disciplinados soldados francos resistieron los asaltos, pese a que, según fuentes árabes, la caballería árabe consiguiera romper varias veces el exterior del cuadro franco.
Poitiers: El freno del avance musulmán en Francia Como pocas veces, los jinetes árabes, vencedores de otras batallas, se sentían indefensos encima de sus corceles. El estruendo inaudito entre distintas divisiones degeneró pronto en una matanza que la tarde oscura no parecía tolerar. En ese momento, un hecho distrajo a los moros. Perdiendo ya varias posiciones de avanzada, alguien extendió entre un sector del ejército árabe el rumor que la exigua caballería franca estaba aprovechando el desconcierto para llevarse el botín que habían tomado en Burdeos. Los árabes, que temieron perder el tesoro que había sido consignado como pago por sus servicios, retornaron a sus tiendas en seguida; no se sabe qué tan cierto fue ello, pero al parecer, cundió un gran desorden entre los musulmanes.
El movimiento inusual registrado en las tropas del Islam, que parecía una retirada, impuso el caos y la confusión fue total. Para entonces, las pequeñas divisiones de caballería franca y el grueso de la infantería habían logrado pasar a la ofensiva. Al Gafiki, alarmado, fue rodeado mientras intentaba frenar la retirada y fue finalmente muerto. El resto del ejército musulmán, disperso por tantos movimientos intestinos, fue arrollado por la carga definitiva de la caballería del Duque Eudes de Aquitania que aguardaba oculta en los bosques. El movimiento envolvente fue completo y la matanza, solamente la detuvo la noche. Sin posibilidades de reagruparse, y encima, sin líder, los musulmanes supervivientes regresaron a su campamento. Al día siguiente, cuando los musulmanes no volvieron a la batalla, los francos temieron una emboscada. Sólo tras un reconocimiento exhaustivo del campamento musulmán por parte de los soldados francos se descubrió que los musulmanes se habían retirado durante la noche. El ejército árabe se había retirado hacia el sur, más allá de los Pirineos. Desde entonces, Carlos se ganó su apodo Martel (martillo) en esta batalla y en adelante, sería sumamente respetado entre sus súbditos. La noticia del alejamiento de los moros causó una alegría indescriptible entre sus súbditos, pero Martel debió prolongar su tarea de expulsión a los musulmanes de Francia en los siguientes años y volvería a derrotarlos en la batalla cerca del río Berre y un año después, en Narbona.
La importancia de esta batalla es enorme. La derrota musulmana frenó la expansión islámica hacia el norte desde la Península Ibérica y es considerada por muchos historiadores como un acontecimiento de importancia macro-histórica pues impidió la invasión de Europa por parte de los musulmanes y preservó al cristianismo como la fe dominante. Esta derrota fue el último gran esfuerzo de la expansión islámica mientras hubo todavía un califato unido, y el último gran ataque del Islam desde la península ibérica antes de la caída de la dinastía de los Omeyas en 750, sólo 18 años tras la batalla de Poitiers.
Ritos musulmanes El nacimiento e infancia Cuando nace un niño, el padre le susurra lo antes posible en el oído derecho la llamada a la oración. Después le pone un poco de miel en la lengua. Desde ese momento el niño es musulmán. A los siete días del nacimiento se celebra una ceremonia llamada aquiqa para poner nombre al niño. También se le afeita el pelo como símbolo de pureza. Los niños musulmanes son circuncidados en señal de la alianza de Ibrahim (Abraham) y Dios entre los 8 días y diez años de edad. Los niños reciben clases sobre su fe desde muy pequeños. No existe una ceremonia de mayoría de edad, pero sí se marcan ciertas etapas importantes en el camino hacia la fe adulta. En algunos países los niños celebran alrededor de los cuatro años la ceremonia de bismillah, en la que recitan los primeros versos de Corán. Otra etapa importante es el primer ayuno del ramadán, generalmente después de los diez años. VOLVER AL ÍNDICE
EL ENTIERRO:LA SHAHADA Desde el momento de su muerte, el hombre entra en el más allá. Es un vasto mundo lleno de secretos, sombras, colores e imágenes sin fin. Sólo es una etapa pasajera que lleva a otra vida, pasados la resurrección y el Juicio final. Esa vida eterna puede acontecer en el paraíso o en el infierno.Aunque el Islam alienta al creyente a aceptar con fe y paciencia ese destino previsible y natural, la cultura escrita y oral describe con todo detalle los males de la muerte.Un ángel, en el Corán , es el encargado de esta misión: dar la muerte.Después de la muerte, al muerto se le deben hacer sus abluciones, luego lavarlo y vestirlo seguidamente con un vestido blanco inconsútil. Al mártir que muere en el campo de batalla no se le practican estos ritos. Se le entierra con su sangre, y vestido con la ropa con que recibió la muerte.Los ritos del entierro, especialmente en lo que concierne a la tumba, varían de una cultura a otra según la herencia cultural y tradicional de cada una de ellas.
La muerte Cuando un musulmán va a morir intenta recitar la chahada, o si no es posible, la recitan los presentes. Después de la muerte hay que lavar ritualmente el cadáver. Esto lo realizan personas del mismo sexo del fallecido que luego lo envuelven en una sábana blanca llamada irma y lo llevan a la mezquita para las oraciones fúnebres. Los musulmanes creen que todos somos iguales y por lo tanto todos deben ser enterrados con ropa de la misma calidad. El cuerpo se coloca sobre el costado izquierdo en un ataúd y se entierra siempre de cara a La Meca. Se entierra lo antes posible, si es posible en el mismo día. La tumba tiene que ser sencilla, señalada tan solo por un montículo de tierra El matrimonio y las condiciones No se puede concebir la vida social sin regular de algún modo la conducta humana y, dentro de ella, el comportamiento sexual. Bajo la urgencia del impulso sexual el ser humano puede comportarse de modo que amenace las relaciones de cooperación sobre las que descansa la vida social. Es cierto que el sexo permite su canalización, es más adaptable que otros impulsos a formas sustitutivas de expresión o sublimación. Sin embargo, las modernas investigaciones clínicas y la evidencia cotidiana indican que la depravación sexual excesiva provoca desajustes de la personalidad, impide las relaciones satisfactorias y pone en peligro la salud mental de la sociedad. Entre los primeros musulmanes también estaba arraigada la idea de que la falta de práctica del sexo conduce a perturbaciones mentales y físicas, es contraria a la preservación de la especie, dañina para la salud y destructiva de la integridad moral.
Así pues, el sexo es crucial para la pervivencia social y para el desarrollo individual ya que encierra profundas gratificaciones psicológicas. Por esta razón el Islam pone un gran énfasis en el matrimonio, fuera del cual no se autorizan las relaciones sexuales, por el amplio número de fines que persigue: * pareja-arabegratificación sexual y emocional. * mecanismo para reducir la tensión. * procreación legítima. * situación social. * abordaje de alianzas interfamiliares. * solidaridad de grupo. * cumplimiento de un acto piadoso.
Sin embargo, el matrimonio no es un sacramento, puesto que la idea de sacramento surge donde hay un cuerpo eclesiástico fuerte y se concibe el matrimonio como una especie de sentencia moral. Además, la distinción entre lo que es sagrado y lo que no lo es nunca se ha explicitado en el Islam, antes al contrario, toda acción o transacción tiene implicaciones religiosas. El matrimonio tiene una naturaleza contractual, requiere el mutuo consentimiento, esta abierto a condiciones adicionales que se pueden negociar, puede disolverse y sus términos pueden alterarse dentro de los límites legales. Es una institución divina que tiene elementos del sacramento y del contrato civil.
Oración La oración consiste en una serie de movimientos – arrodillamiento, inclinación al suelo, levantamiento – durante las que se reciten fórmulas religiosas y algunas suras del Corán. Debe realizarse al alba, al mediodía, a media tarde, a la puesta del sol y dos horas después del anochecer, siempre orientándose hacia la dirección en la que se encuentra La Meca. Aunque es preferible rezar en una mezquita junto a otros fieles, no es una condición: puede hacerse en cualquier lugar limpio. En las ciudades, un almuédano llama desde un minarete para avisar de la hora correcta; quien no se halla cerca de una mezquita debe consultar el sol o el reloj. Antes de proceder a la oración es necesario lavarse manos, pies y cara de forma ritual (si no hay agua, se puede hacer con arena o simbólicamente con una piedra).
Hasta qué punto se cumplen las oraciones depende en gran parte de la cultura local. Es un rito de afluencia masiva en los países del Golfo o en Irán pero tiene una importancia mucho menor en el Magreb; en Marruecos, sólo un reducido porcentaje de la población acude a la mezquita y la vida pública no se orienta en los horarios previstos por la religión: las fábricas no interrumpen su producción, las oficinas no cierran, los autobuses no intercalan descansos, la sesión del Parlamento no se suspende. Lo mismo vale para la sociedad siria o para la iraquí antes de la invasión estadounidense de 2004. La religión es, en estos países, un asunto privado.
El año lunar islámico consiste de 12 ciclos lunares que se inician en cuanto se distinga la luna nueva en el horizonte. Suma 354 días, 11 menos que el año solar. Como consecuencia, las fechas del calendario se desplazan a través de las estaciones: cada año tienen lugar once días antes que en el anterior. Antes de Mahoma, este calendario disponía de un año ‘bisiesto’ en el que se intercalaba un mes corrector para corregir esta deriva. Hay motivos para suponer que el ramadán caía entonces siempre en septiembre (los nombres de los meses 'primaverales' Rabi' I y Rabi' II hacen suponer que el año empezaba, como en otras sociedades, en enero). El origen del ramadán Así, el ramadán coincidiría con la época de mayor escasez de agua, dado que las reservas se habrían gastado y aún se esperaban las lluvias de otoño. No beber durante el día – cuando el gasto de agua del cuerpo es mayor debido al sudor – podía ser una eficaz medida de ahorro. Mahoma eliminó expresamente este mes corrector del calendario y desde entonces el ramadán se desplaza a través de las estaciones, convertido en un acto puramente religioso sin relación con la situación local.
Ramadán El único aspecto de la religión que entra de lleno en la esfera pública en las sociedades musulmanas es el ayuno en ramadán. Durante los 29 ó 30 días que dura este mes lunar, el noveno del calendario lunar islámico, se prohíbe ingerir cualquier tipo de comida entre el amanecer y el anochecer. Tampoco se puede beber, ni fumar ni se pueden mantener relaciones sexuales mientras dure la luz diurna. Los más devotos evitan incluso oler aromas o escuchar música. Los niños hasta los 12 ó 13 años, los enfermos y las madres lactantes no necesitan observar el ayuno; también los viajeros pueden aplazarlo para otro mes, aunque éste último permiso hoy se aprovecha raramente.
En el momento de la puesta del sol se rompe el ayuno y se inicia frecuentemente un largo banquete. El desayuno debe tener lugar antes del alba, concretamente "antes de que se pueda distinguir un hilo blanco de uno negro". Dado que las vigilias producen somnolencia, muchas oficinas y fábricas imponen un horario reducido durante este mes, en general improductivo, sobre todo si cae en verano, cuando las largas horas de sol ponen la voluntad a una dura prueba. En algunas regiones, como en Marruecos, el ramadán es el único mes durante el que es habitual acudir a la mezquita y escuchar prédicas religiosas; además es tradición realizar reuniones familiares y convertir las noches en fiestas culinarias. Esta costumbre suele producir un enca
COSAS Y HECHOS QUE ESTÁN PERMITIDOS DURANTE EL PERIODO DE ABSTINENCIA.1) Ducharse, bañarse y sumergirse en el agua, siempre y cuando no trague agua.2) Poner el Kuhl o colirio en los ojos, sea en gotas o cremas.3)El besar uno a otra, así como el hombre a su esposa y al contrario, pero sin llegar al orgasmo o salida del líquido seminal.4) Las inyecciones, a condición de que no sean nutritivas.5) La sangría que se utiliza en algunas enfermedades como tratamiento.6) Enjuagarse la boca con agua o aspirar el agua por la nariz y volver a echarlo hacia fuera, para limpiar la boca y las fosas nasales.7) Esta permitido tragar las cosas inevitables, como saliva, polvo... 8)Usar supositorios.9) Usar perfumes, colonias, maquillajes...10) Comer, beber y tener relaciones sexuales desde que se rompa el ayuno ( puesta de sol) hasta la abstinencia (salida del alba).11) Esta permitido retrasar el Gusl (la ablución mayor) hasta después de la salida del sol a las mujeres que tuvieron menstruación o puerperio y quedaron libres la noche anterior.
COSAS Y HECHOS QUE INVALIDAN EL AYUNO Y HAY QUE RECUPERARLO1) Comer o beber intencionadamente. El comer o beber olvidando el ayuno no lo invalida, una vez que se de cuenta de ello, tiene que abstenerse y completar el día ayunando.2) El vomitar intencionadamente. En caso de ser involuntario no debe recuperarlo.3) La menstruación o el puerperio.4) La masturbación intencionadamente. 5) El tener la intención de desayunar, aunque no haya tomado nada de comida o bebida que rompe el ayuno.6) El comer, beber, o tener relaciones sexuales, creyendo que se había puesto el sol, o hubiera salido el alba, pero se da cuenta de lo contrario. En caso de tener relaciones sexuales durante la abstinencia, queda anulado el ayuno de dicho día y hay que hacer lo que se conoce en el Islam como "Kaffárah".
FIESTAS Las celebraciones religiosas musulmanas no son muy frecuentes.Refuerzan mucho la vida familiar y social, además de conmemorar los episocios religiosos más importantes. Varían mucho de unos países a otros tanto en el número y la forma.Destacamos estas: - El nacimiento del profeta: lo celebran el día 12 del mes 13 o Rabi al-Awal, aunque no se sepa con exactitud cuándo nació Mahoma. Está precedida por festejos de una o dos semanas. En el Milad-an-Nabi , como así se llama, se cuentan sucesos de la vida de Mahoma para que la gente piense en él y en sus obras, se leen pasajes del Corán, se recitan oraciones o se cantan canciones sagradas. Algunas personas decoran la casa, se visten de fiesta y organizan procesiones y festines en los que se sirven dulces. - La fiesta del fin del ayuno, (eid ul-fitr): se celebra el final del ayuno al acabar el Ramadán, con unos días de descanso y haciéndose regalos mutuamente. En los países musulmanes Eid ul-Fitr es un día de fiesta. Los fieles van a la mezquita para dar gracias a Alá por su ayuda durante el ayuno y por sus bendiciones, que son muchas e incluyen el Corán, revelado a Mahoma, según la tradición, en el mes de ramadán. En Eid ul-Fitr se realizan buenas acciones, sobre todo dar dinero y comida a los pobres. Conmemora el sacrificio de un cordero que Abraham (Ibrahim) hizo el lugar de Isaac (Ismael).
- El año nuevo musulmán (Muharraq): el primer día del año nuevo no trabajan y recuerdan la hégira o éxodo de Mahoma y de sus compañeros. Por la tarde hay celebraciones religiosas en las mezquitas. El Muharram es especialmente importante para los chiítas ya que conmemoran la muerte de los califas Alí y Husein A menudo se representa una obra religiosa y hay procesiones para conmemorar la muerte del nieto de Mahoma, Husein en la batalla de Kerbela en el año 680. Algunos chiíes caminan por la calles cubiertos de sangre de animales para simbolizar su tristeza y dolor. - La noche del poder (Laylat al-Qadr): hacia el final del Ramadán se celebra la noche en que el Corán fue revelado por primera vez a Mahoma. A semejanza de Mahoma, muchos musulmanes pasan la noche orando en la mezquita. Año nuevo musulman La noche del poder
- Fiesta del sacrificio (Id al-Adha). La fiesta de sacrifico de cuatro días constituye el clímax de la peregrinación a La Meca. Los peregrinos sacrifican un animal en Mina, un pueblo situado entre Arafat y La Meca, para recordar que Abrahán tenía la intención de sacrificar a su hijo a Dios y que finalmente sacrificó un cordero en lugar de Isaac. Después de un sermón y la oraciones, se sacrifica el animal, como un cordero o una cabra. Esta fiesta también la celebran todos los musulmanes aunque no hayan peregrinado. El cordero sacrificado se divide en tres pares: una para los necesitados, otra para los amigos y la tercera para los miembros de la familia. - La noche del perdón (Laylat al-Barh): se celebra el décimo quinto día del octavo mes. Dios determina el destino de cada persona para el siguiente año. La gente se perdona los pecados mutuamente y pasa la noche en oración. - La ascensión nocturna, o viaje de Mahoma al cielo.
La Fiesta del Cordero en Marruecos Pocos días separan a los musulmanes de su gran fiesta, la del Cordero: ‘Aid Al Adha’ o como se le suele llamar ‘Aid Kbir’ (Fiesta del Cordero). Un acontecimiento especial que se celebra cada año en el décimo día del mes de Dhul Hiyya (el último del calendario lunar islámico) que conmemora el sacrificio de Abraham, que según el Corán, estuvo a punto de sacrificar a su hijo Ismael hasta que Dios le ordenó que sacrificara a un cordero en lugar de a su hijo.El día empieza en la Mezquita donde acuden los creyentes para oír ‘Jotba’, el discurso del Imam que adelanta la oración matinal y el sacrificio del cordero. El sacrificio del animal, ya sea un cordero, una oveja o una vaca es un ritual que hay que cumplir para que la carne pueda ser comida. Es lo que se llama halal: lo que está permitido por la religión muslmana. Otro de los rituales es colgar el cordero con la cabeza mirando a La Meca tras degollarlo para que la carne se seque y endurezca o rezar unos versículos del Corán cuando se realiza el sacrificio.
La comida que se organiza esos días cambia según el origen de la comunidad, pero lo común en la comida marroquí en el primer día son los pinchitos de hígado envueltos con ‘grasa de cordero’, el cuscús con cordero y el taijne de tripa de cordero, entre otros. Precisamente, en esta misma fecha, millones de peregrinos que han acudido a La Meca para cumplir con uno de los preceptos islámicos asisten a los sacrificios conjuntos que se realizan en el lugar histórico de Minan. La fiesta dura dos días enteros y es habitual también que se ofrezca a los niños vestimentas y zapatos nuevos. En el Islam, el sacrificio de un animal, no es una obligación religiosa para los pobres que no tienen dinero para un gasto que podía alcanzar, como mínimo los 1.000 dírhams, por lo cual antes de esa fecha la gente suele donar y regalar a los pobres un cordero o regalar una cuarta parte del cordero según dicta la religión. Esta celebración viene a ser el equivalente de la Navidad para los cristianos. Las reuniones familiares, las felicitaciones, el sentimiento religioso...
Pilares del islam Son conocidos como pilares del islam los preceptos fundamentales de esta religión, obligatorios para todos los musulmanes, según la concepción suní. Son cinco: 1. La Fe No hay más divinidad que Dios, y Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios estén con él (B y P) , es el Mensajero de Dios" Este testimonio de fe se llama la SHAHADA, una sencilla fórmula que pronuncian todos los fieles. En árabe,la primera parte es la ilaha illa Llah --"no hay más divinidad que Dios"; ilaha (divinidad o dios con minúscula) se refiere a cualquier cosa que podamos sentirnos tentados a poner en lugar de Dios: la riqueza, el poder o cualquier otra cosa mundana similar. Después viene illa ´Lah: "sino Dios", la fuente de toda la Creación. La segunda parte de toda la Creación. La segunda parte de la HAHADA es Muhammadun rasulu ´Llah :"Muhammad es el mensajero de Dios". Un mensaje de guía y dirección llegado a través de un hombre como nosotros.
2.La Oración SALAT es el nombre que reciben las oraciones obligatorias que se rezan cinco veces al día y que son un lazo directo entre el creyente y Dios. No hay autoridad jerárquica en el Islam ni sacerdotes y, por ello, las oraciones las dirige una persona letrada que conozca el Corán y que la comunidad elige. Estas cinco oraciones contienen versículos del Corán y se rezan en árabe, la lengua de la Revelación; también se pueden dirigir a Dios oraciones personales en la propia lengua del que reza. Las oraciones se rezan al amanecer, al mediodía, por la tarde, a la puesta del sol y por la noche y, de este modo, determinan el ritmo de todo el día. Aunque es preferible rezar colectivamente en una mezquita, un musulmán puede rezar casi en cualquier lugar, en el campo, en la oficina, en la fábrica o en la universidad. Las personas que visitan el mundo musulmán se quedan impresionadas por el carácter primordial que la oración tiene en la vida cotidiana.
3. El Zakat Uno de los principio más importantes del Islam es que todo pertenece a Dios y que por tanto, la riqueza la tienen los hombres en depósito. La palabra ZAKAT significa tanto "purificación" como "crecimiento". Nuestras posesiones se purifican reteniendo una parte para los necesitados y, como la poda de los árboles, este corte trae consigo un equilibrio y fomenta un nuevo crecimiento. Cada musulmán calcula su propia SAKAT de forma individual y consiste en el pago anual del dos y medio por ciento del capital de cada uno. Una persona piadosa también puede dar tanto como quiera como SADAQA y lo hace preferiblemente en secreto. Aunque esta palabra puede traducirse como "caridad voluntaria" tiene un significado más amplio. El profeta dijo: "Incluso salir al encuentro de tu hermano con una cara sonriente es caridad". El Profeta dijo:"La caridad es una necesidad para cada musulmán". Alguien le preguntó:¿Qué ocurre si una persona no tiene nada?" El profeta contestó:"Debe trabajar con sus manos para su beneficio y dar algo de sus propias ganancias como caridad". Los compañeros preguntaron:" ¿Qué sucede si no puede trabajar?" El Profeta respondió:"Debe ayudar a los pobres y a las personas necesitadas". Los compañeros insistieron:"¿Y si ni siquiera puede hacer eso?" El Profeta dijo:"El debe premiar a los demás para hacer el bien". Los compañeros volvieron a preguntar:"¿Y si tampoco puede hacer eso?" El Profeta contestó:" Debe abstenerse de hacer el mal. También eso es hacer caridad".
4. El Ayuno Cada año durante el mes de Ramadán todos los musulmanes ayunan desde el alba hasta la puesta del sol, absteniéndose de comer, beber y tener relaciones sexuales. Los enfermos, los ancianos, los que están de viaje y las mujeres embarazadas o en estado de amamantar a sus hijos tienen el permiso para quebrantar el ayuno y recuperar un número igual de días en el transcurso del año. Si no pueden realizarlo debido a causas físicas, deben alimentar a una persona necesitada por cada día que no cumplieron el ayuno. Los niños empiezan a ayunar (y a practicar regularmente las oraciones) desde la pubertad, aunque muchos comienzan antes. Aunque el ayuno es muy beneficioso para la salud, se lo considera principalmente como medio de purificación de uno mismo. El que ayuna, al abstenerse de las comodidades mundanas aunque sea por un corto período de tiempo, logra una mayor compasión hacia los que sufren hambre, a la vez que profundiza en su vida espiritual.
5. La peregrinación (Hajj) La peregrinación anual a La Meca --el Hajj-- es una obligación sólo para los que desde un punto de vista físico y económico pueden efectuarla. A pesar de ello, cerca de dos millones de personas acuden cada año a La Meca desde todos los rincones de la tierra, en una oportunidad única de encuentro para personas de diferentes naciones. Aunque La Meca está siempre repleta de visitantes, el Hajj anual comienza en el mes duodécimo del año islámico (que es lunar y no solar, y por ello el Hajj y el Ramadán caen a veces en verano y otras en invierno). Los peregrinos visten de forma especial; ropas sencillas que dejan de lado las diferencias de clase y cultura para que todos sean iguales ante Dios.
Los ritos del Hajj, que son de origen abrahámico, incluyen la circunvalación a la Ka´ba siete veces y el recorrido, siete veces también, del camino entre los montículos de Safa y Marza, como hizo Hagar durante su búsqueda de agua. Los peregrinos se agrupan después en la amplia llanura de Arafa y se juntan en oración pidiendo el perdón de Dios, en lo que a veces de ha contemplado como una anticipación del Día del Juicio Final. En los siglos pasados el Hajj era una empresa ardua. Hoy, sin embargo, Arabia Saudí abastece a millones de personas con agua, transporte moderno y avanzados servicios médicos. La clausura del Hajj se celebra en todas las comunidades musulmanas del mundo con una fiesta. la Eid al-Adha, en la que se reza y se intercambian regalos. Esta fiesta y la del Eid-al Fitr, el día que conmemora el final del Ramadán, son las principales celebraciones del calendario islámico.
Islam en la Actualidad Los intelectuales árabes y musulmanes se han mostrado muy preocupados por el impacto de la globalización sobre su herencia cultural. El Corán dice que los musulmanes son la mejor comunidad jamás surgida para el bien de la humanidad, para ellos el Islam no sólo es una fe, sino también es una ley que regula todos los aspectos de la vida humana incluyendo aspectos políticos, económicos y personales. Por desgracia, debido a eventos de terrorismo y de radicales activistas, así como diversos grupos bélicos de oriente, el Islam ha sido relacionado con estos actos y actores malignos los cuales han generado le han dado una mala reputación a esta religión, sumándose a esto la postura de los musulmanes al apego a sus actos religiosos como los únicos y elegidos de acuerdo a la palabra de Dios, principalmente esta reputación negativa provee del mundo occidental. A pesar de ser una religión vista por ser rechazada de acuerdo a una gran mayoría, la profesión del Islam se ha extendido durante el Siglo XX gracias a los procesos de globalización e independencia, en la actualidad se estima que una de cada cinco personas profesa este sistema religioso, siendo el segundo con más fieles en el mundo.