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Realismo mágico. El realismo mágico es una corriente literaria de mediados del siglo XX, se define como una preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común.
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El realismo mágico es una corrienteliteraria de mediados del siglo XX, se define como una preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Se caracteriza por la narración de hechos insólitos, fantásticos e irracionales en un contexto realista.
El realismo mágico se desarrolló en las décadas del '60 y '70, producto de las discrepancias entre dos visiones que en ese momento convivían en Hispanoamérica: la cultura de la tecnología y la cultura de la superstición. Existen textos de este tipo desde la década de 1930, José de la Cuadra, con sunovelaLa tigra, desarrollado en profundidad por Demetrio Aguilera Malta: Don Goyo, La isla virgen
Principales exponentes: • Miguel Ángel Asturias Guatemalteco. • Gabriel García Márquez Colombiano. • Padres del realismo mágico a Juan Rulfo con Pedro Páramo, • Arturo Uslar Pietri con su cuento La lluvia • José de la Cuadra, ecuatoriano. • Laura Esquivel de México, con Como agua para chocolate. • Alejo Carpentier • Julio Cortázar • Mario Vargas Llosa • Isabel Allende con La casa de los espíritus. • Jorge Luis Borges
Funde la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, no para reconciliarlos sino para exagerar su aparente discordancia. • Tendencia a fundir lo real con lo fantástico. • Existen elementos mágicos que los personajes consideran normales. • Los elementos mágicos se pueden intuir, pero no se explican.. • Contiene múltiples narradores que pueden estar en primera, segunda y tercera personas. • El tiempo se puede distorsionar y se percibe como cíclico y no lineal. • Se transforma lo cotidiano en experiencias que pueden ser sobrenaturales.
Los personajes pueden revivir; los escenarios son en su mayoría americanos. • En cuanto a los temas, hay diversidad de épocas históricas, una esencia cultural del mestizaje y elementos prehispánicos en sus valores mitológicos. • Las propiedades que surgen de la realidad son: clarividencia, levitación, vidas largas al estilo bíblico, milagros, enfermedades mitad imaginarias que son exageradas hiperbólicamente; pero todo eso supone fe. Todo esto representa la parte mágica • El realismo mágico invita al lector a menospreciar lo real, a apreciar lo milagroso y a despreciar lo histórico.
EJEMPLO DE REALISMO MÁGICO. [...]Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda a las mujeres de la casa. Apenas habían empezado cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella estaba trasparentada por una palidez intensa.--¿Te sientes mal? --le preguntó.Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de lástima. --Al contrario --dijo--, nunca me he sentido mejor.Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, casi ciega ya, fue la única que tuvo serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las
sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria.Los forasteros, por supuesto, pensaron que Remedios, la bella, había sucumbido por fin a su irrevocable destino de abeja reina, y que su familia trataba de salvar la honra con la patraña de la levitación. Fernanda, mordida por la envidia, terminó por aceptar el prodigio, y durante mucho tiempo siguió rogando a Dios que le devolviera las sábanas. Cien años de soledad